Un día como hoy, pero de hace 108 años se efectuó la denominada Batalla de El Carrizal, cuando un grupo de valientes soldados mexicanos, bajo el mando del general Félix U. Gómez, se encontraron frente a frente con las tropas estadunidenses dirigidas por el capitán Charles T. Boyd en las áridas tierras de El Carrizal, en Chihuahua.
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El general John J. Pershing, jefe de armas de El Paso Texas y el capitán Charles T. Boyd salieron con sus tropas en persecución de Francisco Villa.
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El presidente Venustiano Carranza prohibió a las tropas norteamericanas avanzar en territorio mexicano, pero el general Pershing respondió que continuaría su avance. Ante ello, las tropas mexicanas se hallaban en la cercana población de El Carrizal que colindaba con este rancho y Villa Ahumada.
El 21 de junio de 1916 al amanecer, las tropas norteamericanas fueron avistadas desde El Carrizal, ordenando el general Gómez abrir fuego para impedir el avance de los norteamericanos.
Al comienzo de la batalla, el general Gómez fue herido de muerte, tomando el mando el Teniente Coronel Rivas; Boyd falleció poco después y otro oficial de apellido Morey fue herido; los invasores al verse sin jefes se rindieron tras haber sufrido severas perdidas.
La Batalla de El Carrizal duró cerca de tres horas y tensó aún más las relaciones entre los dos países, pero las tropas mexicanos, aunque superados en número y equipamiento, mostraron una tenacidad y un coraje que sorprendió a los observadores internacionales, ya que los soldados mexicanos demostraron un gran valor el amor a la patria al luchar por la soberanía de nuestro país.
El triunfo de la Batalla de El Carrizal fue inesperado para muchos en el contexto internacional: los estadunidenses fueron vencidos y obligados a retirarse, capturando a varios soldados, incluido el teniente George S. Patton, quien más tarde ganaría fama en la Segunda Guerra Mundial. La victoria por la batalla demostró la resolución del país en defender su independencia y soberanía contra las ambiciones extranjeras.
A pesar de la victoria por la batalla se intensificó las tensiones diplomáticas entre México y los Estados Unidos, llevando a ambos países al borde de una guerra mayor. Sin embargo, la diplomacia prevaleció finalmente; el incidente sirvió como un catalizador para que ambas naciones reconsideraran sus estrategias y buscasen un acercamiento a través del diálogo en lugar del conflicto armado.
La Batalla de El Carrizal se inscribe en la historia como un testimonio del coraje y la determinación del pueblo mexicano, un episodio donde, contra todo pronóstico, se defendió la tierra ante la incursión de una potencia como Estados Unidos.
La batalla marcó la etapa final de la Expedición Punitiva, una incursión autorizada por el Presidente Woodrow Wilson con el objetivo de capturar al revolucionario Pancho Villa tras sus ataques en territorio americano.
Con ello, el 24 de noviembre de 1916, se acordó un tratado en donde se sentaba que la Expedición Punitiva debía abandonar el país. Las tropas estadounidenses no se retiraron sino hasta el 6 de febrero de 1917, es decir, casi dos meses después, sin condiciones, compromisos o arreglos previos, habiendo fracasado completamente en su propósito de capturar a Villa.
Esto provocó un nuevo sentido de patriotismo en el norte del país ya que hubo un gran número de voluntarios que fueron rápidamente entrenados y alistados en el ejército mexicano por temor a un fuerte contraataque por parte de Pershing.