Desde hace 13 años, Caro Olguín pelea por su vida contra un cáncer altamente agresivo que inició en su seno derecho y que se extendió a 11 órganos de su cuerpo, debido a que ya le hizo metástasis cinco veces por no obtener quimioterapias constantes de parte del ISSSTE.
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El cáncer con el que vive Caro se llama HER2 3+ y es muy agresivo pero no mortal, siempre y cuando las quimioterapias sean constantes, incluso en remisión; ella se trata en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
“El cáncer que me dio es agresivo, controlable, pero agresivo y las quimios tienen que ser de por vida. Entonces imagínate me las quitan y regresa", aclaró Caro Olguín para este medio.
La quinta vez que su cáncer hizo metástasis fue cuando el doctor Miguel García del hospital Bicentenario Tultitlan no le recetó a Caro pastillas de quimioterapia cuando ella entró en remisión y tampoco la mandó a hacerse una Tomografía de Emisión de Positrones (PET) que ayuda a conocer qué tanto se extendió el cáncer en su cuerpo.
Por esto Caro acudió con un oncólogo particular que le solicitó hacerse un PET –este estudio cuesta más de 22 mil pesos–, con esto le demostró al médico del ISSSTE que necesitaba las pastillas, pero ya era muy tarde y la metástasis regresó.
La propagación del cáncer obligó al doctor García a cambiar el tratamiento de Caro y solicitar al ISSSTE una nueva quimio, pero esto lo hizo hasta el día siguiente, ya faltaban la cita con Caro terminó a minutos de su hora de salida, esto molestó mucho a Caro.
“Tenía que meter la solicitud para mi nuevo tratamiento. Era jueves como a las 12:30 y me dice ‘la meto mañana viernes porque yo ya voy a salir’. Como si el cáncer dijera ‘ah, bueno entonces yo me quedo tranquilo y no crezco’”, dijo entre lágrimas y muy molesta Caro.
Este médico ya renunció al ISSSTE y Caro no sabe por qué. Actualmente la atiende un médico que trabaja solo los fines de semana en el mismo hospital, con él ya retomó el tratamiento y, pese a que se lo dieron 37 días después de lo debido, ya tiene quimioterapia.
Ya no confía del todo en el ISSSTE y consulta a un oncólogo particular cuando duda
Este tipo de experiencias llevaron a Caro a no confiar del todo en lo que le recetan, a estar al pendiente de los estudios que el instituto pasa por alto y en el tiempo que tardan en aprobar sus tratamientos, por esto se ve con un oncólogo particular que monitorea y revisa las decisiones que los médicos toman para su tratamiento.
“Me veo con un particular y le digo lo que me recetan y lo que no, entonces me manda estudios para que el del ISSSTE (el médico) vea como estoy y me de lo que necesito. He tenido que ponerme quimios con él porque el ISSSTE tarda mucho en aprobarlas y yo las necesito para no ponerme peor”, relató Caro Olguín en entrevista con La Silla Rota.
En enero de este año y bajo la atención del nuevo médico del ISSSTE, Caro tuvo que pagar 42 mil pesos por una sola dosis de Enhertu, la quimioterapia que toma actualmente, para así no romper la periodicidad del tratamiento que de ser por el ISSSTE y el largo tiempo que les toma aprobar los tratamientos, no sería posible.
Pasó más de 37 días sin quimioterapia, Caro se manifestó vía su cuenta de X –antes Twitter– para pedirle “urgentemente” al ISSSTE que le regresaran su tratamiento y aprobaran la siguiente ronda de quimio porque “no se quiere morir aún”.
Para poder pagar esta dosis de Enhertu, Caro y su esposo organizaron donaciones, rifas y demás; afortunadamente el ISSSTE sí cuenta con esta medicina y, en caso de que todo siga bien, Caro podrá continuar con sus rondas de quimioterapia.
¿Qué sigue para Caro y su familia?
En entrevista con La Silla Rota, Caro Olguín lloró mientras repetía “todavía no me quiero ir”; ella está segura de que no quiere morirse aún y su plan es seguir luchando contra el cáncer HER2 3+ que le provoca anemia, visión reducida y mala digestión.
Ella es periodista, estudió en la Escuela de Periodismo “Carlos Septién García” y hasta el 2012 daba clases de redacción en el CCH Naucalpan; desde su primer diagnóstico su mamá y su esposo no se han separado de su lado y tampoco sus tres perritos adoptados.
Varias personas en redes sociales le han dicho a Caro que “ya está vieja” y que “ya no le queda mucho que vivir”, pero ellos no podrían estar más equivocados. Caro quiere vivir y asegura que aún le falta mucho por descubrir.
“Tengo en mi vida a mi esposo, a mi mamá y a mis tres perritas. Tengo mis amistades y mi canal… creo que son muchas cosas por hacer y definitivamente todavía no me quiero ir. Todavía tengo que dar, disfrutar y amar muchas cosas”.