Armado Escárcega Valdéz, alias “El Patrón”, reconoció ante la justicia federal haber encabezado una célula delictiva responsable del atentado contra el periodista Ciro Gómez Leyva, el cual se perpetró por instrucciones del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). La admisión de los hechos se dio como parte de un procedimiento penal abreviado, en el que aceptó su responsabilidad.
Derivado de lo anterior, este martes fue sentenciado a 14 años de prisión por los delitos de homicidio calificado en grado de tentativa y asociación delictuosa agravada. La resolución fue emitida durante una audiencia celebrada en el Centro de Justicia Penal Federal, con sede en el Reclusorio Norte.
El juez Edmundo Manuel Perusquia impuso además a Escárcega Valdéz el pago de una multa de 45 mil 896 pesos, con lo que quedó firme la condena tras su declaración de culpabilidad en el caso que conmocionó al gremio periodístico y a la opinión pública.
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Contexto: el 15 de de diciembre de 2022, una motocicleta con dos tripulantes, uno de ellos un pistolero, alcanzó la camioneta en que viajaba rumbo a su casa Ciro Gómez Leyva; a plena velocidad, le disparó nueve veces, primero de costado, luego de frente.
Gracias a que su vehículo estaba blindado -y a que los agresores lo ignoraban-, fracasó el ataque más importante a un periodista mexicano de los últimas cuatro décadas. Luego de esos tres años, Gómez Leyva hizo un balance de hechos, sentimientos y reflexiones en la forma de un libro (“No me pudiste matar”, Planeta) que pone una mirada ácida sobre López Obrador, al que no menciona nunca por su nombre, otorgándole apenas el pronombre de “Él”.
Luego de vivir dos años bajo la mirada de una docena de escoltas, se mudó -en los hechos, un autoexilio- a Madrid, España.
El pasado mes de noviembre La Silla Rota sostuvo una conversación virtual con e conductor de “Ciro por la mañana”, la extensa emisión radiofónica matutina que, mes con mes, durante 70 ciclos seguidos, fue la más seguida durante el sexenio López Obrador. La charla cursó lo mismo por el atentado que por el acoso político y fiscal al que estuvo sometido desde el gobierno, al grado de considerar un plan extremo en caso de caer a la cárcel. Lo diseñó en un equipo de cuatro amigos, con documentos con arma de defensa. No otorgó detalles del mismo, pero apuntó: “Nunca pensé en presentarme como una víctima”.
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