ERNESTO ZEDILLO

Ernesto Zedillo le manda mensaje a Claudia Sheinbaum: le pide no gobernar con caudillo al lado

Zedillo criticó que habiendo ganado una elección en junio pasado, el partido en el poder se dispone a ejercer sus facultades y se abocan además a transformar el sistema político mexicano sin tener mandato del pueblo

Créditos: Marco Antonio Martínez / La Silla Rota
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El ex presidente Ernesto Zedillo dijo a la presidenta Claudia Sheinbaum que los mexicanos requieren un país democrático. “No necesitamos un país que sea una autocracia de partido hegemónico, donde el poder real e inmenso lo ejerza un caudillo instalado oculto a la oficina anexa de la presidencia de la República, queremos una presidenta de verdad que mande a las facultades constitucionales conforme a las reglas de una República democrática”.

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El ex presidente, en seminario de Perspectivas económicas llevado a cabo en las instalaciones del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), alertó que las reformas que se emprendieron en septiembre del año pasado y que han avanzado a paso vertiginoso, han hecho del país uno que no es democrático, sino que es una autocracia de partido dominante, "lo que fuimos durante muchas décadas del siglo 20", dijo.

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Cuartoscuro

 

El expresidente de México, Ernesto Zedillo, Zedillo, se refirió a lo dicho por la presidenta Claudia Sheinbaum el 29 de diciembre, de que México es quizá el país más democrático del mundo.

Dijo que si los mexicanos quieren que su país sea democrático deben pedirle a la presidenta querer ser democrática y tomar acciones como detener la destrucción de las normas e instituciones que dieron democracia al país en el último cuarto de siglo. Ni siquiera eliminar las reformas legislativas recientes, sino abrir un espacio para la deliberación y análisis para confirmar que obedecen a buenos objetivos, no a construir una tiranía y no el de destruir un de por sí Estado precario de derecho, remarcó Zedillo, que gobernó a México entre 1994 y el 2000 y fue el presidente que reconoció la primera derrota del PRI.

“Los mexicanos no necesitamos un país que sea una autocracia de partido hegemónico, donde el poder real e inmenso lo ejerza un caudillo instalado oculto en la oficina anexa de la presidencia de la República, queremos una presidenta de verdad que mande con las facultades constitucionales conforme a las reglas de una República democrática”, expresó, lo que causó que los presentes en el seminario Perspectiva Económicas 2025, en el auditorio Raúl Bailleres, del ITAM, le aplaudieran.

El exmandatario mexicano, convertido en catedrático en la Universidad de Yale, lamentó que a partir de las reformas aprobadas por el Poder Legislativo desde septiembre pasado, el país ha pasado de ser un Estado democrático a convertirse en una autocracia.

“Esto nos toma en el peor momento, particularmente grave para que las reformas que se emprendieron en septiembre del año pasado y que han avanzado a paso vertiginoso, puedan completarse y definitivamente hacer de nuestro país uno que no califica como democrático, sino que se ha convertido en la autocracia de partido dominante, lo que realmente fuimos durante muchas décadas del siglo 20”, expuso el exmandatario.

Zedillo expuso sus ideas a distancia, de manera virtual y dijo que durante la elección del 2 de junio pasado, los mexicanos no salieron a votar por destruir la democracia mexicana, como está haciendo el partido hegemónico.

“No se les preguntó eso, fuimos a votar para elegir a nuestros representantes en un país democrático. No fuimos a las urnas para decir transfórmese la democracia mexicana en una tiranía”, puntualizó.

Hacia un estado policíaco

Además, Ernesto Zedillo externó su preocupación porque con la militarización y el acotamiento a los derechos como es la prisión oficiosa, -que de preventiva no tiene nada, consideró-se esté creando un Estado policial.

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El seminario contó con la presencia de otros ex funcionarios. Uno de ellos, el embajador de México ante Estados Unidos, Arturo Sarukhán.

Criticó que de parte del gobierno mexicano no se esté leyendo bien las señales que manda Estados Unidos ante la próxima toma de protesta de Donald Trump, como que el próximo secretario de Estado sea el senador Marco Rubio, a quien definió como alguien con gran conocimiento de América Latina y quien tiene en la mira a México por sus posturas favorables hacia Cuba, Venezuela y su coqueteo con Rusia.

Sugirió al gobierno de la presidenta Sheinbaum reconstruir al Estado mexicano, ya que lo que heredó de Andrés Manuel López Obrador es un Estado base 0, sin presupuesto ni banda ancha y con cónsules impresentables que solo operan en Washington.

También advirtió que no descarta que apenas Trump asuma la presidencia por segunda vez le llamará a Sheinbaum para pedirle que acepte el envío de equipo para destruir laboratorios de fentanilo en México y no descarta que según sea la respuesta de la presidenta de México, Estados Unidos envíe un dron para destruir laboratorios.

Hace falta una reforma fiscal

También estuvo en el seminario itamita el ex presidente del Banco de México, Guillermo Ortiz.

Para el también ex secretario de Hacienda durante un tramo del gobierno de Zedillo, la presidenta Sheinbaum enfrente una paradoja en su administración. Busca atraer más inversión pero al tener a su vez el objetivo de continuar la agenda del anterior presidente, López Obrador, no lo conseguirá.

“Entre más se sigue la agenda de López Obrador hay más incentivos para el riesgo país”, advirtió.

Incluso, Ortiz consideró que aun no se sabe en dónde esta parada Sheinbaum, si está haciendo lo que le pide López Obrador, si está entre las presiones legislativas de su partido, y además tiene la necesidad de una reforma fiscal.

Pero le puede favorecer que el instinto de Morena por la acumulación de poder y buscar suprimir a la oposición genere pleitos internos en el partido. “Eso es una oportunidad para Sheinbaum”, dijo.

En el mismo seminario estuvo quien fuera subsecretario de Hacienda, Alejandro Werner, quien coincidió con Guillermo Ortiz en la de una reforma fiscal.

El director fundador del Instituto Georgetown de las Américas dijo que el gobierno anterior aumentó las transferencias pero afectó a los servicios públicos.

Werner recordó que como subsecretario en el gobierno de Felipe Calderón negoció el presupuesto, y reconoció que en el mandato de López Obrador fue buena idea el aumento al salario mínimo y las consecuencias fueron bajas, pero reiteró que el gran deterioro viene en los servicios públicos.

“Es un desastre”, calificó.

También coincidió en que el gobierno quiere que venga el sector privado a invertir pero no hace cosas para ser atractivo ni para compensar el deterioro institucional.