ELECCIONES EN MÉXICO

¿Cómo eran los destapes de candidaturas a la Presidencia de la República del pasado?

Los presidentes designaban a su sucesor sin oposición, quejas o malestar entre los militantes del PRI, donde este tipo de práctica se convirtió en toda una tradición

¿Cómo eran los destapes de candidaturas a la Presidencia de la República del pasado? Créditos: Especial
Plutarco Elías Calles  Créditos: Especial
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Este miércoles el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, anunció con bombo y platillo su decisión final de retirar el apoyo a la aspirante de su partido, Beatriz Paredes, y volcarse a hacia la aspirante panista Xóchitl Gálvez, convirtiéndola en la virtual candidata del Frente Amplio por México a la presidencia en 2024. La decisión, aunque controversial por dar fin de forma abrupta a un proceso democrático de selección de candidata, resulta similar a las viejas prácticas priistas en las que el elegido era designado con la punta del dedo y posteriormente destapado.

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Bien señaló el periodista Héctor Aguilar Carmín, previo a la elección presidencial de 2018, en su columna en el diario El Milenio, que “las costumbres políticas tardan más tiempo en morir que los regímenes. Sobreviven a revoluciones y dictaduras, a guerras y a grandes cambios históricos”, y ahora, a una alianza entre los partidos de oposición al gobierno en turno, en las que aunque la destapada milita en el PAN, la última palabra en su designación la ha tenido el dirigente nacional del PRI, quien no se esperó a que terminará el proceso interno del FAM y dio fin a un proceso democrático de forma abrupta.

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Este tipo de destape es común en la historia del PRI, pues en la época de oro del partido, los presidentes designaban a su sucesor sin oposición, quejas o malestar entre los militantes, a quienes, como bien rescata El País en una publicación de 1987, se les permitía todo, “desde las torpezas y el escándalo hasta la corrupción y la delincuencia”. Todo eso podía ser olvidado y perdonado. Lo único que sí se castigaba era la “no sumisión".

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Plutarco Elías Calles 

La práctica del dedazo que inició con Plutarco Elías Calles vio concretada su efectividad en la ascensión presidencial de Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio, Abelardo L. Rodríguez y Lázaro Cárdenas. Además de Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez y José López Portillo, entre otros.

Esta práctica de selección de candidatos y sucesores del presidente por dedazo se consolidó como una tradición por palabras del mismo Luis Echeverría, quien como expresidente declarase que “la tradición en México es que el mandatario en turno elija a su sucesor”, reconociendo que a él le “costó trabajo decidirse por José López Portillo”, según recoge el medio Debate.

El primer cuestionamiento a esta práctica antidemocrática de selección de candidatos presidenciales llegó de la mano de Cuauhtémoc Cárdenas en 1987, cuando con el apoyo de la corriente democratizadora del PRI, desafió el derecho del presidente en turno, Miguel de la Madrid, para elegir a su sucesor y exigió que el partido realizará unos comicios internos para ver quien debía ser el próximo presidente.

De acuerdo con Héctor Aguilar Camín la práctica del dedazo fue practicada hasta la época de Enrique Peña Nieto, quien habría elegido al candidato de su partido para las elecciones de 2018, aunque para entonces esa decisión ya no tenía el peso que tuvo en la época de oro del partido. Sin embargo, señala que la práctica fue replicada en los otros partidos, incluido Morena, donde AMLO aplicó el auto dedazo y se declaró candidato presidencial del partido que presidía y que él mismo fundó.

VGB