Por órdenes de Gerardo Fernández Noroña, presidente de la mesa directiva del Senado, el edificio quedará blindado este martes durante la discusión de la reforma constitucional para transferir la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
En el edificio que según otros morenistas es “la casa del pueblo” habrá vigilancia especial para suspender el acceso a ciudadanos que no trabajan en la Cámara.
Por medio de un aviso que se dio a conocer esta noche, Fernández Noroña señaló que la medida obedece a la necesidad de mantener la “inviolabilidad” del recinto.
El aviso señala que se impedirá el acceso a quienes no sean asesores del Legislativo o senadores.
Durante la discusión de la reforma judicial, trabajadores de ese órgano del Estado ingresaron al Senado y exigieron que se escucharan sus objeciones a la iniciativa.
Para repelerlos, el personal de seguridad usó espuma de extintores y la sesión se suspendió para reanudarse en la antigua sede de Xicoténcatl, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Antes de la votación Fernández Noroña abandonó la imparcialidad que supuestamente debe tener el presidente de la Mesa y criticó a la oposición por rechazar la propuesta para cerrar con la frase “la reforma va”.
Apenas el viernes pasado, Noroña protagonizó un altercado con otro usuario de un salón de lujo en el aeropuerto de la Ciudad de México y usó las comunicaciones oficiales para exigir que se castigara a la persona que lo increpó.
La noche de este lunes, las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos del Senado aprobaron en lo general la iniciativa para transferir a la Guardia Nacional enviada por la Cámara de Diputados para que sea discutida este martes en el pleno.