Frente a un Palacio Nacional tapiado, alrededor de las 8:00 horas del domingo 18 de febrero comenzaron a llegar a la plancha del Zócalo de la Ciudad de México los primeros ciudadanos que participaron en la tercera edición de la Marcha por Nuestra Democracia, convocada por distintas organizaciones como el Frente Cívico Nacional, Unid@s, Red Ciudadana y UNE México.
Abrigados y con bebidas calientes para aminorar el frío de la capital, ciudadanos vestidos de rosa comenzaron a tapizar las calles aledañas al Centro Histórico. A pesar de que la concentración estaba convocada para las 11:00 horas, desde las 9:00 de la mañana ya podían observarse multitudes avanzar sobre las calles Francisco I. Madero, 5 de Mayo, 20 de Noviembre y Avenida Juárez, arteria que en pocos minutos se convirtió en una imagen histórica con miles de ciudadanos avanzando hacia el Centro Histórico.
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"Nuestra Democracia No se Toca", "Defendamos nuestra Democracia", "No Soy Bot. Soy México", "No a la Dictadura de Palacio Nacional", son algunas leyendas que ciudadanos plasmaron en cartulinas, playeras, gorros y paliacates para mostrar su apoyo a la marcha que, de manera paralela, se llevó a cabo en más de 100 ciudades del país, así como en Estados Unidos y Francia.
"Estoy aquí porque quiero defender nuestro voto, la democracia y decidir qué gobierno queremos tener. No me gusta la administración de López Obrador. No me gusta ni su autoritarismo, ni la manera de atacar a todos los que no piensen igual que él. Vengo a apoyar al INE y a la libertad de expresión", comentó a La Silla Rota una de las primeras ciudadanas en arribar al Zócalo.
"Yo vengo aquí para apoyar nuestra libertad y nuestro derecho a que nuestro voto se respete. Estoy en contra de cualquier imposición y dictadura que nos quieran forzar", señaló otro manifestante.
Al lugar se dieron cita personas de distintas partes de la República, como Enriqueta Negrete, proveniente de León, Guanajuato, quien llegó desde las 5:00 al Zócalo capitalino “Yo les digo a mis amigos que hay que bailar porque esta es la fiesta de la democracia”, comentó.
Al calor de un ambiente festivo y familiar, ciudadanos llenaron en menos de 60 minutos los 46,800 metros cuadrados que constituyen la Plaza de la Constitución. Desde los balcones del Gran Hotel de la Ciudad de México y los locales de Avenida 16 de Septiembre, nacionales y turistas observaban la masiva concentración de ciudadanos que no dejaba de acrecentarse. Al cierre del evento, la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México estimó 90,000 asistentes.
El monero Magú mostró que en la plancha del Zócalo no se colocó la bandera de México, ante la Marcha por la Democracia. “No podía faltar la mezquindad de esta 4T: nos dejaron sin bandera”, señaló en X.
“Orgullo ver a mis padres en la #MarchaPorLaDemocracia en el Zócalo de la CDMX”, comentó en redes sociales Arturo Sarukhán, ex embajador de México en Estados Unidos. Su padre es José Sarukhán, quien fuera rector de la UNAM.
“Somos 700,000 en este Zócalo, ya no cabe un alma”
Minutos antes de las 10:00 horas, Lorenzo Córdova Vianello, invitado como orador principal de la Marcha, llegó a la plancha del Zócalo capitalino. Rodeado de ciudadanos que buscaban saludarlo o tomarse una foto con él, el ex consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) avanzó hacia el templete donde ya lo esperaban Fernando Belaunzarán, vocero del Frente Cívico Nacional, quien abrió el evento con un discurso en defensa de la autonomía de los órganos electorales y destacando la poderosa convocatoria del evento.
“Somos 700,000 mexicanos en este Zócalo, ya no cabe un alma (...) Son momentos difíciles y críticos para la democracia. Aquí en México estamos en pie de guerra defendiendo nuestra democracia, estamos en pie de guerra defendiendo la división de poderes, defendiendo los contrapesos, defendiendo la autonomía del INE, defendiendo la autonomía del Tribunal Electoral”.
