El ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo dio el cerrojazo a una época en la impartición de justicia en México al presentar el informe de labores de la primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el último en 30 años ya que las salas desaparecerán con la nueva conformación del máximo tribunal.
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“Este año marca el final de una etapa en la justicia mexicana que sin duda será recordada como fructífera y trascendente. La reforma judicial que será implementada en el año venidero traerá consigo cambios en las actividades y el desarrollo de la administración de justicia. Algunos señalan que será un avance en su fortalecimiento, y aunque no niego la necesidad de mejorar y ajustar lo que tenemos, preocupa profundamente que estos cambios destruyan los muchos aspectos positivos sobre los que se ha construido nuestra labor”.
Este lunes se presentaron los informes de trabajo de las salas de la Corte; Pardo Rebolledo, como presidente de la primera, informó que esa área, enfocada en los asuntos civiles y penales, desahogó dos mil 176 asuntos y dejó pendientes 803.
Pardo, cuyo mandato terminaría en 2026 pero presentó su renuncia por no estar de acuerdo con la elección de jueces prevista en la reforma judicial, dedicó diversas críticas a esa política impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador y respaldada por su sucesora, Claudia Sheinbaum.
“La excelencia profesional ha quedado eclipsada por las decisiones políticas. Espero que las nuevas estructuras sean funcionales y adecuadas, aunque esto se avizora especialmente complicado”.
Pardo advirtió que cuando entren en función los nuevos jueces y órganos de impartición de justicia se pondrá de relieve la preparación de quienes actualmente forman parte del Poder Judicial.
“El tiempo y la experiencia, por desgracia, tal vez con costo a la sociedad, serán testigos del profesionalismo de nuestras labores y las cualidades del sistema de justicia que está en su ocaso”, dijo.
El ministro hizo autocrítica en torno a la campaña de difusión que emprendió el PJF para alertar sobre los riesgos que entraña la reforma aprobada por Morena y sus aliados en el Congreso.
Pese a los esfuerzos que se hicieron el mensaje no llegó oportunamente ni con la fuerza necesaria, apuntó.
Hacia el final del discurso, Pardo elogió los actos de valentía de quienes han defendido y trabajado para lograr la excelencia en la impartición de justicia, agradeció las manifestaciones de apoyo a jueces y personal del PJF y las movilizaciones de jóvenes que alzaron su voz contra decisiones que afectan a la vida pública.