Ulises Martínez Sánchez salió del Reclusorio Varonil Oriente en noviembre de 2022; sin embargo, las falsas acusaciones que lo mantuvieron injustamente en la cárcel por 10 años aún hacen mella en su vida. Tras salir de prisión, Ulises ha enfrentado discriminación por tener antecedentes penales; esto, a pesar de ser declarado inocente y ser absuelto de todos los delitos que se le imputaban.
A Ulises le arrebataron casi un tercio de su vida. Cuando tenía 26 años fue condenado a 70 años de prisión por un delito que no cometió. Hoy, a sus 36 años, retomar su vida no ha sido nada sencillo.
“Mi vida cambió radicalmente. Al salir padecí porque nadie quería darme trabajo, a pesar de que salí absuelto”, lamenta Ulises en entrevista con La Silla Rota.
“Ahorita estoy trabajando de mesero y manejo un taxi por aplicación. Pienso poner un negocio de jugos porque nadie me da trabajo porque tengo antecedentes penales, es muy difícil”, afirma.
En 2012, la vida de Ulises cambió radicalmente. Sinué Alain González, su vecino, lo acusó -sin pruebas- de participar en 14 secuestros, 13 de estos supuestos raptos nunca sucedieron, de acuerdo con la Fiscalía Anti-Secuestros (FAS).
El único secuestro que sí ocurrió fue el de Rolando Isaac Lozada, un joven que fue raptado en noviembre de 2011. Sinué aseguró que Ulises participó en dicho delito, aunque nunca se encontró ninguna prueba, de ningún tipo, que lo involucrara en el crimen, porque Ulises nunca cometió el delito por el que estuvo preso.
De acuerdo con Sinué, Ulises prestaba un carro que ocupaba como taxi para realizar los secuestros; sin embargo, el vehículo al que hizo referencia fue vendido en febrero del 2011, varios meses antes de que ocurriera el secuestro.
"Si tú ves mi expediente, es una broma, una vil broma. No coincide nada, ni fechas, ni horas, nada y aún así estuve encerrado 10 años", dice Ulises, quien dentro del Reclusorio terminó su secundaria y casi termina la preparatoria. Además de tomar clases de computación, plomería y carpintería.
No obstante, esto no ha sido suficiente para encontrar un trabajo con seguridad social y prestaciones, ya que cada vez que acude a entrevistas de trabajo es rechazado por haber pisado la cárcel, aunque no lo haya merecido.
El 'testimonio' de Sinué que 'arrojó' a Ulises a la cárcel
El día del secuestro, Ulises se encontraba trabajando en un restaurante de la alcaldía Iztacalco -su hora de entrada y salida quedaron registradas en su tarjeta en la que checaba- pero nada fue válido para comprobar su inocencia.
“Su jefe fue a declarar, testigos del restaurante (donde trabajaba Ulises) también declararon, estaban sus tarjetas de entrada y salida, sus voucher de cobro de que él estuvo trabajando y nada hicieron válido en la Fiscalía Antisecuestros”, señala Isabel, madre de Ulises.
A pesar de las pruebas, como si se tratara de una realidad alterna, Sinué declaró que "escuchó" que Ulises prestó ese día su taxi para realizar el secuestro. Esa declaración bastó para mantener a Ulises 10 años en la cárcel.
“A mí no me cabe en la cabeza que por un dicho le hayan desgraciado la vida a mi hijo", se queja Isabel, la madre de Ulises.
Un mes después de lanzar la acusación, Sinué confesó que fue obligado por Óscar Montes de Oca Rosales, entonces fiscal antisecuestros de la Ciudad de México, para incriminar a varias personas en el caso, a pesar de que estos fueran inocentes.
Ulises fue detenido días después cuando esperaba un taxi para ir a su trabajo. Ese día, Ulises iba acompañado de su tía. El comando de 20 agentes de la FAS que lo arrestó lo golpeó bruscamente y le lastimaron la cintura, una dolencia que aún lo aqueja hoy en día.
Una vez detenido, Ulises fue presentado ante los medios de comunicación como integrante de una banda de secuestradores: “La PGJDF detuvo una banda que eran santeros y plagiarios”, señala una nota de Excélsior publicada el 21 de octubre del 2012.
“No le guardo rencor (a Sinué, su vecino que lo incriminó) que haga su vida y que Dios lo bendiga. Lo que sí es que había pedido ayuda para que el Gobierno me dé una indemnización económica y una disculpa pública porque sí me dieron en la torre”, dice Ulises, quien también pide que le retiren los antecedentes penales para poder encontrar un empleo que le permita mantener a sus tres hijas, que crecieron sin un padre.
Ulises también afirma que solo está libre gracias a la difusión que los medios de comunicación le dieron a su caso. En 2022, La Silla Rota ventiló esta injusticia después de que tres abogados revisaron su caso y no habían logrado obtener su libertad.
"La realidad es que pienso que me dejaron en libertad porque empezamos a hablar con ustedes y fue de ayuda, porque no nos pelaban", dijo al señalar que también más medios de comunicación se interesaron en su caso.
Así como el caso de Ulises, en México 40% de las personas encarceladas están sin sentencia; es decir, no se sabe si son inocentes o culpables. De cualquier forma, están tras las rejas.
“Te ven como bicho raro, la escoria de la sociedad. Me sentía inútil, no podía hacer nada, nadie quería darme trabajo”, recuerda afligido Ulises, quien forma parte de una atroz estadística.
De acuerdo con el Inegi, cuatro de cada 10 personas encarceladas en México afirman que el motivo de su reclusión es haber sido acusadas falsamente o ser implicadas en la comisión de un delito que no cometió.
Con información de Diana Juárez.