El 15 de diciembre de 2023 el presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró el Tren Maya, en el sureste del país. Como ha ocurrido con varias obras de la administración lopezobradorista, el proyecto se entregó sin terminar y se han ido completando tramos, como el 6 y el 7, inaugurados cuando cumplió un año, por la presidenta Claudia Sheinbaum. Con ello se culminó el circuito completo de 1 mil 544 kilómetros que conecta a Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
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Pero incluso cuando los primeros tramos comenzaron a operar, se veía a trabajadores aun haciendo labores, y al lado de las vías se observaba material sin recoger y algunas estaciones tenían fachadas o interiores inconclusas, como pudo constatar La Silla Rota en marzo pasado.
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A ello se suma que ha habido distintas fallas en la operación del Tren Maya, incluido un descarrilamiento, ocurrido el 25 de marzo a 50 metros de la estación Tixkokob, en Yucatán, cuando el cuarto vagón se salió de las vías al entrar a la estación.
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Fue un incidente que según el entonces secretario de la Defensa Nacional, Luis Crecencio Sandoval, se debió a la falta de fijaciones mecánicas de tornillo o clamps. El tren iba a una velocidad de 10 kilómetros por hora, dijo el general. La máxima velocidad que puede alcanzar el Tren Maya es de 160 km/h.
No van a toda su capacidad
Otro tema que ha sido polémico es que durante algunos meses los trenes no van al 100% de su capacidad y de acuerdo con imágenes compartidas por internautas, van con muchos lugares vacíos.
En la inauguración de los tramos 6 y 7, la presidenta Claudia Sheinbaum dijo que el Tren Maya ya había transportado a “más de 700 mil usuarios”, posteó en un comunicado la cuenta oficial en X del Tren Maya, @TrenMayaMX.
Pero la cifra que dio la presidenta de más de 700 mil usuarios no era correcta, sino menor. Ante los continuos señalamientos de que va vacío, la cuenta de @InfodemiaMX, que pertenece al Sistema Público de Radiodifusión del gobierno federal, salió al quite y posteó lo siguiente: “es falso que los viajes del Tren Maya vayan a vacíos y sin usuarios”.
Informó que durante el primer año de operaciones han viajado por el Tren Maya 603 mil 082 usuarios, un promedio mensual de 50 mil 257 a lo largo de 4 mil 100 viajes, lo que significa que viajan en promedio 147.08 usuarios por viaje. La capacidad de cada tren es de entre 300 a 500 asientos, dependiendo del modelo y configuración específica.
Pero además el Tren Maya, uno de los megaproyectos del gobierno que encabezó Andrés Manuel López Obrador, tuvo planeada una inversión de 140 mil millones de dólares y acabó con otra mayor de 500 mil millones de pesos, han acusado legisladores de oposición, como el panista Héctor Saúl Téllez, que lo llamó “hoyo fiscal” porque sigue usando recursos, pese a ya estar terminado.
En el Presupuesto de Egresos 2025, publicado este 24 de diciembre, en el anexo 16, llamado recursos para la adaptación y mitigación del cambio climático, para la Secretaría de la Defensa Nacional se destinan 827 millones 762 mil 373 pesos para “Prestación de Servicios públicos de transporte masivo de personas y carga Tren Maya”.
El centro de análisis Fundar, experto en transparencia y programas públicos, criticó estos recursos para el Tren Maya, que además no deberían formar parte de dicho anexo.
“Los recursos en materia de mitigación y adaptación al cambio climático continúan integrando erróneamente a proyectos que no guardan relación directa con medidas para contrarrestar los efectos de la crisis climática, como el Tren Maya”.
El día de la inauguración de los tramos 6 y 7, el activista José Urbina Bravo, mejor conocido como Pepe Tiburón tuiteó que el Tren no es maya, que el gobierno federal mintió con el costo que tendría, también con que no cortarían ni un árbol y no dañarían cenotes.
“Es un ecoetnocidio ilegal”, lo calificó.
Entre fallas, críticas y escándalos
El 10 de febrero hubo un accidente en el tramo 6 del Tren Maya, aún en construcción, debido a que se cayó un muro de contención. El incidente se registró en el municipio de Tulum, Quintana Roo, y provocó que tres trabajadores quedaran atrapados y sufrieran lesiones.
El 29 de febrero en la estación Cancún Aeropuerto, en Quintana Roo, el presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó la inauguración del tramo 5 norte del Tren Maya, que va de Cancún a Playa del Carmen.
En esa ocasión la organización medioambientalista Greenpeace criticó que al inicio del proyecto, López Obrador prometió que ni un solo árbol se iba a tirar. Pero la organización afirma que a lo largo de los 1 mil 554 kilómetros del Tren Maya, 10 millones de árboles fueron arrancados de la selva maya.
“El 87% de esa deforestación se ha hecho ilegalmente, sin ninguna autorización de cambio de uso de suelo en terrenos forestales”, dio a conocer en un comunicado Greenpeace.
Alertó sobre los riesgos para los suelos y las reservas de agua. Citó que incluso la manifestación de Impacto Ambiental para el tramo 5, elaborada por el entonces Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, señaló impactos entre Playa del Carmen y Tulum, incluyendo colapsos de cuevas, alteración del flujo de agua e impactos adversos severos para especies amenazadas, entre ellos el jaguar, el mono araña y el aullador, ocelote, tigrillo, pecarí de labios blancos y el manatí del Caribe.
Impacto Ambiental Tren Maya by La Silla Rota
No es la única postura que Greenpeace ha hecho en contra del Tren Maya. Apenas el 3 de diciembre hizo referencia a una nota publicada sobre un contrato para tratar a animales nativos de la Selva Maya como fauna nociva.
Aludió al contrato TM-CGRMSG-SVS-0200/204 otorgado por Tren Maya, S.A. DE C.V. a la empresa privada Susoma Soluciones Ambientales S. de R.L. de C.V. Este documento está dividido en siete partidas, cada una por tramo desde Palenque, Chiapas, hasta Escárcega Campeche.
A la organización medioambiental le preocupó especialmente el derecho a ‘control de fauna’ y la apertura a la interpretación que permite clasificar animales nativos de la selva como el jaguar, el tapir y el venado como ‘peligrosos’ para las operaciones de la estructura ferroviaria del Tren Maya.
“De esta manera, la empresa a cargo de ejecutar el contrato recibe un pago de más de 9 millones de pesos para perturbar a las especies de la región a través de ‘estrategias de ahuyentamiento’ mediante el uso de feromonas, ruidos y pirotecnia, con la finalidad de evitar la presencia de fauna que comprometa las operaciones del Tren”, lamentó Greenpeace.
El factor Amílcar Olán
En enero de este año, el medio de comunicación Latinus reveló que el empresario Jorge Amílcar Olán Aparicio -amigo de Gonzalo López Beltrán, hijo de Andrés Manuel López Obrador- se convirtió en proveedor de balasto para la obra del Tren Maya, gracias a su amistad con el hijo del presidente.
Audios filtrados de conversaciones de Olán muestran que supuestamente su amistad con el hijo del presidente le había permitido obtener jugosos contratos con el gobierno federal y con los gobiernos de Tabasco y Quintana Roo. En otro audio Olán alardea de que en seis meses se embolsó 250 millones de pesos por los contratos que obtuvo.
El 12 de marzo de este año se dieron a conocer otros audios en los que se escucha al empresario decir que “ya cuando se llegue a descarrilar el tren ya va a ser otro pedo”.
Trece días después ocurrió el descarrilamiento de un vagón del Tren Maya.