El Servicio de Administración Tributaria (SAT) puso la lupa sobre algo que muchos mexicanos hacen sin pensarlo: recibir dinero de familiares o amigos como préstamo, regalo o ayuda. Lo que parece un simple movimiento bancario puede convertirse en un dolor de cabeza fiscal si no se declara correctamente.
De acuerdo con el artículo 90 de la Ley del Impuesto sobre la Renta (LISR), cualquier persona física que reciba más de 600 mil pesos en préstamos, donativos o premios durante un año debe reportarlo al SAT en su declaración anual. No importa si el dinero proviene de tu mamá, tu pareja o tu mejor amigo: si entra a tu cuenta, Hacienda lo puede revisar.
La autoridad advierte que no bastará decir que “fue un préstamo familiar”. Si no existe documentación que respalde el movimiento —como contratos o comprobantes de transferencia— el depósito podría ser considerado ingreso no declarado. Y ahí comienzan los problemas.
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Multas y sanciones
No declarar estos movimientos puede salir caro. El SAT contempla multas que rondan los 35 mil pesos, aunque el monto varía según la falta. En algunos casos, la sanción puede alcanzar entre el 50% y el 75% del valor total del depósito.
Además, cada incumplimiento puede implicar sanciones adicionales que van de 1,400 a 34,730 pesos, dependiendo del dinero omitido.
Y si el préstamo provino de una empresa (persona moral), hay que presentar el formato 86-A en los primeros 15 días hábiles después de recibir el dinero. No hacerlo también genera penalizaciones.
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¿Cómo evitar problemas con el SAT?
- Guarda contratos o recibos de todo préstamo o donativo.
- Declara los depósitos en tu declaración anual si superan los 600 mil pesos.
- Si el préstamo es de una empresa, presenta el formato 86-A a tiempo.
- No justifiques depósitos grandes con frases como “es de mi mamá” o “me lo prestó un amigo” sin pruebas.
El mensaje del SAT es claro: no se trata de castigar la ayuda entre conocidos, sino de evitar que estas operaciones se usen para ocultar ingresos o lavar dinero.
Así que si vas a recibir un préstamo o regalo importante, mejor hazlo con papeles en regla. Porque Hacienda —literalmente— ya no compra el cuento del “préstamo entre cuates”.
djh
