La Aerolínea del Estado Mexicano, Mexicana de Aviación, ha experimentado un incremento del 1,030% en los recursos destinados a subsidios para el presente año, según un anexo de los Informes sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública del primer trimestre del 2024, publicado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
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El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) aprobó inicialmente 119.7 millones de pesos para el rubro de subsidios y apoyos fiscales, pero este monto se modificó a 1,353.3 millones de pesos, según lo establecido por la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH), de acuerdo con información de El Economista.
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Además de este subsidio, Mexicana de Aviación cuenta con un presupuesto adicional de 8,221 millones de pesos para gastos de operación.
La aerolínea, administrada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y con base de operaciones en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), ha incrementado gradualmente su número de pasajeros desde su despegue el pasado 26 de diciembre. Recientemente, solicitó 20,871.7 millones de pesos al Grupo Aeroportuario, Ferroviario, de Servicios Auxiliares y Conexos, Olmeca-Maya-Mexica (GAFSACOMM), también adscrito a la Sedena, para la adquisición de aeronaves, equipo de apoyo en tierra y herramientas necesarias para su operación.
Sergio Montaño, director de la aerolínea, había mencionado previamente que Mexicana de Aviación tiene como objetivo alcanzar su punto de equilibrio en seis años, es decir, en 2030, y que busca ofrecer tarifas entre el 18 y el 20% más bajas que sus competidores sin sacrificar la seguridad operativa ni la comodidad de sus clientes.
El 26 de diciembre de 2023 Mexicana de Aviación revivió bajo el amparo de las Fuerzas Armadas, como una paraestatal a la que el Gobierno de López Obrador le inyectó 4,000 millones de pesos como inversión inicial y con una operación de tres aviones Boeing 737-800 propios y dos Embraer alquilados.
Problemas de Mexicana de Aviación a 4 meses de operación
El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que sería el propio Gobierno el que contrademandaría a la empresa estadounidense SAT Aero Holdings por incumplimiento de contrato, pues fueron estafados con el arrendamiento de aviones.
Y es que la firma demandó a la aerolínea la semana pasada en Nueva York por un supuesto adeudo de 5.5 millones de dólares, asegurando que el Ejército mexicano no cumplió con el pago para alquilar las aeronaves, por lo que ahora le exige 840 millones de dólares por costos, daños y perjuicios.
No obstante, la Sedena asegura que la estatal Mexicana tiene pruebas de que el incumplimiento fue por parte de la empresa que, según López Obrador, "habían quedado en entregar los aviones en una fecha y no cumplieron".
En el marco de la creación del Fondo de Pensiones para el Bienestar, para el que se estima que el 75% del financiamiento provendrá del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, mientras que el restante 25% se obtendrá de las ganancias generadas por el Tren Maya, el AIFA, la nueva Mexicana de Aviación y las cuentas inactivas de las Afores. Por su parte, el director del Infonavit señaló que existen alrededor de 4,500 millones de pesos pertenecientes 2.2 millones de cuentas inactivas que pueden ser usados para el Fondo de Pensiones para el Bienestar, expuso Carlos Martínez Velázquez.
En este sentido, el ex presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), Mario Di Constanzo, emitió una advertencia en Twitter, señalando que Mexicana de Aviación, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), el Tren Maya y la liquidación de Financiera Rural representan pérdidas para el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, además de que carecen de ganancias y dependen de subsidios.
El proyecto para crear el Fondo de Pensiones para el Bienestar con recursos de las cuentas inactivas en las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores), entre otras fuentes de financiamiento. De acuerdo con el dictamen, las Afores deberán traspasar a dicho Fondo el dinero no reclamado por los trabajadores al cumplir 70 años, en caso de cotizar al IMSS, y de 75 años, si sus aportaciones fueron al ISSSTE.