A una semana de que concluya la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, el balance de su política en materia laboral es negativa porque la expectativa que generó de realizar una transformación profunda en las condiciones laborales del país, no solo quedó incumplida, sino que varios indicadores empeoraron, destaca Manuel Fuentes Muñiz, abogado laboralista y articulista de La Silla Rota.
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Uno de los principales puntos que cuestiona Fuentes es la falta de impacto positivo en los salarios de los trabajadores. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Fuentes destacó que el 60% de los trabajadores en México no perciben más de dos salarios mínimos generales, mientras que el 80% no supera los tres salarios mínimos.
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"La reforma laboral no ha coadyuvado a que haya una mejora en los salarios de los trabajadores", subrayó el especialista. La mejora en los salarios contractuales no se ha dado realmente", explicó. "Mi balance es negativo", afirmó durante una entrevista con La Silla Rota.
Desde el inicio del sexenio, la narrativa gubernamental ha resaltado el incremento en el salario mínimo como uno de sus logros, sin embargo, Fuentes matiza este éxito al señalar que el aumento solo beneficia a un porcentaje pequeño de los trabajadores.
"Este gobierno se jacta de que por primera vez en décadas el salario mínimo aumentó como nunca. Pero el incremento es para aquellos que perciben este salario, lo que equivale a poco más de 400,000 trabajadores, cuando en México hay más de 22 millones de asalariados registrados en el Seguro Social", puntualizó.
¿Cuál es la promesa incumplida de AMLO en materia salarial?
El abogado experto en temas laborales destacó la falta de correlación entre el aumento del salario mínimo que se dio durante el sexenio y los salarios generales. "Este año fue el 20% de incremento al salario mínimo, pero los demás salarios apenas aumentaron entre un 2% y un 4%", agregó.
Otro de los puntos críticos en la gestión laboral del gobierno actual es la notable reducción en la actividad sindical. Fuentes lamentó que, aunque la huelga sigue siendo una de las pocas herramientas legales que tienen los trabajadores para demandar mejores salarios, el número de emplazamientos a huelga ha caído drásticamente durante el sexenio.
"Cuando López Obrador llegó al poder, había aproximadamente 12,000 emplazamientos a huelga anuales. Para 2023, esta cifra se redujo a poco más de 2,000", reveló Fuentes. A su juicio, esta disminución no refleja una mejora en las condiciones laborales, como podría argumentar el gobierno, sino una creciente debilidad del sindicalismo.
"La única puerta para poder pedir incrementos salariales es a través de una huelga. Pero los sindicatos han perdido fuerza, y eso ha debilitado a los trabajadores en su capacidad de negociación", afirmó.
El entrevistado también abordó el fenómeno del sindicalismo falso o "sindicatos blancos", aquellos controlados por los patrones para simular una representación laboral.
"De cada diez sindicatos registrados en nuestro país, nueve son juguetes de los patrones", criticó Fuentes, refiriéndose a los contratos colectivos que son negociados por representantes sindicales que en realidad responden a los intereses empresariales.
Contratos colectivos: una cifra alarmante
El panorama es aún más desolador cuando se trata de los contratos colectivos de trabajo. De acuerdo con Manuel Fuentes, al inicio de la reforma laboral se presumía que en México había alrededor de 550,000 contratos colectivos. Sin embargo, al investigar a fondo, se descubrió que solo existen 130,000.
"De esos, después de un proceso de legitimación que duró cuatro años, apenas un poco más de 30,000 lograron sobrevivir", mencionó Fuentes. Si bien el número de contratos colectivos validados puede parecer significativo, el entrevistado invita a ponerlo en perspectiva.
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"En México existen más de 6.8 millones de centros de trabajo. Si hacemos una relación, el porcentaje de centros de trabajo con contrato colectivo es del 0.00027%. Para llegar al 1%, tendríamos que multiplicar esa cifra por 277 veces", expuso el abogado.
Al hablar de lo que López Obrador deja como herencia a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, el analista explica que le dejará un complejo panorama laboral. Entre los principales retos, mencionó el insuficiente presupuesto destinado al Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, una entidad clave para la implementación de la reforma laboral.
"Este centro tiene el 81% de sus trabajadores en plazas eventuales, y perciben menos del 40% del salario que otras oficinas similares en el país", advirtió Fuentes.
Además, el abogado destacó la urgencia de aumentar el número de inspectores laborales, cuyo recorte ha afectado la capacidad de vigilancia de las condiciones de trabajo. Explica que cuando se lanzó la reforma laboral, en mayo de 2019, se emitió un decreto de austeridad que mutiló el presupuesto de varias dependencias, incluyendo la secretaría del Trabajo y de un día para otro el país perdió 500 inspectores laborales.
A pesar de las intenciones del gobierno de López Obrador de mejorar las condiciones laborales del país, Fuentes Muñiz concluye que los resultados han sido insuficientes.
"La reforma laboral no ha dado el resultado correspondiente. Hay leyes, pero no tienen eficacia porque no hay vigilancia, no hay representación sindical real y las autoridades no cuentan con los recursos necesarios", sentenció el especialista.