El 3 de agosto de 2013, la vida del señor Humberto del Bosque Gutiérrez cambió, luego de que cinco integrantes de la Secretaría de Marina detuvieron a su hijo Armando Humberto del Bosque Villarreal, de 33 años, ya que fue la última vez que lo vio con vida. Dos meses después el cuerpo del joven apareció sin vida con un tiro en la cabeza, en la comunidad Colombia, en el municipio de Anáhuac, en el estado de Nuevo León, muy cerca de donde fue arrestado por los marinos, que fueron acusados y condenados por desaparición forzada.
Eran las tres de la tarde del 3 de agosto de 2013, cuando el señor Humberto acompañó a su hijo a la comandancia de la policía municipal de Anáhuac para denunciar a unos vecinos con quienes acababa de discutir. Los denunció por allanamiento de morada, robo y amenazas de muerte. La policía le dijo al joven que iban a pedir el apoyo de la Marina.
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Armando del Bosque Villarreal y su padre regresaron a su casa, tiempo después la policía de Anáhuac le pidió presentarse nuevamente a la comandancia. Así que el joven le avisó a su papá
“Vete en tu carro, ahorita te alcanzo en mi camioneta“, le dijo a su hijo.
Marinos le cerraron el paso a Armando del Bosque Villarreal
Armando se subió a su auto para atender las indicaciones de las autoridades. Su padre lo siguió en la camioneta, pero cuando se encontraban a una calle de la comandancia una camioneta de la Secretaría de Marina le cerró el paso a Armando. Los marinos lo bajaron del vehículo y lo tiraron al piso, para después subirlo a la unidad de la Semar.
Humberto del Bosque, vio cómo un marino se subió al auto de su hijo para conducirlo con rumbo desconocido.
Luego, Humberto se dirigió a las instalaciones de la Marina, donde identificó a uno de los marinos que lo detuvo, era el capitán Raúl Sánchez Labrada, a quien le preguntó el motivo de la detención de su hijo. El capitán le dijo que estaban realizando las investigaciones, que mejor se retirara y regresara más tarde. Así lo hizo, pero en ese momento las cosas cambiaron, ya que el capitán de la Marina le dijo que el problema de su hijo era de índole civil y que la Semar no podía hacer nada. Ante dicha respuesta, preguntó por su hijo, pero le dijeron que no estaba en instalaciones, de hecho que nunca lo detuvieron, y que ni lo conocían.
La búsqueda de Armando del Bosque
Humberto se dirigió entonces a la comandancia municipal de Anáhuac para preguntar por el paradero de su hijo, pero en todas las corporaciones policiales le indicaron que ese era un asunto de la Marina, que a su hijo no lo tenían ellos.
El señor Humberto continuó por varios días con la búsqueda de su hijo. Fue hasta el 9 de agosto que se presentó ante el Ministerio Público para denunciar la desaparición de su hijo Armando.
En sus declaraciones aseguró que los marinos se llevaron a su hijo, cuando le cerraron el paso en el cruce de la calle Urrea y Juárez, en la comunidad Colombia en el municipio de Anáhuac.
Varios testigos coincidieron en que los marinos se llevaron a Armando del Bosque Villarreal,el 3 de agosto de 2013, luego de que le cerraron el paso y lo subieron a una camioneta de la Secretaría de Marina. El joven apareció muerto con un tiro en la cabeza, dos meses después, cerca del lugar donde fue detenido.
Marinos acusados de desaparición forzada
Tras la denuncia interpuesta por el padre de Armando, cinco marinos fueron detenidos y acusados del delito de desaparición forzada. Fue hasta el 28 de enero de 2022, casi 10 años después de los hechos, que un juez los condenó a 22 años y seis meses de prisión, pero posteriormente la sentencia fue modificada y se les condenó a nueve años de cárcel.
La sentencia condenatoria fue dictada por el Tercer Tribunal Unitario del Cuarto Circuito en materia penal contra cinco marinos por su participación en la detención y desaparición forzada de Armando Humberto del Bosque Villarreal, pero cuatro de ellos interpusieron un amparo para revocar la sentencia.
Marinos recurren al amparo contra condena
Los marinos argumentaron en su amparo, inconsistencias en las declaraciones de los testigos por la fecha en que ocurrieron los hechos, ya que unos indicaron que fue el 2 de agosto de 2013, y otros el 3, lo que fue considerado irrelevante por la Primera Sala de la SCJN.
Pero, en 2023 cuatro de ellos interpusieron un amparo ante la Corte con el que buscaban revocar la sentencia.
Los quejosos también argumentaron que no había pruebas en su contra, como fotografías y videos de los hechos, pero esos argumentos también fueron desestimados por los ministros de la Primera Sala de SCJN, presidida por el ministro Jorge Mario Pardo.
Es así que la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación negó amparo a los cuatro integrantes de la Secretaría de Marina sentenciados por el delito de desaparición forzada.
Los integrantes de la Primera Sala de la SCJN precisaron que, en casos de desaparición forzada, no se deben exigir pruebas directas para determinar la responsabilidad de las autoridades acusadas ”sino que se pueden analizar los testimonios de testigos y otras pruebas circunstanciales siempre que de ellas puedan desprenderse conclusiones lógicas y consistentes sobre qué fue lo que pasó”, destaca el fallo de la SCJN.
“La Suprema Corte ha profundizado en la noción de que la desaparición forzada de personas es una de las más graves y crueles violaciones de derechos humanos, pues implica una vulneración de diversos derechos conexos, como la libertad e integridad personal, la vida, el reconocimiento de la personalidad jurídica, y el de identidad; además de que viola los derechos de acceso a la justicia, a la verdad e integridad personal de los familiares”, destacó la Primera Sala de la SCJN.
Con el fallo de la ponencia de la ministra Margarita Ríos Farjat, se marca un precedente que permitirá que los testimonios de personas que presenciaron casos en los que se presuma que hay una desaparición forzada tengan un peso importante en la determinación de la responsabilidad de las autoridades.