De madrugada, el Senado de la República aprobó en lo general y particular la reforma constitucional para la adscripción de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y otorgarle facultades de investigación.
La discusión comenzó a las 22:00 horas del 24 de septiembre, y la votación fue de 86 votos a favor, con lo que el partido Morena y sus aliados, Verde Ecologista de México y del Trabajo obtuvieron la mayoría calificada. Como ocurrió con la reforma judicial, también contaron con el voto del senador panista, Miguel Ángel Yunes Márquez.
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La minuta de la reforma será enviada a los Congresos estatales para someterlo a su discusión y votación, en caso de de aprobarse en 17, se convertirá en una reforma constitucional. Se espera que la aprobación se de este fin de semana.
Debido a ello, el presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña convocó a sesión el domingo 29, para recibir la minuta de los estados, turnarla a la Cámara de Diputados, y que esta se la envíe al presidente Andrés Manuel López Obrador, autor de la iniciativa original, y la firme antes de dejar el cargo, el 30 de septiembre.
La aprobación se da un día antes del décimo aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, entre cuyos reclamos al actual gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador es que no se ha aclarado el papel que tuvo el ejército en la desaparición de los normalistas.
Niegan militarización
La tónica de la discusión de los senadores estuvo marcada por la defensa de los morenistas y sus aliados por la reforma y la negativa de que con esta se vaya a militarizar al país.
Así lo hizo la senadora Citlalli Hernández en la presentación del dictamen, quien expuso que la reforma consolidará la eficacia de la Guardia Nacional frente a un complejo escenario de seguridad. En tribuna aprovechó para referirse a los tuits que ella y otros morenistas postearon hace años en los que se oponían a la militarización y a que el ejército participara en tareas de seguridad.
“Nos sacan posturas de hace 12 años en tuits alegando que estamos alejados de los mismos, somos los mismos y tan congruentes como siempre”, sostuvo.
El ex candidato a la presidencia y actualmente. Senador panista, Ricardo Anaya, en su participación reprochó que la aprobación se diera de noche.
“De noche quisieron que pasara la militarización del país pero que no pase desapercibida”, manifestó en tribuna.
Añadió que la militarización de la seguridad, que viene desde Vicente Fox, siguieron Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y ahora López Obrador, es una estrategia fallida y no funciona para pacificar el país.
Reprochó también que faltar a la verdad denigra el debate parlamentario.
Por su parte, la senadora de Movimiento Ciudadano, Alejandra Barrales recordó que en la discusión del dictamen en comisiones se llegó al extremo de que negaron que la reforma fuera militarización y la llamaran mexicanización, en referencia a lo que dijo el senador de Morena, Oscar Cantón Zetina. Afirmó sobre el riesgo de militarizar a la Guardia Nacional, ante los hechos de que las fuerzas militares son de las más señaladas por violaciones a derechos humanos.
Fortifican Senado
El 24 de septiembre, previo a la sesión, el Senado amaneció rodeado de vallas metálicas y con la orden para el personal de resguardo de impedir la entrada a quienes no estuvieran acreditados, lo que incluyó a los representantes de medios de comunicación.
Al mediodía llegaron 23 camiones de normalistas de Ayotzinapa, que realizaron un mitin para exigir conocer el paradero de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en 2014. También se sumaron a las críticas de que la Guardia Nacional se militarice con esta reforma. Al concluir su mitin, arrojaron 9 petardos, de los cuales 4 estallaron.
La senadora morenista, Lucía Trasviña resultó lesionada, ya que tenía la ventana de su oficina abierta, pero continuó conectada a la sesión. Además, hubo algunos cristales y barandales dañados. De los cuatro petardos que no estallaron, fueron retirados por el Grupo Fuerza de Tarea.
Sobre las vallas colocadas alrededor del Senado, el presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña reconoció que tomo una decisión que fue mal recibida, pero que era necesaria para garantizar la seguridad de trabajadores, trabajadoras, y de senadores y senadoras.
Reconoció que la sesión no comenzó el 25 de septiembre, precisamente, por la cercanía con el décimo aniversario de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa.
“No, no, no. No, no, la acercas al 26. No, no, no, sería una irresponsabilidad”.
Puntos clave de la Reforma de la Guardia Nacional
- Fuerza de seguridad con origen militar: La reforma plantea que la Guardia Nacional sea definida como una fuerza de seguridad pública, pero con personal de origen militar. Esto solidificaría su carácter híbrido, manteniendo un enfoque en tareas de seguridad pública, pero con una estructura y entrenamiento basados en disciplinas militares.
- Designación y control por la Sedena: El titular de la Guardia Nacional sería designado por el Presidente de la República, a propuesta del titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Además, la Sedena sería la encargada de manejar el presupuesto de esta institución, lo que refuerza el control militar sobre la misma.
- Vinculación con la Estrategia Nacional de Seguridad Pública: La Guardia Nacional operaría bajo el mando de la Sedena para implementar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, la cual sería diseñada por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC). Este punto subraya la integración de la Guardia Nacional en el esquema de seguridad nacional.
- Jurisdicción militar: Los miembros de la Guardia Nacional solo podrían ser juzgados por tribunales militares, lo que establece un sistema de justicia interno exclusivo para este cuerpo, alejándolos de la jurisdicción civil.
- Labores de investigación: Además de sus tareas de seguridad, la Guardia Nacional también podría realizar labores de investigación, ampliando su rol en la prevención y combate del crimen.
- Derechos laborales y reestructuración del personal: El personal militar y naval que se integre a la Guardia Nacional dejará de formar parte de su fuerza armada de origen, pero mantendrán sus derechos laborales intactos. Por otro lado, los antiguos miembros de la extinta Policía Federal que aún permanecen en la Guardia Nacional serían cesados y transferidos a la Secretaría de Seguridad.
- Ley de Seguridad Interior: La reforma también otorgaría al Congreso la facultad de crear una Ley de Seguridad Interior, que regularía la participación de las Fuerzas Armadas (Ejército, Marina y Fuerza Aérea) en tareas de seguridad pública. Esta disposición abre la posibilidad de que los militares puedan desempeñar más funciones ajenas a la disciplina estrictamente militar, lo que diluiría los actuales límites constitucionales que restringen su participación en tiempos de paz.