El pleito entre el Presidente Andrés Manuel López Obrador y la candidata presidencial de la oposición, Xóchitl Gálvez, por la operación de las refinerías del país, continúa.
Esta mañana del lunes 11 de marzo, el mandatario reiteró desde Palacio Nacional que no se cerraría ninguna de las seis refinerías del país porque eso incrementaría el precio de la gasolina y aumentaría la dependencia de la nación de los combustibles de Estados Unidos.
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Por su parte, la abanderada del PRI, PAN y PRD, Xóchitl Gálvez insistió desde su propia conferencia momentos más tarde que las actividades de las refinerías de Cadereyta, en Nuevo León, y Madero, en Tamaulipas, afectan la calidad de aire y salud de las personas que viven en las áreas metropolitanas de Monterrey y Tampico, respectivamente, por lo que insistió en clausurarlas como parte de su estrategia de transición energética.
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“Mi compromiso personal es con la vida de las personas, es con la generación de empleos, pero no por esto tenemos que poner en riesgo a los habitantes de estas regiones”, dijo la candidata de la coalición “Fuerza y Corazón por México” en respuesta a las críticas sobre empleos que hizo el presidente.
La disputa entr Xóchitl Gálvez y AMLO
Mientras López Obrador aseguró desde su conferencia que la transición energética en México podría durara hasta tres décadas, Xóchitl Gálvez indicó que de llegar a la Presidencia de la República, se establecerían mesa de transición con expertos para encontrar la solución más rápida y sin perjudicados.
“La transición energética con justicia y desarrollo es un cambio en la forma en la que obtenemos nuestra energía que debemos de establecer de una manera que sea justa para todos. Ese cambio significa dejar de usar combustibles fósiles como la fuente más importante de energía para usar más energías limpias”, agregó Galvez, explicando que se reubicarían tanto a empleados, como proveedores y las comunidades que se benefician hoy en día de las refinerías por empleos o labores en energías limpias: “Nadie va a perder su empleo y las cadenas de proveeduría también se van a proteger, pero tampoco permitiremos que la gente muera de cáncer”.
Según la hidalguense, se han despedido a más de mil empleados en cada una de las refinerías en disputa, Cadereyta y Madero, desde que López Obrador llegó al gobierno en 2018, y a ninguno se le dio una alternativa de empleo (como ella lo propone cuando se cierren las instalaciones).
“Empleados en Madero, había 5,136 en el 2018 cuando él llegó; ahora hay 4,131. Ya despidió a mil empleados en Madero de manera silenciosa y a ellos no les ofreció una alternativa de trabajo. En Cadereyta había 3,635 trabajadores; ahora solo quedan 2,780. O sea, informarle al alcalde que ya despidieron a cerca de mil trabajadores en Cadereyta sin ofrecerles ninguna alternativa”, acusó.
Por último, la senadora con licencia reclamó que sea el presidente quien le conteste sobre sus propuestas en temas energéticos y no la candidata de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, Claudia Sheinbaum”: “Creo que el Presidente sale a contestar porque la ambientalista, pues no la veo defendiendo refinerías”.