ELECCIONES 2024

Tras marcha por la democracia sigue salir a votar masivamente: Lorenzo Córdova

En entrevista con La Silla Rota, el exconsejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, advierte que “hay una legítima y muy bien justificada preocupación por las posibilidades, por las amenazas de regresión autoritaria”

Lorenzo Córdova en el mitin de la marcha por la democracia del 18F
Lorenzo Córdova en el mitin de la marcha por la democracia del 18FCréditos: Cuartoscuro
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Lorenzo Córdova fue némesis del presidente Andrés Manuel López Obrador mientras presidió al INE. Ahora como académico en la UNAM, fue el orador principal de la Marcha por nuestra democracia y tras las movilizaciones afirma que lo que sigue es apoyar al INE, sin darle cheques en blanco, y salir a votar masivamente el 2 de junio.

Define qué hará con el capital político acumulado y aclara que ni será candidato ni rector de la UNAM, como dice el presidente López Obrador: será ciudadano politizado que seguirá en defensa de la democracia porque ésta se encuentra en riesgo.

La manifestación del domingo 18 de febrero en el zócalo de la Ciudad de México, replicada en decenas de ciudades del país y del extranjero tiene un saldo positivo, valora Lorenzo Córdova, porque “hay una legítima y muy bien justificada preocupación por las posibilidades, por las amenazas de regresión autoritaria. No son especulaciones ni elucubraciones. La amenaza está allí, es concreta, es real. Han sido presentadas un conjunto de reformas e intentos de propuestas de reforma que prácticamente implican desmontar la institucionalidad democrática, los mecanismos de control del poder y las garantías que hemos venido construyendo de elecciones libres y auténticas”.

Lorenzo Córdova es heredero de una familia de izquierda que siempre ha criticado al poder. Entre libros y protestas se fue forjando. Los mismo en el movimiento estudiantil del CEU en la UNAM que luego como asesor de José Woldenberg en el primer IFE hasta llegar al INE.

“Hay hoy una reacción ciudadana que es muy de celebrar, porque la democracia es la democracia, solamente subsiste mientras cuente con una base social de que la respalde y que confíe en ella. Y no solamente son las condiciones para las elecciones y la renovación pacífica del poder a partir del voto libre, sino también las instituciones, que tienen el propósito de controlar los abusos del poder, incluso del poder de una mayoría legítima y democráticamente electa. Por un lado. Pero también para proteger a los ciudadanos de eventuales excesos en el ejercicio del poder a partir de mecanismos de garantía de sus derechos y libertades (…) La democracia no es algo que cayó de lo alto, no es una concesión graciosa del poder, es el resultado de luchas y conquistas ciudadanas. Y es muy importante que la ciudadanía la defienda”.

Para Lorenzo Córdova resulta muy preocupante la reacción autoritaria desde el poder y el oficialismo, aunque no es nuevo y era absolutamente previsible. “Pero es muy preocupante la descalificación brutal, furiosa, furibunda, me atrevería a decir, del presidente López Obrador de una expresión ciudadana con la que evidentemente, y no tiene por qué ser así, no coincide, pero que no merece ese desprecio y esa descalificación (…) Nadie está diciendo que vivimos en una dictadura, pero la descalificación llamando corruptos y achichincles o como lo hizo inexplicablemente una candidata, la candidata oficialista (Claudia Sheinbaum), diciendo que se trata de falsarios, farsantes y de hipócritas. Eso es una actitud profundamente antidemocrática”.

Sin embargo, Lorenzo Córdova alerta que las amenazas a la democracia recorren el mundo y lo vemos incluso en democracias muy antiguas.

“Es un fenómeno global. México no está aislado del mundo y lo que está ocurriendo en México tampoco se puede descontextualizar de lo que ocurre en otros países. Como pocas veces la democracia está bajo amenaza y en riesgo a nivel global, incluso en aquellos que en aquellas naciones que vieron nacer la democracia hace muchos siglos y en donde parecía que la democracia era algo ya absolutamente asimilado, bien cimentado y que difícilmente podría desmantelar. Lo que ha pasado en Estados Unidos, por ejemplo, que es, junto con Inglaterra, el país que vio nacer la democracia en su sentido moderno, con la deslealtad de un actor como Donald Trump”, explica.

