Todos los días vemos “arder las redes sociales” en X, antes Twitter, o en Facebook o cualquier otra, y aunque pareciera que es un debate en un segmento que tiene acceso a Internet, en realidad ha sido una válvula que ha permitido que las sociedades en el mundo aumenten el número de las protestas, de acuerdo con Pedro Rangel, un experto en temas de seguridad nacional y que echa una mirada al universo de las redes sociales.
En su libro La revolución de las cabezas agachadas. El poder de transformación y los riesgos de los teléfonos móviles y las redes sociales, Pedro Rangel afirma que hoy vemos una gran ebullición a partir de la irrupción de las redes sociales y de los teléfonos móviles ya arrancado este siglo.
Te podría interesar
“La revolución de las cabezas agachadas es una pequeña contradicción, porque regularmente la expresión de agachar la cabeza siempre ha estado asociada a un símbolo de resignación, de sumisión y de obediencia”, pero es justo lo contrario lo que ha ocurrido.
(Foto: Las Silla Rota)
“Surgen el primer teléfono inteligente, Facebook, Twitter... Entonces, hacia finales de esa primera década las grandes mayorías de la población, las masas, el pueblo, no tenían una voz, porque esa voz estaba justamente completamente monopolizada por los grandes medios de comunicación, la televisión, la prensa escrita, la radio. Muy, muy monopolizado. Y quien tiene acceso a poder comentar únicamente, prácticamente, son las élites de la sociedad, pero sin las sociedades alrededor del mundo. Sin embargo, con esa irrupción de los teléfonos móviles en las redes sociales, de repente todo cambia. Y a principios de la segunda década de este siglo, estamos hablando 2010, surge una primer gran revolución de gente que no había tenido la posibilidad de expresar su opinión, justamente por esa monopolización de los medios y que por primera vez tenía estas herramientas tecnológicas como un medio, como un altavoz”.
- ¿Ejemplo?
- La primavera árabe, los chalecos amarillos. Entonces empieza justamente como una detonación. Como la Primavera Árabe. De ahí después sigue el 11 M español, el icónico YoSoy132 en México, la revolución de los paraguas de Hong Kong, MeToo, entre muchos otros. Y no es que su causa fue las redes sociales. No, estamos hablando de que todos estos movimientos tuvieron como características en común que representaban grandes problemas estructurales, distintos en cada uno de los contextos, grandes problemas latentes que habían sido obviados o ignorados o minimizados justamente por esos antiguos monopolios de la voz o de o de la opinión pública y de las mayorías. Al tener ese nuevo altavoz que son los teléfonos móviles y las redes sociales, tienen esa disrupción, de acuerdo a un centro de estudios que se llama el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales que tiene un estudio reciente que se llama La era de las protestas. Justamente se preguntan ¿qué le pasa al mundo? Por qué a partir de la segunda década de este siglo comenzaron las protestas alrededor de todo el mundo y hacen una estadística y lo dividen por regiones, pero a nivel global es alrededor del 11.5% anualmente el incremento de las protestas alrededor del mundo y entonces parte de lo que ellos concluyen es: es la tecnología. Fue el habilitador más crítico de las protestas globales.
(Foto: Las Silla Rota)
- ¿Fue a propósito o simplemente como dicen por ahí se les salió de madre el río? ¿Lo pensaron o no lo midieron?
- Desde que se inventó el libro, la prensa escrita, etcétera, toda la tecnología ha cambiado y mejorado a las respectivas sociedades con sus respectivos cambios en su momento. Entonces simplemente fue una paulatina adopción de esta nueva tecnología hacia las mayorías y ese nuevo digamos que eso fue una tecnología que adoptó actualmente alrededor del 66% de la población mundial y esa, esas mayorías ahora tuvieron esa, esa voz, una voz que no habían tenido.
- Las redes sociales se van a convertir en una arena, para bien y para mal, el próximo año que se celebran elecciones en México.
- Es muy interesante hablar justamente del fenómeno de polarización, dado que parte de lo que ocurre en las redes sociales es justamente lo que le llaman la famosa burbuja de filtro. Es decir, con base en nuestras amistades, en nuestras búsquedas, en nuestros comentarios, los algoritmos hacen un perfil de nosotros y nos empiezan a mandar publicidad que nada más refuerza las opiniones que tenemos y nos hace convivir con personas que piensan de manera similar. De esa forma se generan esos distintos polos que difícilmente comparten ideas y no simplemente viven cada uno en su respectiva burbuja o burbuja. Ahora, hablando de eso, el barómetro de confianza justamente es un estudio internacional que mide la polarización en los países y para sorpresa de muchos, de hecho, México no es uno de los países más polarizados. Está mediana, polarizado, porque lo que hacen es justamente efectuar ya diversas encuestas y hay que diferenciar entre la polarización de las élites a la polarización de las mayorías.
- Entonces con base en esa diferenciación hay una polarización de las élites, pero no necesariamente de la gente…
- Exactamente. Definitivamente hay una polarización de las élites y una polarización política, pero eso no implica necesariamente una polarización social de las mayorías. Y eso creo que se puede constatar de diversas formas. Entonces, digamos tú, tú lo que podrías ver es que el próximo año que tenemos elecciones importantes habrá una cresta de polarización en la élite, pero no lo verías abajo en las redes sociales que sin duda son un amplificador de nuestras opiniones, de nuestras pasiones, del discurso, de nuestro discurso, de nuestra ideología. Pero bajo ese contexto, es exactamente mi opinión que la polarización ocurre en los contextos que están muy politizados, por supuesto, entre las élites antagónicas. Sin embargo, no necesariamente va a permear, permea esa pulverización de absolutamente en toda la sociedad.
(Foto: La Silla Rota)
CAO