El pasado mes de marzo, se detectaron 15 personas y seis empresas presuntamente involucradas en el lavado de dinero obtenido por el cártel de Sinaloa a través del tráfico ilegal de fentanilo, según informó el Gobierno de Estados Unidos.
Entre los acusados se encuentra la empresa de teléfonos móviles 'Smart Depot' y varias personas, incluidos los hermanos Arturo D'Artagnan Marín González, de 27 años, y Porthos Marín González, de 28 años, quienes fueron señalados como líderes en operaciones de lavado de dinero y compra de fentanilo para el cártel de Sinaloa mediante este negocio.
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“La OFAC sancionó a Smart Depot, una empresa de telefonía celular con sede en México, y a varios actores relacionados, entre ellos los hermanos Arturo D’Artagnan Marín González (Arturo Marín) y Porthos Marín González (Porthos Marín), responsables de operar una trama BMPE para el cártel de Sinaloa”, se puede leer en el informe oficial de las autoridades estadounidenses.
A esta generación de jóvenes líderes, nacidos entre 1996 y 2004, se suma Adilene Mayre Robledo Arredondo, de 28 años, quien desempeña un rol crucial en el cártel, concretando tratos millonarios de fentanilo y reclutando vendedores de drogas. Esta nueva generación ha emergido tras la muerte, encarcelamiento o desaparición de los fundadores del cártel, de acuerdo con Milenio Diario.
¿Quiénes son los futuros líderes del Cártel de Sinaloa?
Se trata de una generación distinta, ya que no son los menores de edad reclutados para laborar en los peldaños más bajos del crimen organizado, como el halconeo o la venta de drogas al menudeo. Estos jóvenes son líderes con complejas responsabilidades, de las cuales depende el éxito financiero de la organización criminal.
Aunque Rafael Prieto Curiel, del Instituto Matemático de la Universidad de Oxford, calculó que quienes entran a un cártel tienen una probabilidad de 40% de ser asesinados o encarcelados en un plazo de 10 años. Sin embargo, la nueva casta de veinteañeros presenta cifras diferentes, ya que estos jóvenes líderes tienen pactos con autoridades.
La nueva generación nació en familias con enormes fortunas gracias a sus negocios, pues desde pequeños aprendieron a moverse en círculos de poder con políticos, empresarios e influencers, y asistieron a los colegios más caros, donde aprendieron idiomas y negocios internacionales, según el medio.
“Hubo un cambio de estafeta hereditario en el cártel. Y vino una generación distinta. Yo soy escéptico de las becas y los apoyos, porque si de verdad las transferencias directas fuera la receta para la paz, este sexenio no habría terminado como el más violento de la historia moderna de México”, asegura Víctor Hernández, especialista en seguridad nacional de la Universidad Panamericana dijo al medio.