Claudia Sheinbaum Pardo, la candidata a la Presidencia de la coalición Sigamos Haciendo Historia iniciará su campaña este 1 de marzo rumbo a las elecciones del 2 de junio. Lo hace con el ánimo en alto, tal como lo expresó en la solicitud de registro de su candidatura ante el Instituto Nacional Electoral (INE), en un acto que además terminó convertido en mitin político, con la presencia de centenas de simpatizantes suyos y funcionarios, legisladores, gobernadores y alcaldes emanados de Morena.
Ese domingo 18 de febrero la candidata Claudia Sheinbaum convocó a los asistentes al mitin a organizarse para estar el 1 de marzo en el Zócalo capitalino a las 4pm en el Zócalo, y también verse el próximo 2 de junio.
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“No sé si se pueda decir aquí en el INE, pero a vernos también el próximo 2 de junio de 2024 para celebrar el triunfo de la Cuarta Transformación”, expresó, mientras era ovacionada.
Desde la campaña para la coordinación de los comités de Defensa de la Cuarta Transformación, en la que participaron sus compañeros de partido el excanciller Marcelo Ebrard, el senador Ricardo Monreal, el exsecretario de Gobernación, Adán Augusto López y el diputado federal del Partido del Trabajo, Gerardo Fernández Noroña y el senador del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Manuel Velasco, el equipo de Sheinbaum afirmaba ir en primer lugar de las encuestas, en ese caso internas.
Después, en la precampaña, realizada del 20 de noviembre al 18 de enero, también afirmó ir en primer lugar, con más de 20 puntos encima de su rival más cercana, que ya para entonces se sabía que era Xóchitl Gálvez. Pero el nombre de la exsenadora apenas y ha sido pronunciado por Sheinbaum.
Pese a la abultada ventaja que presumen tanto Sheinbaum como el dirigente de Morena y coordinador de la campaña, Mario Delgado, ambos han pedido a los militantes y simpatizantes no confiarse, y para ello han pedido hacer labor de propaganda y como si fuera pirámide o método de alguna religión evangélica, les han pedido convencer a 10 personas más para que voten en las elecciones del 2 de junio.
La exjefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, llega con el aval del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien desde su conferencia mañanera la ha colmado de elogios, le ha dicho que es una persona de primera, intachable, honesta e íntegra. Eso se leyó desde que era la favorita para sucederlo.
Claudia Sheinbaum y AMLO, viejos conocidos
Sheinbaum acompaña a López Obrador desde que el exdirigente del PRD ganó la jefatura de Gobierno, en el 2000. La propia Sheinbaum ha contado que fue cuando el político tabasqueño se le acercó a ella, siendo investigadora de la UNAM, para invitarla a formar parte de su gobierno, como secretaria de Medio Ambiente, ella aceptó.
Lo acompañó en ese cargo en los primeros cinco años de gobierno. A ella, como secretaria de Medio Ambiente, le encargó el segundo piso del Periférico, que levantó miles de críticas, pues fomentaba la cultura del automóvil en la capital mexicana, además agobiada frecuentemente por la contaminación.
En contraste, fue Sheinbaum quien convenció al entonces jefe de Gobierno de hacer la primera línea de Metrobús sobre avenida Insurgentes, aprovechando un bono internacional para la Ciudad de México.
En la primera campaña de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia, Sheinbaum formó parte del equipo cercano del candidato perredista e incluso se dice que fue ella quien lo convenció de acudir al último debate presidencial, al que él no quería ir, pese a que la ventaja inicial que tuvo sobre el panista Felipe Calderón se diluyó al paso de las semanas y ya comenzaban a estar parejos.
Sheinbaum lo acompaña en la derrota
Posteriormente, luego de perder las elecciones de 2006 por un estrecho margen menor al 1%, Sheinbaum acompañó a López Obrador y recorrió algunos estados para continuar con su mensaje y con miras a las elecciones de 2012, en la que nuevamente él fue candidato a la presidencia por el PRD.
