El gobierno federal destinó un total de 664,067 millones de pesos al costo financiero de la deuda entre enero y julio de este año, lo que representa un incremento del 4.1% en comparación con el mismo periodo de 2023. Esta cifra equivale al 2.5% del Producto Interno Bruto (PIB), porcentaje que aumentó a 3.3% en 2023 y se espera que alcance un 3.6% este año.
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El sexenio que está por concluir dejará un aumento de deuda sin precedentes en términos absolutos, alcanzando los 6.6 billones de pesos. Este panorama financiero pone en una situación crítica al próximo gobierno, liderado por Claudia Sheinbaum, que heredará unas finanzas públicas en “la cuerda floja”, de acuerdo con información de El Financiero. La falta de respaldo de los fondos de estabilización para enfrentar futuras crisis económicas es uno de los principales factores que agrava la situación.
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A pesar de la disminución del déficit fiscal que presume el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, el Fondo Monetario Internacional (FMI), estimó que en los próximos años la deuda del sector público en México continuará con una tendencia a la alza para ubicarse por encima del 50 por ciento, en relación con el PIB. De acuerdo a las proyecciones del FMI, la deuda pública neta del país sufrirá un incremento, ya que pasará de 47.9 por ciento del PIB registrado en 2023 al 50.3 por ciento en 2024, por lo que logrará ubicarse en un nivel de 50.8 para 2029
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Arely Medina, economista de investigación en Citibanamex, subrayó la preocupación sobre el aumento de la deuda en relación con el tamaño de la economía. Medina estima que este año la deuda pública podría superar el 50% del PIB, una barrera psicológica que podría alertar a los mercados financieros y a las agencias calificadoras de riesgo.
"Para 2024, estimamos que Hacienda manejará una deuda neta equivalente al 51.2% del PIB, y para 2025 la cifra podría llegar al 52.5%", proyectó Medina. Este nivel de endeudamiento es considerado crítico, ya que, según la especialista, "a partir del umbral del 50% del PIB, las calificadoras y los mercados serían más sensibles a los riesgos financieros de la nación".
Retos para la próxima administración
Con la salida del actual gobierno, la administración entrante de Claudia Sheinbaum se enfrentará a una situación fiscal complicada, marcada por la escasez de recursos provenientes de los fondos de estabilización, que tradicionalmente han servido como una especie de colchón financiero en tiempos de crisis. Sin este respaldo, la nueva administración deberá tomar decisiones difíciles para evitar una mayor erosión de la confianza en los mercados internacionales.
El aumento sostenido del costo financiero de la deuda, junto con el creciente peso de esta sobre el PIB, presiona a la próxima administración para implementar estrategias de consolidación fiscal y reducción de deuda. Aunque la deuda pública sigue siendo manejable en comparación con otras economías emergentes, el deterioro en las métricas clave podría llevar a una degradación de la calificación crediticia del país, encareciendo aún más el servicio de la deuda.
El pronóstico de Hacienda
A finales del pasado mes de julio, el secretario de Hacienda de México, Rogelio Ramírez de la O, anticipó este miércoles que la deuda pública alcanzará el 48.6% del Producto Interno Bruto (PIB) al concluir el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador el próximo 1 de octubre. Esto representa un aumento de 4.9 puntos porcentuales en comparación con el inicio del sexenio.
Ramírez de la O, quien permanecerá en su cargo cuando Claudia Sheinbaum asuma la presidencia, destacó en la conferencia matutina en Palacio Nacional que durante el gobierno de López Obrador (2018-2024) ha sido una "tarea diaria" mantener el equilibrio entre ingresos y gastos.
"Esta medida está presentada de manera sucinta en una meta, entre otras, no es la única, de que la deuda pública se mantenga estable en un nivel, hoy está en 48.6% del producto interno bruto y esta es la cifra que va a presentar el presidente al terminar su Administración", manifestó el secretario.
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El sexto informe de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador proporcionó datos en varios sectores, pero en materia económica no habló de la necesidad de promover el crecimiento económico para incrementar la prosperidad de la población, ni mencionó que su gobierno ha alcanzado un nivel de endeudamiento histórico. En un contexto de altas tasas de interés, adquirir deuda resulta muy caro.
La recaudación de impuestos en México crecerá en 2024 a 4.9 billones de pesos, desde 3.1 billones en 2023, lo que representará un incremento nominal de 61.4%, de acuerdo con el presidente Andrés Manuel López Obrador en su sexto informe de gobierno.
Según México Evalúa, de enero a julio, los ingresos tributarios del sexenio crecieron 18.6% respecto al mismo periodo del último año del sexenio anterior. Sin embargo, con Enrique Peña Nieto los ingresos aumentaron 87.5%.Lo anterior se explica por un alza del ISR de 19.7% con López Obrador, de 64.1% con Enrique Peña Nieto, de 29.1% con Felipe Calderón y de 46.2% con Vicente Fox.
Jorge Cano, investigador de México Evalúa dijo a La Silla Rota que este sexenio cerrará con el menor crecimiento de ingresos públicos de las últimas cuatro administraciones, ya que éstos han aumentado sólo 6.7% en los últimos cinco años.
Y aunque en 2023 la recaudación tributaria se expandió notablemente, no fue suficiente para contrarrestar la caída de los ingresos petroleros, los cuales fueron de 1.07 billones de pesos, 31% menores a los de 2022 y el segundo peor monto en los últimos 15 años.