La Comisión Nacional del Agua (Conagua) advirtió el peligro que presentaban para Veracruz las lluvias asociadas a la tormenta tropical Jerry desde varias horas antes de que Poza Rica y otros municipios se inundaran, sin embargo, las autoridades estatales minimizaron el aviso y cuando la ciudad estaba bajo el agua, la gobernadora Rocío Nahle dijo que el río Cazones, que atraviesa la población, se había desbordado "ligeramente".
Desde las nueve de la mañana del jueves 9 de octubre, el boletín hidrometerológico de la Conagua alertaba que había potencial de "lluvias fuertes a torrenciales, acumulados de 50 a 70 mm y puntuales de 70 a 150 mm, sin descartar mayores" para poblaciones como Poza Rica, Pánuco, Tuxpan y Tecolutla.
TAMBIÉN LEE: Habilitan 079 para reportar a personas no localizadas tras inundaciones en Veracruz
Te podría interesar
Si bien el estado anunció la suspensión de clases desde el 8 de octubre, el jueves no ordenó evacuar las poblaciones o acudir a albergues, sino que dejó a los ciudadanos la decisión de salir o no de sus casas, como lo muestra un posteo de la Coordinación Estatal de Protección Civil en Facebook: "si por seguridad decides salir de casa, o las autoridades te indican evacuar, en Tuxpan se han activado los siguientes lugares como refugios temporales".
En ningún momento se apremiaba a las personas a buscar un sitio seguro ante el peligro inminente por las crecidas de ríos causadas por las lluvias.
Hasta el momento, las inundaciones han causado la muerte de 29 personas y un número indeterminado de desaparecidos.
Mensajes sin respuesta
El organismo de cuenca Golfo Centro envió, al menos, dos mensajes en los que advertía del gran caudal de agua que iba hacia Poza Rica, provocado por la bajada de líquido de las zonas montañosas. En el primero señalaba que la corriente de agua seguía desplazándose hacia la costa y que el río Tuxpan estaba a punto de desbordarse.
"Este mismo río, registró a las 21 horas un nivel de 2.30 m, esto es 0.20 m por abajo de su nivel de aguas máximas ordinarias mostrando un franco ascenso, debido a la avenida que transita a la altura de Álamo".
Otro mensaje del mismo organismo, emitido a las 10 de a noche, volvía a encender las alarmas ante el desborde del río Cazones, que ya superaba su nivel máximo en casi dos metros.
"Las precipitaciones continúan registrándose en la parte alta de la cuenca del río Cazones, lo que ha provocado una avenida importante en la estación automática Puente Palomas. A las 22:00 h se registró un nivel de 116.11 m, esto es, 1.91 m por arriba del nivel de alertamiento establecido para el Puente Cazones 1".
Los videos que circularon horas después mostraban cómo el agua ya alcanzaba el puente sin que llegaran avisos de evacuación.
Un mensaje de la gobernadora Rocío Nahle, publicado a las 4 de la tarde de ese jueves, informaba que desde un vuelo se helicóptero se apreció que los municipios de Gutiérrez Zamora, Poza Rica y Coatzintla, estaban bajo el agua, pero finalizaba "la población está bien”.
"Se desbordó ligeramente"
Hacia la medianoche del jueves, y primeros minutos del viernes, las viviendas de Poza Rica comenzaron a inundarse por el desbordamiento del río Cazones.
En videos difundidos en redes se escucha vecinos de Poza Rica decir alarmados "ya está aquí el agua". Al darse cuenta que una corriente corría por las calles, algunos subieron en sus autos y dejaron sus casas.
Otros fueron sorprendidos por la creciente y apenas alcanzaron a salir con lo que llevaban puesto.
La mañana del viernes, cuando la ciudad estaba en plena emergencia, la gobernadora hizo una declaración sorprendente: "se desbordó ligeramente el río Cazones, se está atendiendo por Protección Civil, tenemos algunas zonas anegadas”.
Entrevistados por La Silla Rota, vecinos de Poza Rica dijeron que nunca hubo avisos de las autoridades.
“En sí, a tiempo no (hubo aviso), porque a mucha gente le agarró el agua. Entre vecinos nos dimos cuenta que andaba Protección Civil a orillas del río", pero esos trabajadores estatales nunca anunciaron que las viviendas debían desalojarse, dijo el señor Juan Orlando Castillo.
Por su parte, la señora Grindelia Ocampo, entrevistada mientras limpiaba su propiedad invadida por el agua, relató: “la alarma sonó aproximadamente a las cinco de la mañana, pero nadie avisó nada, uno estuvo al pendiente por el face de cuánto iba subiendo el río, pero ninguna autoridad ni Protección Civil avisó nada”.
jcm
