Cada diciembre, los hogares mexicanos se llenan de luces, adornos y el aroma de pino, gracias a la emblemática tradición de colocar el árbol de Navidad. Este símbolo navideño, más que una decoración festiva, guarda una profunda carga histórica y cultural que ha evolucionado a lo largo de los siglos, adaptándose a las costumbres y creencias de cada región.
La tradición del árbol de Navidad tiene raíces que se remontan a las antiguas costumbres germánicas. Aunque no existe un consenso claro sobre su origen exacto, se sabe que los pueblos de Europa central, como los alemanes, fueron los primeros en incorporar un árbol en sus celebraciones navideñas. Este árbol, generalmente un abeto, era decorado con manzanas y otros adornos naturales. En sus orígenes, el árbol representaba el "árbol del paraíso", un símbolo de vida y renovación vinculado al solsticio de invierno.
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El árbol de Navidad se popularizó en Europa durante el siglo XVI, especialmente después de que la reina Victoria de Inglaterra y su esposo, el príncipe Alberto de origen alemán, lo instalaran en el Palacio de Windsor en 1841. Este gesto real ayudó a consolidar la tradición del árbol en toda la sociedad europea y más tarde se extendió a América y otras partes del mundo.
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Así llegó el árbol de navidad a México
La tradición del árbol de Navidad llegó a México a finales del siglo XIX, con la influencia de los colonizadores europeos y, en particular, de las costumbres traídas por los migrantes alemanes y franceses. En el México de finales del siglo XIX y principios del XX, las familias de clases medias y altas adoptaron rápidamente la costumbre de adornar sus hogares con un árbol.
La idea de incluir el árbol en las celebraciones navideñas, además de su simbolismo cristiano, comenzó a ser vista como una manera de resaltar la alegría y el espíritu festivo de la Navidad; con el tiempo, la tradición se fue popularizando entre todas las clases sociales, y hoy en día, el árbol de Navidad es una de las decoraciones más esperadas por todos los mexicanos, y las familias mexicanas decoran sus hogares con árboles de diferentes tamaños, formas y colores, y el espíritu navideño se percibe en cada rincón del país.
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¿Cuál es la fecha ideal para colocar el árbol de Navidad en los hogares mexicanos?
Una de las preguntas recurrentes en las familias mexicanas es cuándo es el momento adecuado para colocar el árbol de Navidad. Aunque no hay una respuesta única, en general, la tradición establece que el árbol debe ser colocado el 12 de diciembre, coincidiendo con la festividad de la Virgen de Guadalupe, patrona de México.
Esta fecha marca el inicio de la temporada navideña en el país y, para muchos, es el punto de partida para las celebraciones que culminarán el 24 de diciembre, con la Nochebuena.
Sin embargo, otras familias optan por colocar el árbol de Navidad el 16 de diciembre, justo antes de que inicien las posadas, otra tradición profundamente arraigada en el país. Las posadas, que representan el peregrinaje de María y José en busca de un lugar donde descansar, se celebran durante los nueve días previos a la Navidad y marcan una cuenta regresiva para el gran día.
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¿Cuál es la fecha para quitar el árbol de navidad?
Por otro lado, la fecha exacta para retirar el árbol varía según la tradición familiar. Algunas familias mexicanas lo dejan hasta el Día de Reyes (6 de enero), mientras que otros lo guardan hasta el Día de la Candelaria (2 de febrero).
Sin embargo, no todas las culturas o personas siguen las mismas reglas. En otros países, como Estados Unidos y algunas partes de Europa, la fecha más común para quitar el árbol de Navidad es el Día de Año Nuevo, el 1 de enero, o poco después, ya que consideran que las festividades navideñas finalizan con la llegada del Año Nuevo.
AJA