En México, en 2021, se registraron 147,279 nacimientos entre adolescentes de 15 a 19 años y 3,019 nacimientos entre niñas menores de 15 años. La tasa de natalidad entre adolescentes de 15 a 19 años fue de 26.3 por cada mil, y entre niñas menores de 15 años, fue de 0.2 por cada mil, de acuerdo con un informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el marco del Día Mundial para la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes.
El embarazo en adolescentes y niñas vulnera sus derechos sexuales, reproductivos, de salud, educación y otros. Esto resalta la necesidad de una educación sexual integral y servicios de salud reproductiva para abordar este problema y proteger los derechos de las niñas y adolescentes, destaca la dependencia.
"En México, el objetivo de la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA) es erradicar los embarazos infantiles, disminuirlos en las adolescentes de 15 a 19 años y contrarrestar las brechas sociales, económicas y de género. Todo lo anterior desde el respeto a los derechos sexuales y reproductivos de la niñez y la adolescencia", se lee en el comunicado del Inegi.
La tasa de nacimientos en madres adolescentes en México ha experimentado una disminución desde el año 2017, cuando se registró la tasa más alta de 44.3. En los años posteriores, los nacimientos en madres menores de 20 años han disminuido significativamente, alcanzando su punto más bajo en 2021, con una tasa de 26.3 nacimientos por cada mil.
Contexto
La ausencia de una educación sexual completa ha contribuido a que en México el 30 % de los embarazos sean no planificados, además de que al menos 350.000 adolescentes mexicanas quedan embarazadas cada año, advirtieron especialistas en una conferencia de prensa.
Según Erika Valencia Mejía, una médica especializada en ginecología y obstetricia, el principal problema radica en que, en México y en muchos otros países de América Latina, las personas carecen de confianza y libertad para plantear preguntas relacionadas con este tema. La educación sexual suele estar restringida principalmente a las escuelas.
La experta expresó su pesar por la desinformación, la falta de políticas públicas, los tabúes, la marginación, las creencias religiosas y la falta de acceso a métodos anticonceptivos, factores que contribuyen al aumento de las estadísticas en relación con este problema.
Entre los principales problemas enunció una “gran escasez” de programas educativos y, como consecuencia, un gran número de adolescentes no cuenta con la información suficiente para evitar embarazos no deseados o infecciones de transmisión sexual (ITS).