¿Qué opinan los aspirantes a la rectoría de la UNAM sobre la violencia de género? ¿Qué proponen para erradicar este problema que ha causado inconformidad y protestas en diversas facultades y escuelas de la universidad?
De acuerdo con los planes de trabajo de los 17 aspirantes a ser tomados en cuenta por la Junta de Gobierno para encabezar los destinos de la UNAM, algunos, como Guadalupe Valencia, tienen como objetivo que la UNAM sea el primer lugar libre de violencia de género en el país.
Otros, como Luis Alvarez Icaza, tiene un plan con varias líneas de acción, y reconoce que las resoluciones del Tribunal Universitaria son tardadas.
Para otros, es un problema grave que se ha atendido por la UNAM, pero aun quedan pendientes como reforzar la legislación y hacer campañas de concientización. Estas son las propuestas en materia de combate a violencia de género de los 17 aspirantes a rector. Se ponen por orden alfabético.
LAURA SUSANA ACOSTA
Para la directora de la Escuela Nacional de Estudios Superior de León, Guanajuato, uno de los pilares de su plan de trabajo es la atención de los casos de violencia de género.
De acuerdo con el documento, eso significa el reto de que “la creciente violencia hacia la mujer y a las diversidades sexogenéricas en México exige el seguimiento oportuno y continuo de todos los casos hasta ser sancionados”.
El plan se fija una meta al respecto: “creer en la palabra de todas las víctimas, dando un acompañamiento humano desde la mención inicial de los hechos, hasta la formalización de la queja y aplicación de la sanción”.
SERGIO ALCOCER
Para el ex director del Instituto de Ingeniería de la UNAM, el combate a la violencia de género es uno de los temas transversales de su plan de trabajo, y su objetivo es que haya cero tolerancia.
Busca fortalecer la institucionalización y la transversalización de la perspectiva de género, reflejada en la normatividad y las políticas universitarias. Además, propone establecer mecanismos que permitan revisar y evaluar los lineamientos y protocolos de atención a la violencia de género y generar las estrategias normativas e institucionales necesarias para garantizar la cero tolerancia y establecer el programa “UNAM Violeta” de espacios sin violencia basada en género.
LUIS AGUSTIN ALVAREZ ICAZA
En el caso del actual secretario administrativo, su plan de trabajo incluye un diagnóstico del problema. En el caso de la atención de asuntos de violencia de género que involucran estudiantes, reconoce que en ocasiones la intervención de titulares es lenta.
Otro problema es que el abanico de sanciones que dispone el Estatuto General brinda pocas opciones y genera la percepción de que las sanciones impuestas son insuficientes.
“Finalmente, las resoluciones del Tribunal Universitario siguen siendo tardadas”, admite.
Su propuesta para mejorar la atención de asuntos de violencia de género que involucran estudiantes pasan por capacitar a titulares de entidades y dependencias para que comprendan la importancia de la reacción rápida; vigilar el funcionamiento del Tribunal para conseguir que el procesamiento de los casos que atienda sea más expedito; diseñar un sistema taxativo apropiado, que sea justo por un lado y que no genere la percepción de insuficiencia de las sanciones.
Respecto a los problemas en la atención de casos de violencia de género que involucran a trabajadores. Describe que siempre se tratan a través del Procedimiento de Investigación Administrativa que provee un abanico limitado de sanciones según los Contratos Colectivos de Trabajo. La postura de los sindicatos STUNAM y el AAPAUNAM es contraria a la imposición de sanciones. A ello se suma el empantanamiento de casos en la Comisiones Mixtas Bilaterales.
Parte de sus estrategias para mejorar la atención de casos de violencia de género que involucran a trabajadores pasan por impulsar modificaciones a las sanciones consideradas en los CCT “(lo que puede ser difícil)”; propiciar campañas que ayuden a cambiar el comportamiento corporativo de los sindicatos y para desbloquear el trabajo de las Comisiones Mixtas se puede usar la legislación laboral federal, que ya incluye protección para las víctimas de violencia de género y dejar que la solución pueda ocurrir en los tribunales laborales.
RAUL CONTRERAS BUSTAMANTE
El director de la Facultad de Derecho considera que la UNAM “ha trabajado mucho en visibilizar y combatir el problema de la violencia de género”, explica en su plan de trabajo.
“Hay protocolos e instancias que no existían, además de una cultura de la denuncia que ayuda a la prevención y a la sanción. Sin embargo, seguimos en deuda y con déficit en materia de igualdad y de seguridad para las mujeres y el resto de los grupos vulnerables”, reconoce.
