CRIMEN ORGANIZADO

Así fue el secuestro y entrega de “El Mayo” Zambada por "Los Chapitos"

La declaración de Joaquín Guzmán López, hijo del “Chapo” Guzmán despeja dudas sobre lo que pasó el 5 de julio en Culiacán; Ismael Zambada espera al 12 de enero, fecha en que se dictará su sentencia

Créditos: Cuartoscuro
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En la historia del Cártel de Sinaloa, una organización marcada por las traiciones, los lazos familiares y las luchas fratricidas, la lealtad siempre ha sido una coalición coyuntural que se rompe conforme a los intereses de sus líderes. El más reciente y dramático quiebre ha dejado una estela de violencia sin precedentes y ha fracturado definitivamente al cártel más poderoso de México.

En julio se cumplió un año de la traición que enfrentó a las facciones de “Los Chapitos” contra “La Mayiza”. El clímax de esta ruptura ocurrió el 25 de julio de 2024, cuando Ismael “El Mayo” Zambada, otrora socio y compadre de Joaquín “El Chapo” Guzmán y el último de los líderes históricos del Cártel de Sinaloa, fue secuestrado y entregado a las autoridades de Estados Unidos por los propios hijos de su aliado.

La emboscada en Culiacán: La falsa mediación

La operación fue fraguada y confesada posteriormente por Joaquín Guzmán López, alias “El Güero”. Su objetivo, según explicó, era "recibir un crédito de cooperación" con el gobierno de Estados Unidos, de acuerdo a su declaración de culpabilidad de narcotráfico y crimen organizado ante una corte federal de Chicago.

Para atraer al capo de 74 años, conocido por su histórica capacidad para evadir la captura, "Los Chapitos" urdieron un engaño. La excusa fue una reunión convocada el 25 de julio de 2024 en un rancho de Culiacán, Sinaloa. Se le hizo creer a Zambada que el propósito era mediar un grave conflicto político entre el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, y el exalcalde de Culiacán, Héctor Melesio Cuén Ojeda. Incluso, se esperaría la presencia de Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Joaquín Guzmán López.

La ubicación elegida fue el rancho Huertos del Pedregal, a las afueras de Culiacán.

La violencia y el secuestro: las cartas de “El Mayo” Zambada

El “Mayo” Zambada, en su primera carta como preso en Estados Unidos, negó rotundamente haberse entregado, asegurando que fue víctima de un secuestro. Su relato, confirmado en gran parte por el testimonio posterior de Guzmán López, detalla la traición.

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Al llegar a la finca en Huertos del Pedregal e ingresar a una habitación cerrada, Zambada fue emboscado por pistoleros armados que vestían uniformes militares. Los hombres, al servicio de "Los Chapitos", entraron por una ventana. El capo fue sometido violentamente, golpeado, esposado y le cubrieron la cabeza con una bolsa.

En medio de la confusión, cuatro de sus guardaespaldas fueron sometidos, mientras que otro guardia y un asistente personal lograron escapar en un vehículo que seguía al capo.

Lo que rodeó esta emboscada se convirtió en un escándalo político y criminal. La Fiscalía General de la República (FGR) respaldó la versión de “El Mayo” Zambada, confirmando que Héctor Melesio Cuén Ojeda fue asesinado en esa misma finca de Huertos del Pedregal la misma noche, donde se encontraron manchas hemáticas que le correspondían.

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El vuelo de la traición

Tras ser capturado, Zambada fue sacado por la ventana de la habitación y trasladado en una camioneta hasta una pista de aterrizaje cercana.

El “Mayo” fue forzado a subir a una avioneta, descrita como un Beechcraft King Air turbohélice, aunque inicialmente se reportó una Cessna. Durante el vuelo, que partió de Sinaloa con destino a Estados Unidos, Zambada iba amarrado al asiento y sedado con una bebida que el propio Joaquín Guzmán López le ofreció.

La aeronave voló directamente desde Sinaloa (algunas versiones sugieren que pudo haber parado en Sonora) y aterrizó alrededor de las 16:00 horas del 25 de julio en el pequeño aeropuerto de Santa Teresa, cerca de El Paso, Texas.

Ahí, Zambada fue entregado a las autoridades estadounidenses.

Las consecuencias de la fractura

El entonces embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, confirmó que la detención se trató de una operación entre cárteles. Mientras que Joaquín Guzmán López se entregó de forma voluntaria, Ismael “El Mayo” Zambada fue llevado contra su voluntad. Guzmán López, a pesar de su confesión, no recibió el "crédito de cooperación" que esperaba, ya que los fiscales estadounidenses aseguraron que Washington nunca solicitó, indujo, sancionó ni aprobó dicha operación.

Actualmente, Zambada, recluido en el Centro Correccional Metropolitano de Brooklyn, insiste en su defensa que su captura fue “irregular e ilegal”, exigiendo al gobierno mexicano su intervención diplomática para evitar una posible pena de muerte.

La fecha de sentencia contra Ismael "El Mayo" Zambada, exlíder del Cártel de Sinaloa, fue adelantada de 13 a 12 de enero de 2026 en una corte de Nueva York. Su detención —que según su versión fue un secuestro— está estrechamente vinculada con el asesinato del exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Héctor Melesio Cuén Ojeda, un crimen que generó fuertes cuestionamientos sobre nexos entre crimen organizado y poder político en Sinaloa.

La defensa de Zambada tiene hasta 29 de diciembre de 2025 para presentar su memorándum de sentencia y objeciones; la fiscalía de EU debe responder antes del 5 de enero.

Se anticipa una sentencia que podría ser de cadena perpetua; el acuerdo de culpabilidad excluye la pena de muerte, pero prevé una multa millonaria.