Después de ese tropiezo en el que López Obrador volvió a perder la elección, ahora frente al priista Enrique Peña Nieto por un mayor margen de porcentaje, que atribuyó a la compra de votos, mientras desde el gobierno federal se orquestaban las reformas del Pacto por México, con el PRI, PAN y PRD, el exjefe de gobierno comenzó a trabajar en la fundación de Morena y contó con la colaboración de Sheinbaum.
En 2015 Sheinbaum fue de las primeras jefas delegacionales de Morena en ser elegidas, en su caso por Tlalpan, y en 2018 ganó la encuesta para la candidatura a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, mientras López Obrador se convertía en candidato a la presidencia por Morena. La tercera fue la vencida porque ganó con 30 millones de votos y Sheinbaum se convirtió en la primera mujer en llegar a la jefatura de Gobierno mediante el voto ciudadano.
La mutación
Durante los primeros tres años de su gobierno se percibió cercanía, pero también elementos distintivos, como su discurso, su disposición al diálogo con la oposición o la forma de abordar la pandemia de covid19, donde incluso se supo que hubo diferencias con el entonces subsecretario de Salud federal, Hugo López Gatell.
Pero 2021 fue el año en que Sheinbaum mimetizó su discurso e incluso el color distintivo de su administración con la federal. Ese año de elecciones en la capital se acabó la hegemonía que la izquierda venía teniendo desde 1997, con el triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas. Incluso fue un retroceso para Morena, pues en 2018 ganó 11 de 16 alcaldías -con lo que pulverizó al moribundo PRD- pero en 2021 solo ganó 7 y perdió en 9 ante la coalición Frente por la Ciudad de México, conformada por el PAN, PRI y lo que quedó del PRD.
El resultado no le gustó a Andrés Manuel López Obrador. Algunos dicen que le reclamó y fuerte a Sheinbaum, quien a su vez le reclamó a su equipo de manera airada. Estaba latente la posibilidad de que en 2024 Morena perdiera la capital.
El discurso de Sheinbaum comenzó a sonar como el del presidente, los colores verde y negro de la identidad de la administración capitalina pasaron al guinda -como el del gobierno federal, como el de Morena- pero también el presidente la defendió y la eximió de responsabilidades por la caída de una trabe entre las estaciones Olivos y Tezonco, en la Línea 12 del Metro, el 3 de mayo de 2021 y que acabó con la vida de 26 personas. Apenas el 30 de enero de este año reabrió en su totalidad la línea.
Claudia Sheinbaum se convierte en corcholata
Además, fue el presidente quien destapó las aspiraciones de Sheinbaum, y aunque también destapó a otras corcholatas, como él mismo les dijo, para quien tenía más palabras era para la entonces jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
A partir de septiembre de 2022 Sheinbaum comenzó a realizar los fines de semana giras a diversos estados del país. Argumentó que eran para explicar sus políticas de éxito en otras entidades. Otros vieron el comienzo adelantado de su campaña.
Incluso, cuando fue el choque de trenes entre las estaciones Potrero y La Raza de la línea 3 del Metro, el 7 de enero de 2023, no llegó de inmediato porque estaba en una de esas giras, que precisamente debido a eso suspendió unas semanas, aunque para sustituirlas hizo encuentros de manera virtual con simpatizantes de otros estados.
Además, a partir del informe de gobierno que presentó en septiembre de 2022, hizo otros mini-informes en las alcaldías capitalinas, con presencia de simpatizantes incluidos reunidos en sitios públicos como parques.
Renuncia al gobierno capitalino
Aunque el plan de Sheinbaum era buscar la candidatura de la coordinación de los comités de defensa de la 4T sin renunciar a la jefatura de Gobierno, la anunciada renuncia de Marcelo Ebrard que se dio el 12 de junio pasado, la obligó a hacer lo propio. Lo hizo con un mitin también, el 16 de junio del año pasado en el Monumento a la Revolución.
Partió como favorita para la encuesta para designar al o la coordinadora de los comités de defensa y comenzó otra gira más por el país, pero ahora para hacer asambleas informativas.