Para hacer realidad la igualdad de género y la no violencia, se debe empezar con una revisión a fondo y una actualización integral de la legislación universitaria para desterrar los vicios patriarcales que pueda incluir, e incorporarle la perspectiva de género.
JORGE ALFREDO CUELLAR ORDAZ
El director de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, remarca que los problemas de acoso y violencia de género son nacionales y están insertados en la universidad.
“Es importante denunciar, pero también actuar expeditamente a favor de la víctima. La UNAM debe ser un espacio libre de lastres, un ejemplo a seguir para reproducir acciones exitosas y compartirlas en otros ámbitos educativos y sociales”, es lo que plantea al respecto en el resumen de su plan.
PATRICIA DÁVILA ARANDA
La secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM propone fortalecer la capacidad de respuesta, atención y comprensión del personal de cada entidad y dependencia en el primer contacto, para vigilar y dirimir las situaciones relacionadas con la discriminación o violencia de género.
Además, se deben hacer en la UNAM campañas de igualdad de género para prevenir y, si es el caso, atender cualquier tipo de violencia por estas razones. El objetivo es promover que la transformación de las relaciones de género a partir de la cultura de la igualdad es positiva y que los hombres tienen un papel clave en el proceso.
GERMÁN FAJARDO
El director de la Facultad de Medicina considera que el problema se debe prevenir y cuando se presente, “actuar ante violaciones de las mujeres, violencia de género o cualquier tipo de discriminación, por acción, omisión o aquiescencia dentro y fuera de instalaciones universitarias”.
Otra medida es promover cursos, talleres y seminarios permanentes que permitan visibilizar y sensibilizar a la comunidad universitaria sobre la violencia hacia la mujer, la diversidad sexual y las diferentes masculinidades y los efectos que tienen entre la comunidad universitaria y la sociedad.
También dar seguimiento puntual y cercano a las denuncias legales y públicas realizadas por quienes sufren violencia de género o a la diversidad sexual y colectivas universitarias.
HÉCTOR HIRAM HERNÁNDEZ BRINGAS
El investigador del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM considera que es indispensable lograr la equidad de género en todos los ámbitos institucionales y para ello es necesario profundizar en las acciones afirmativas en favor de las mujeres y otras identidades de género, así como erradicar todas aquellas barreras que impiden su pleno desarrollo.
“Es indispensable abordar el tema de la violencia de género expresada en cualquiera de sus tipos, desde los micromachismos y la violencia poco evidente y normalizada, el acoso sexual, hasta la violencia física en todas sus dimensiones”.
Reconoce que se han dado pasos en materia legislativa, pero aún falta avanzar en esa dirección, como el seguimiento adecuado a los casos de violencia de género que terminan diluidos por prejuicios patriarcales de quienes son responsables de la solución a estos problemas, o por la dificultad de hacer valer derechos frente a las redes burocráticas que muchas de las veces obstaculizan el acceso a la justicia.
“Esto requiere atención para evitar la impunidad y la consecuente reiteración de actos que atentan contra la integridad y dignidad de las mujeres, y que en años recientes han derivado en tensiones que han afectado la vida académica de las instituciones. (…) Deben aplicarse políticas y programas de cero tolerancias a la violencia de género”.
WILLIAM HENRY LEE ALARDIN
El coordinador de Investigación Científica ve avances sin precedentes en la actualización de la estructura de la Defensoría de los Derechos Universitarios-Igualdad y Atención de la Violencia de Género y la creación de la Coordinación para la Igualdad de Género.
Sin embargo, reconoce que es una tarea inacabada “que debe continuar a través de acciones específicas que reduzcan las brechas en nuestra comunidad académica, una simplificación administrativa y jurídica para la atención pronta de los casos que requieren solución y medidas de prevención, difusión y sensibilización.
“En la medida que logremos exitosamente lo anterior ello será también un ejemplo y un factor de motivación para que todos los sectores de la sociedad se vean reflejados y representados en nuestra universidad y así contribuyan con esa diversidad a su quehacer y desarrollo”.
LEONARDO LOMELÍ VANEGAS
El secretario general de la UNAM plantea que en este tema, hay que apoyar a la Defensoría de los Derechos Universitarios, Igualdad y Atención de la Violencia de Género para lograr visibilizar el fenómeno de la violencia de género y “para fortalecer la cultura de la denuncia, que es el paso más efectivo para su erradicación junto con la prevención”.
