El Instituto Nacional Electoral no instalará 104 casillas el próximo 2 de junio para la elección más grande de la historia. Esas casillas representan a 60 mil 645 electores que tendrán que buscar otras para ejercer su derecho al voto en la jornada electoral en la que se elegirá a la presidenta o presidente, se renovará el Congreso de la Unión y estarán en disputa 8 gubernaturas y la jefatura de gobierno de la Ciudad de México.
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De las 104 casillas en las que no se podrá votar, 88 son de Michoacán, de acuerdo con el informe del INE, Ajustes de instalación de casillas por causas supervenientes. Luego está Oaxaca con cinco casillas que no se instalarán, Sinaloa y Tlaxcala con 3 cada una, y Nayarit y la Ciudad de México con una, respectivamente.
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De acuerdo con la información del INE, en Michoacán las causas son por la situación de violencia en la entidad a causa de la presencia de grupos de la delincuencia organizada, que ha escalado con amenazas a funcionarios de casillas, así como por oposición de algunas comunidades, como en Carpinteros, Zitácuaro, donde la comunidad acordó no permitir la instalación de la casilla para la elección.
En la entidad las personas que no podrán votar suman 54 mil 195 ciudadanos y entre los municipios donde esas casillas no se instalarán se encuentran Cherán, conocido por tener un autogobierno que se instauró para acabar con la explotación de sus bosques por parte del crimen organizado. Un municipio que también ha defendido su territorio de la presencia de talamontes es el de Nahuatzén, y ahí tampoco se instalarán casillas.
Otro municipio donde no habrá algunas casillas para votar es Charapán, que cobró notoriedad cuando el año pasado se dio a conocer en medios de comunicación que su presidente municipal, Carlos Morales Bonaparte, debió dejar el municipio debido a amenazas que recibió por parte de grupos del crimen organizado, lo que lo obligó a gobernar desde otro lado.
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Otro municipio que se quedará en algunos sitios sin casillas es Chilchota, donde apenas el 14 de marzo de este año fueron localizados los cuerpos de 7 hombres con impactos de bala y huellas de tortura. Días después autoridades locales confirmaron que los cuerpos fueron hallados en un campamento de vigilancia de algún grupo delincuencial.
Otro municipio en la misma situación es el de Quiroga, donde también ha habido enfrentamientos entre grupos del crimen organizado. Una situación similar ocurre en Aquila, donde a inicios de este año fue desmantelado un campamento usado por la delincuencia organizada.
En Oaxaca no se instalarán cinco casillas en San Mateo del Mar y en Santo Domingo Platanillo. En el primer municipio existe un conflicto entre integrantes de la comunidad Ikoots, que a causa de disputas causó la muerte de 15 muertes en Huazantlán del Río, en junio de 2020. En el caso de Platanillo es un conflicto territorial con otra comunidad.
En Nayarit también la casilla que no se instalará será por cuestiones de inseguridad, mientras que en Nuevo León una será por el mismo motivo y dos porque el civismo falló y nadie quiso ser funcionario.
En Sinaloa otra casilla no se instalará por inseguridad, perteneciente al distrito 03, que abarca municipios como Angostura y Navolato, donde también hay presencia del crimen organizado.
En la Ciudad de México no fue por motivos de seguridad sino militar, ya que el Ejército Mexicano se opuso a que se instalara una en el Campo Militar 1.
El informe reveló que podría haber más casillas sin instalarse en municipios chiapanecos como Palenque, Bochil, San Cristóbal Las Casas, Tuxtla Gutiérrez, Comitán, Las Margaritas y Huehuetán. El total de casillas en riesgo sería 820.
No instalarlas puede ser oprobioso para la elección
El analista político Gustavo López Montiel coincidió en que para la jornada electoral podría aumentar el número de casillas que no se instalen, especialmente en Chiapas y Michoacán, lo que rompe el principio electoral del INE de acercar lo más posible las casillas a las personas, algo que incluso no pasa en todos los países del mundo, donde se instalan centros masivos de votación a donde las personas se trasladan para votar.
“En el caso de México históricamente se ha llevado a la casilla casi a donde las personas viven y bueno, en estos casos si bien las razones son diversas, de hecho, hay algunas casillas en las dos entidades y en otras en donde en los procesos pasados no se instalaron tampoco por conflictos que hay en las zonas o por violencia que tiene que ver con el crimen, sino también con la que tiene que ver con temas territoriales, de pertenencia a un municipio a otro o por usos o costumbres”.
Sin embargo, el profesor de Ciencia Política en la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey, también precisó que esto ya empieza a ser recurrente porque siempre había sido por una parte una idea del INE instalar todas las casillas al 100% y en este caso por una cuestión de violencia no se va a poder hacer.
Recordó que en cada casilla votan 700 personas y si se multiplica esa cifra por las que no abran el día de la elección, eso se convierte en un número importante.
“No es una casilla o dos, ya son varias”, remarcó.
Pronosticó que el día de la jornada habrá lugares en donde no se podrán instalar casillas por las condiciones de violencia o de inseguridad que se dan en esos momentos, o que en donde se instalan, eventualmente ya en el transcurso de la jornada son robadas o hay razones por las cuales no se tienen que instalar, entonces si multiplicamos todo eso por el número de personas que ya no pueden votar, pues ya resulta oprobioso para la elección”, explicó el académico.
Aunque la no instalación de casillas tiene que ver en la mayoría de los casos con inseguridad, criticó que en el INE no se le ha dado la importancia suficiente al tema para garantizar el derecho de los mexicanos a votar y no se ha puesto en marcha alguna alternativa.
“Es importante particularmente porque entonces no se está garantizando el derecho al voto al 100% y más aún que no hay mecanismos alternos que el INE pueda ubicar para que las personas que no van a poder votar en su casilla, sí lo pudieran hacer bajo otros mecanismos, por ejemplo, el voto electrónico”.
También consideró que el INE le ha puesto poca atención a los procesos para la configuración de las casillas y a la generación de los funcionarios para poder operarlas.
“A lo largo de este proceso hemos visto que no estuvieron los chalecos a tiempo, que no tuvieron, los aditamentos para capacitar o las renuncias que hubo de capacitadores a lo largo del proceso y esto tiene que ver más con que si hay casillas que no se van a poder abrir, será por razones de operatividad del INE”, concluyó.