“Es que en esta calle todos son panistas pero yo encantada de tenerla aquí”, dice la señora Teresa, una de las vecinas de la calle en donde la próxima presidenta tiene su casa de transición y desde donde ha trabajado en su proyecto de gobierno luego de su triunfo en las urnas.
Los días siguientes a la elección del 2 de junio, la vida para los vecinos de la calle Acuario, en la colonia El Prado, cambió debido a la instalación de la oficina de transición de la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo.
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Si bien la propiedad con un patio y dos niveles ya era usada por Sheinbaum anteriormente, esta casa se convirtió formalmente en su espacio para trabajar durante el periodo de transición.
“Ya desde antes venía y entraba, pero era muy discreto, nada como ahora que están periodistas, entran y salen camionetas, está la policía”, dice una vecina de Acuario, que admite no tener simpatía por Claudia Sheinbaum y su proyecto.
Incluso, otros vecinos y comerciantes aseguran que la mayoría de quienes viven en esa zona no tiene simpatía por la que será la próxima presidenta y el movimiento que la llevó a ser candidata.
Quizá de las pocas personas de la calle Acuario que apoyan a la virtual presidenta electa son la señora Teresa.
La vecina lleva viviendo varios años en la calle Acuario. Al salir a pasear a su perro por la zona y aprovechar para observar el movimiento que se da en el lugar, confiesa que ella apoya a Claudia Sheinbaum, caso contrario al de la mayoría de sus vecinos. Incluso se dice feliz de que la morenista esté despachando sus labores en esta etapa de transición, a unos metros de su casa.
“Es que hasta hay más vigilancia, no sé por qué a algunos vecinos no les parece, pero yo sí, estoy contenta que ella haya ganado”, dice la señora Teresa.
Al otro lado de la calle de Acuario esquina con el Circuito Interior, está la cafetería Marago. Su personal ha visto pasar a Claudia Sheinbaum rumbo a su oficina desde antes que fuera candidata a la Presidencia de México.
Pero durante este año han visto cómo su presencia en la oficina que se ubica en los límites de las alcaldías Iztapalapa y Coyoacán ha sido cada vez más constante hasta que a partir del 2 de junio se le ve allí prácticamente todos los días.
“Antes pasaba, nos saludaba, se detenía y saludaba, pero ¿qué te gusta? Pasaba una vez cada semana o cada 15 días, ahora ya viene diario y a algunos vecinos no les agrada eso, es que sí muchos aquí son panistas”, dice Benjamín, barista de la Cafetería Marago.
Para los trabajadores de Marago, la etapa de transición ha provocado que la gente les pida referencias de la ubicación de la oficina de la próxima mandataria.
“Viene la gente y nos preguntan ‘¿Oye, por aquí está la oficina de Claudia Sheinbaum?’ Nosotros no nos metemos en problemas y no es grosería, pero no decimos nada”, comenta personal del negocio.
“Pero nos ha tocado que vienen y nos dicen, o incluso consiguen el número telefónico de aquí y nos piden contactar a la doctora, es gente que quiere verla o hablar con ella: ‘oye, es que le quiero hacer llegar un escrito o que una carta’, pero pues nosotros no tenemos nada que ver, aquí a veces viene su gente a comer o hasta le han pedido comida, pero nada más”, dice entre risas el barista.
Desde el 2 de junio pasado se instalaron cámaras de seguridad en la zona, hay un módulo de policías en la calle contigua, se cambió la banqueta afuera de la casa de transición y en general, hay mucho movimiento de personas y autos; desde medios de comunicación, funcionarios nacionales e internacionales y uno que otro simpatizante de la que será la primera mujer presidenta de México.
La vecina, que pidió omitir su nombre, reconoce que no apoya a la morenista. Dice que se ha ido acostumbrando a la presencia de la casa de transición, sabe que será de manera temporal, hasta que Claudia Sheinbaum sea ungida con la banda presidencial.
“No pasa nada, ya en octubre esto será lo que era antes, y como dije, yo no voté por ella y no pasa nada que esté aquí, al final es una calle cerrada, el ajetreo pues ya pasará”.
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GPH