No pasa desapercibido para Lorenzo Córdova que la desigualdad y el recrudecimiento de la pobreza son una realidad que las democracias no han podido resolver. Ni en México.

Pero “no pasamos 30 años construyendo una escalera cada vez más fuerte, más robusta, más sólida, para que quien tenga los votos llegue al primer piso y lo que no se vale es haber transitado esa escalera, aprovechar esas condiciones, gozar del voto para llegar al primer piso y desde arriba querer tirar la escalera para que nadie más vuelva a transitarlo”.

Advierte que hay una lógica de polarización.

Esto es estudiado muchísimo. Los grandes experimentos, terribles por cierto, totalitarios, de principios del siglo pasado, han sido muy estudiados e invariablemente utilizan a la polarización como un mecanismo de acción política y el presidente López Obrador no solamente lo sabe bien, sino que lo utiliza constantemente. Es no solo un practicante, diría que es un experto, un profesional. Y del uso y del abuso, de la polarización como una herramienta política”.

-¿Qué busca el presidente al proponer desaparecer diputaciones y senadurías de representación proporcional?

- Que solamente la mayoría representada (exista) y que las minorías no tengan espacio ni capacidad de decisión. Eso es profundamente autoritario. Yo creo que eso es lo que está detrás.

-Después de esto que vimos el domingo pasado, ¿que sigue?

- La manifestación del domingo, afortunadamente, no fue solamente un acto de legítima protesta y preocupación pública. Fue también un espacio en donde se trazó una ruta crítica, una agenda. Lo que sigue, como dices. Bueno, estamos en medio de un proceso electoral y lo primero, las elecciones son lo más normal en una democracia, pero son los momentos de más tensión de las democracias lo que está justamente ahí, en disputa, la renovación del poder. Así que lo que sigue es garantizar que las elecciones y la renovación del poder, gane quien gane, se dé en condiciones democráticas. Que estas elecciones sean un eslabón de la cadena de procesos electorales democráticos que hemos logrado con mucho trabajo. Lo que sigue es defender a las autoridades electorales sin que esto implique darle cheques en blanco. Al INE y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Hay que defenderlos. Habrá que generar presión a los partidos, no vaya a ser que ahora quieran negociar algo a espaldas de la ciudadanía. Y, finalmente, creo que hay que salir a votar masivamente.

-¿Y qué hará Lorenzo Córdova con el capital social, político y ciudadano que está acumulando?

- Tengo el privilegio de haber sido un testigo, no protagonista, del proceso de cambio político en México. Tú puedes ver mis artículos y mis textos antes de entrar a formar parte que como consejero del IFE y luego presidir el INE. Y siempre he sostenido lo mismo. No soy una veleta. Lo único que ha cambiado en los últimos 20 años, por decirlo así, por dar un espacio, ha sido la trinchera desde la cual ejerzo esos valores y convicciones. Practico esa defensa de la democracia. La academia primero, el servicio público, después y hoy la academia. El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, me destapó como candidato de la oposición. Luego dijo que yo iba a ser rector de la UNAM. ¿Quieres saber qué voy a hacer en la vida pública? Es exactamente lo contrario a lo que diga el presidente. Lo que sigue es seguir defendiendo la democracia desde la trinchera en la que me encuentre. Y la trinchera en la que estoy y es en la que me siento más cómodo es la de la academia, la de la opinión pública, la trinchera ciudadana. Por supuesto, no es la única. A mí no me interesa hacer vida política partidista. Seguiré haciendo política y defendiendo la democracia desde la trinchera en la que me preparé, trabajé y en la que venturosamente me encuentro, que es esta en la de mi cubículo universitario, la de mis salones de clase y por supuesto, la de la plaza, que como ciudadano estoy dispuesto a recurrir cada vez que como sea necesario, igual que el domingo pasado.