Aunque Ebrard denunció el 16 de agosto el uso de estructura de la Secretaría de Bienestar y acarreos, el uso de encuestas falsas e incluso una campaña contra él y su familia, fuera de este incidente y el que él no acudiera el 6 de septiembre, cuando se anunció que la ganadora fue Sheinbaum, el proceso se llevó en calma. Ella se convirtió en la coordinadora de los Comités de Defensa de la 4T, de facto la convirtió en la precandidata de Morena a la presidencia.
Posteriormente, en un acto simbólico, el presidente Andrés Manuel López Obrador le entregó el 18 de septiembre a Sheinbaum el bastón de mando con lo que le transfería el poder de decisión a la coordinadora de los comités de defensa de la 4T. Sheinbaum se enfocó además en la operación cicatriz y asignó tareas a quienes fueron sus contrincantes en la encuesta, Ricardo Monreal, Adán Augusto López, Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velasco.
Tropiezos de Claudia Sheinbaum
Con Ebrard no lo hizo, sin embargo le ofreció su mano. También impulsó la candidatura de quien fuera su secretario de Seguridad ciudadana, Omar García Harfuch, para la capital, pero su apuesta no dio frutos, ante la oposición de algunos sectores de Morena en la CDMX, que objetaron el vínculo familiar del exfuncionario, quien es nieto del general Marcelino García Barragán, involucrado en la matanza estudiantil de 1968.
Para hacerle sentir su inconformidad, morenistas no acudieron a la convocatoria a llenar el Estadio Azul el 24 de octubre, algo solo comparable al vacío que sufrió en 2012 la entonces candidata a la presidencia, Josefina Vázquez Mota.
Aunque la encuesta para la coordinación de los comités de defensa de la 4T en la CDMX la ganó García Harfuch, y por amplio margen, la exalcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada se quedó con la designación, al aplicarse el criterio de género.
El mensaje de Claudia Sheinbaum
El 20 de noviembre inició la precampaña y Sheinbaum repitió el mensaje que ya había usado, de que iba adelante en las encuestas, de que con ella habrá continuidad con cambio, de que es necesario construir el segundo piso de la transformación, así como sus ataques a la oposición, en especial contra los expresidentes Vicente Fox y Felipe Calderón. Sobre el primero en casi todos los mítines reprodujo un audio donde Fox llama huevones a quienes reciben programas sociales, y la precandidata repetía que así es como piensa la derecha.
Sobre Calderón recordaba que tuvo en su gabinete a Genaro García Luna, acusado de tener vínculos con la delincuencia organizada, y criticó que declarara una guerra en el propio país.
Respecto al presidente López Obrador, lo ha llamado maestro y el mejor de la historia. Sobre las mujeres, ha dicho que se acabó el dicho de calladita te ves más bonita y que ahora ellas pueden ser lo que quieran, incluso presidentas.
Como hizo cuando dejó el gobierno capitalino y cuando acabó su campaña para la coordinación de los comités de Defensa de la 4T, cerró sus eventos masivos en el Monumento a la Revolución, el 15 de enero. Ese día se vio por primera vez a Marcelo Ebrard en un acto de Sheinbaum.
La intercampaña
En el periodo de Intercampaña, que comenzó el 18 de enero, ha tenido reuniones con militantes de partido y medios de comunicación. De manera paralela se han desarrollado los llamados Diálogos por la Transformación, coordinados por el ex embajador de México ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente, para la redacción de su programa de Gobierno, que presentará el 1 de marzo.
Además, ha expresado que apoya las reformas constitucionales que el presidente Andrés Manuel López Obrador propuso el 5 de febrero.
A diferencia de la precampaña, donde Sheinbaum marcó la agenda, en este periodo no pudo hacerlo totalmente. La muestra más visible fue que a raíz de la visita que hizo la candidata de oposición, Xóchitl Gálvez al Papa Francisco, su equipo debió movilizarse para que también ella tuviera la foto con Jorge Bergoglio. Aunque se ha declarado admiradora del primer Papa latinoamericano, también Sheinbaum ha declarado no ser católica.