El Mecanismo para el Acceso a la Verdad y el Esclarecimiento Histórico de las violaciones graves a los derechos humanos cometidas de 1965 a 1990 se encontró con una laguna informativa en el Archivo General de la Nación, pues en los expedientes de la serie de “homicidios”, Inteligencia hizo perdidiza la información correspondiente a personajes como Rafael Caro Quintero, Arturo “El Negro”Durazo y Fernando Gutiérrez Barrios.
La Silla Rota tuvo acceso al informe Ampliación de evidencias sobre el archivo DFS-DGISEN-CISEN en AGN, que es la segunda entrega que hace el Mecanismo para denunciar que el Centro Nacional de Inteligencia no entregó completos los expedientes correspondientes a la Dirección Federal de Seguridad y el CISEN, sobre casos emblemáticos de violaciones a los derechos humanos.
La semana pasada, La Silla Rota publicó una serie de expedientes “mutilados”, correspondientes al periodo denominado como “Guerra Sucia”, que recibió el Mecanismo de Esclarecimiento Histórico en el Archivo General de la Nación. Pese a que el Mecanismo lanzó un exhorto a las autoridades para que les permita tener acceso a los expedientes completos, no ha habido respuesta de parte del Centro Nacional de Inteligencia.
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“Conminamos a dicha institución y al Gobierno Federal a no hacer oídos sordos al llamado de atención sobre este asunto que compete a la sociedad entera y que forma parte del camino que México debe transitar para convertirse en una nación plenamente democrática, que reconoce los crímenes del pasado y que da muestra de su disposición a reconocerlos, esclarecerlos y repararlos, cuando sea el caso”, expresó.
Los expedientes “perdidos” por el CNI
En el informe, el Mecanismo de Esclarecimiento Histórico señaló que ha hallado fichas sin expedientes de algunos casos como el del asesinato de Enrique Camarena Salazar y violaciones graves de derechos humanos en los que estuvieron involucrados funcionarios como Fernando Gutiérrez Barrios y Arturo Durazo Moreno.
Uno de estos casos es del expediente 009-051-006, con información sobre el narcotraficante Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca Carrillo y Enrique Camarena Salazar. En el expediente había información correspondiente al periodo del 8 de junio de 1984 al 4 de julio de 1989, con notas periodísticas sobre el arresto de Caro Quintero e informes sobre el secuestro y asesinato del agente de la DEA.
“Al solicitar el expediente se encontró que la información está incompleta pues sólo hay un documento de 1984 y no hay nada de los meses junio a octubre de 1985. El documento con la fecha más reciente de este expediente es del 20 de mayo de 1985, por lo que no está la documentación que debía llegar hasta 1989”, señaló el Mecanismo.
Otro caso es el expediente 021-033-001 sobre Fernando Gutiérrez Barrios. Según consta en las descripciones del Inventario General, este expediente contenía documentación del 17 de septiembre de 1979 y hasta el 13 de agosto de 1991, pero en el Archivo General de la Nación la documentación sólo llega hasta el 16 de diciembre de 1985, por lo que falta todo lo correspondiente hasta 1991.
Asimismo, en la información entregada por el Centro Nacional de Inteligencia no viene el expediente 121-000-159 sobre Arturo “El Negro” Durazo Moreno, el cual contenía documentación de las fechas 26 de abril de 1982 y hasta el 09 de marzo de 1992.
“Al solicitarse el material en el Archivo General de la Nación, el Mecanismo de Esclarecimiento Histórico ha podido constatar que la documentación abre con la fecha del 26 de abril de 1982 y que cierra con un documento del 15 de noviembre de 1985, faltando así toda la documentación referida en el Inventario, de 1986 a 1992.
Se trata de documentos de las investigaciones que hizo la Dirección Federal de Seguridad y el entonces llamado Cisen sobre el proceso penal contra “El Negro” Durazo, su estado de salud y las declaraciones de su abogado.
“Desaparecen” expedientes sobre homicidios
El Mecanismo indicó que en la serie titulada “Homicidios” se cuenta con 86 expedientes relacionados con las investigaciones que hicieron la Dirección Federal de Seguridad y el Cisen sobre los asesinatos de dirigentes políticos, dirigentes sociales, ministros de culto, agentes de las mismas agencias, periodistas y agregados diplomáticos acreditados en México, entre otros.
Sin embargo, faltan partes de los expedientes de los asesinatos del sacerdote Ignacio de la Torre Uribarren, ocurrido en el estado de Sonora en octubre de 1979, y del periodista Alberto Rodríguez Torres, registrado en diciembre de ese mismo año. Lo mismo ocurre con los de los casos de John Patterson, vicecónsul de Estados Unidos en Hermosillo, y del periodista veracruzano Francisco Javier Juárez Vázquez, quien fue asesinado el mismo día que el periodista Manuel Buendía.
En la serie de “Homicidios” también falta información sobre el asesinato del periodista Ernesto Flores Torrijos, Norma Moreno Figueroa, Demetrio Ruiz Malerva, Neftalí Estrada Azuara, Odilón López Urías, Manuel Burgueño Orduña, Héctor Félix Miranda, Ronay González Reyes, y Linda Bejarano, entre otros.
Ante la mutilación de los expedientes que debieron ser entregados de manera íntegra, el Mecanismo de Esclarecimiento Histórico “reitera la demanda de que se permita a su personal la consulta y digitalización de expedientes que requiere para la investigación de esclarecimiento de graves violaciones a derechos humanos del periodo 1965-1990, ya sea que esta documentación histórica se encuentre en las instalaciones del CNI, o en el AGN”.
MRV