Minutos antes de las 11:00 horas y bajo un calor asfixiante que no apagó el ánimo ciudadano, Ana Lucía Medina, integrante del Comité Ejecutivo de Unid@s, dio lectura al decálogo del Manifiesto por la Democracia:
- Voto libre e informado
- No al desvío de dinero público a las campañas
- Que los programas sociales sean percibidos como derecho ciudadano
- Garantizar la autonomía e independencia del INE y del Tribunal Electoral
- No a las campañas financiadas por el crimen organizado
- Cobertura electoral pareja en todos los medios de comunicación
- No a la encuestas falsas
- Llenar las urnas el próximo 2 de junio
- Difusión de la información de candidatos diputados y senadores
- Voto para defender la democracia y la libertad
Por lapsos, ciudadanos interrumpieron el discurso de Lucía Medina para lanzar consignas contra Andrés Manuel López Obrador, señalándole de tener vínculos con el crimen organizado: “¡Narcopresidente!,¡Narcopresidente!, exclamaron miles de personas frente a Palacio Nacional.
“Si el gobierno mete las manos en las elecciones, el voto no es libre. Si el gobierno utiliza el dinero de los ciudadanas y ciudadanos para ayudar a sus candidatos, el voto no es libre. Si el gobierno quiere desaparecer al INE, controlar al Tribunal Electoral y someter a la Suprema Corte, el voto no es libre. Si el gobierno amenaza a los medios y censura a periodistas, el voto no es libre”, puntualizó la activista Lucía Medina.
“La democracia está bajo amenaza”: Lorenzo Córdova
En compañía de José Woldenberg, primer presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), ahora Instituto Nacional Electoral (INE), Maricarmen Alanís, expresidenta del Tribunal Electoral y Marie Claire Acosta, defensora de Derechos Humanos, Lorenzo Córdova arrancó su discurso frente a un Zócalo incendiado por los ánimos de miles de ciudadanos.
Córdova Vianello inauguró su diatriba haciendo énfasis en las condiciones sociales, políticas y económicas que deja el sexenio de López Obrador.
“Comienzo por reconocer que el nuestro es un país que arrastra muchos problemas: La pobreza, la desigualdad, la corrupción, la impunidad, la violencia y la inseguridad son graves asuntos que no sólo no hemos resuelto, sino que siguen siendo pendientes que agravian y que incluso se agravan”.
El ex consejero presidente del INE destacó la lucha histórica de los mexicanos para alcanzar la democracia.
“Es el resultado de muchas luchas ciudadanas que costaron esfuerzo, dedicación y en algunas ocasiones hasta sangre. La democracia se consiguió gracias a la apuesta que hicieron varias generaciones de mexicanas y mexicanos que, a pesar de sus diferentes posturas políticas e ideológicas, tuvieron un propósito común: que fuéramos nosotros, con nuestro voto libre, los que decidamos quienes serán nuestros gobernantes”.
Córdova refirió que hoy día con los comicios electorales a la vuelta de la esquina, la democracia de México está en riesgo.
“Nos pasamos más de 40 años construyendo una escalera, cada vez más sólida, cada vez más robusta, cada vez más firme, para que quien tuviera los votos pudiera acceder al primer piso y hoy, desde el poder, quien llegó a ese primer piso por la libre voluntad de la ciudadanía, pretende destruir esa escalera para que nadie más pueda transitarla. No se vale destruir las condiciones, las reglas, los procedimientos y a las autoridades, el INE y el Tribunal Electoral Esa deslealtad hoy pone en peligro a nuestra democracia”.
Ciudadanos entonan el Himno Nacional Mexicano
Tras el discurso de Lorenzo Córdova, que duró alrededor de 30 minutos, los asistentes entonaron el Himno Nacional Mexicano para culminar la marcha.
En las imágenes aéreas captadas por drones se apreció la gran marea rosa que rebasó el perímetro del Zócalo capitalino hacia las calles contiguas, desde donde los ciudadanos participaron en dicho acto cívico.
“El Zócalo, esta gran plaza nos quedó pequeña a los ciudadanos dispuestos a defender la democracia y nuestras libertades”, señaló Belaunzarán al cierre del evento.
La Silla Rota pudo constatar la presencia de figuras políticas como Enrique de la Madrid; el senador sin partido, Emilio Álvarez Icaza; la alcaldesa de la Álvaro Obregón, Lía Limón; y el aspirante a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México por la coalición opositora, Santiago Taboada.