MARÍA ESPERANZA MARTINEZ ROMERO
En su diagnóstico, la coordinadora de la licenciatura de Ciencias Genómicas de la UNAM señala que entre los principales problemas de la universidad están el acoso y la violencia.
“Es necesario atender las denuncias de acoso y violencia con prontitud y eficiencia y dar castigos justos a los acosadores. El combate a la violencia y al acoso es prioritario y sin duda es necesario apoyar la educación que estimule el respeto, sin menguar la libertad de expresión”.
DANIEL TREJO MEDINA
El ingeniero en computación por la UNAM y profesor de la Facultad de Derecho propone promover una actualización a la legislación universitaria, amparada en todos los grandes jurisconsultos con los que cuenta la universidad en los órganos del Poder Judicial de la Federación, que permitan observar el ordenamiento, el procedimiento, el protocolo y la adecuada implementación para atender el plagio académico, la violencia de género de manera objetiva y la discriminación, “tres elementos que cada vez ante una evidente asimetría de poder ejercen funcionarios o académicos en contra del alumnado, sin ser sancionados adecuadamente”.
IMANOL ORDORIKA
El director general de Evaluación Institucional considera que la violencia de género es uno de los grandes temas para el análisis de la situación actual y para combatirlo propone realizar cambios normativos para prevenir y sancionar la violencia de género.
También buscaría crear y modificar estructuras institucionales para garantizar la igualdad y la erradicación de la violencia. Además, crear una instancia especializada para la atención de la violencia de género, autónoma de la administración central, con instancias locales en las entidades con alumnado.
GUADALUPE VALENCIA
La actual coordinadora de Humanidades de la UNAM plantea como prioridad hacer que la universidad se convierta en el primer espacio libre de violencia contra las mujeres en nuestro país.
“Las violencias son un problema multidimensional que se arrastra desde hace décadas y atenderlo requiere de construir incesantemente una cultura de igualdad de género y respeto entre cada integrante de la comunidad universitaria.
“La seguridad será la condición básica para que académicas, alumnas y funcionarias realicen sus actividades con la tranquilidad que necesitan. Impulsaremos una agenda de género con base en el fortalecimiento del trabajo pedagógico e institucional logrado recientemente. Proponemos elevar la Coordinación para la Igualdad de Género a Secretaría para la Igualdad de Género, con el firme objetivo de asegurar la transversalidad en todas las políticas universitarias desde una tolerancia cero a la violencia de género”.
AMBROSIO FRANCISCO JAVIER VELASCO GÓMEZ
El investigador del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM ve el problema de violencia de género como uno de los principales de la UNAM. Para atenderlo y combatirlo plantea ampliar y fortalecer acciones y programas orientados a prevenir la discriminación y la violencia de género. También garantizar procesos justos y expeditos que atiendan desde una perspectiva de género las demandas de las víctimas, con respeto a los derechos de todas las personas involucradas.
LUZ DEL CARMEN VILCHIS
Quien fuera la primera directora de la Facultad de Artes y diseño de la UNAM reconoce que para el combate a la violencia de género hay instancias universitarias y una política institucional establecida para garantizar la no violencia y la no discriminación por causa alguna entre estudiantes, docentes, trabajadores de base y funcionarios.
Pero plantea que es necesario fortalecer las trayectorias “frente a las cuales cualquier miembro de la UNAM pueda tener certeza de saberse escuchado, atendido y protegido. Indudablemente hay mucho trabajo por hacer para robustecer todas las instancias que atienden asuntos tan delicados como: discapacidad, capacidades diferentes, igualdad de género, violencia contra las mujeres, bullying escolar, mobbing laboral, etc”.
Observa que la comunidad es tan cuantiosa que en ocasiones no se alcanzan a atender las 5 situaciones más delicadas.
“Se requiere la revisión, actualización y expansión de todos los programas de salud sobre todo para la protección de la población más sensible, el alumnado”.
DOMINGO ALBERTO VITAL
El doctor en letras, novelista y miembro del Sistema de Investigadores Nivel III, considera que la universidad ha hecho numerosos esfuerzos y cuenta con indudables logros durante los últimos años con respecto a la superación de la violencia de género.
“La Universidad cuenta hoy con un Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG), una Coordinación de Igualdad de Género (CIG), áreas específicas de primera atención a demandas en la Oficina de la Abogacía General, las clínicas jurídicas y un Código de Ética, entre otras instancias de investigación, de gestión, de fundamentación jurídica y de apoyo y seguimiento hasta donde nos lo permiten nuestras funciones”, explica en su plan de trabajo.
Para Vital, la clave está en la prevención.