En la elaboración del Proyecto de Nación 2024-2030 se reciben tantas propuestas sobre cómo debe ser el gobierno que emane de Morena, en caso de que gane la elección de 2024, que lo mismo hay propuestas de cómo mejorar el sistema de pago de los programas sociales, mediante una tarjeta más moderna, que sugerencias sobre qué hacer con el Poder Judicial, los partidos políticos cuando no hay campañas e incluso cómo tener una mayor recaudación con la participación de los más ricos de México. Así lo explica el diputado de la Ciudad de México e integrante del equipo de redacción del Proyecto de Nación, Héctor Díaz Polanco, en entrevista con La Silla Rota.
“Es decir, hay críticas de las cosas que se han hecho bien, pero que tienen fallas programáticas o de operación como los programas sociales. Estamos hablando por ejemplo de gente que se queja de que no funcionan bien las tarjetas o que las entregas que son asuntos normales operativos, no se han logrado mejorar, que no se han logrado a plenitud y que se espera que ahora sí se logren”, resume.
El Proyecto de Nación, en cuya redacción participa un grupo de 21 notables personajes de la vida política, cultural y social, morenistas en su mayoría, pero también otros que no son militantes, como el historiador de El Colegio de México, Lorenzo Meyer, tomará en cuenta la opinión de la gente a través de buzones electrónicos sobre los temas más importantes para el eventual gobierno de Morena entre 2024 y 2030.
Además, hay un sistema de boletas que se le entrega a la gente en las asambleas que se realizan para palomear aquellas propuestas con las que están de acuerdo.
“De esa manera vamos a tener un gran cúmulo de material. Lo que falta entonces ahora es ponerse a empezar a trabajar, a cranear el proyecto. La idea es que este sea un proyecto alternativo en desarrollo”, dice Díaz Polanco, aunque él mismo se corrige.
“No se puede ahora darle el apellido de alternativo porque este ya es un proyecto no alternativo”, dice en relación con que Morena ya es gobierno.
“Es un proyecto que ya está en función y que queremos reactivar, ampliar”.
El proyecto debe estar listo antes del 6 de septiembre, para que ese día sea entregado al ganador o ganadora de la encuesta por la coordinación de comités de defensa de la Cuarta Transformación.
El trabajo de los integrantes de la Comisión Especial para la Elaboración del Proyecto de Nación, designados por el Consejo Nacional de Morena, es darle una interpretación a todas las propuestas que reciban, afirma el legislador.
Van de nuevo por la reforma judicial y electoral
Dos temas que el Proyecto de Nación retomaría, ya que la actual administración no pudo sacarlos adelante, por la falta de las dos terceras partes en el Congreso, son las reformas judicial y electoral.
Pero tampoco está descartada una reforma fiscal que contemple que los más ricos contribuyan más, aunque ahí las propuestas son menos, reconoce el diputado, quien presidió la Mesa directiva del Congreso Capitalino durante el primer año de la actual segunda Legislatura. Otro tema sería una reforma para reforzar los derechos de los pueblos indígenas, adelantó.
Elegir a los jueces y magistrados, como en Bolivia
A continuación, Díaz Polanco explica las razones de estas reformas.
“La judicial es que no puede funcionar un sistema en las condiciones de un país como México que tiene en el cuerpo de ese poder a personas que son electas hasta por nueve años, lo cual los hace funcionarios súper transexenales. En consecuencia, solo están pensando en cómo hacerse ricos en ese lapso. Segundo, no puede funcionar con los sistemas de control tan enclenques, tan inoperantes que tiene ese poder.
“Por ejemplo la pregunta que hace el presidente Andrés Manuel López Obrador cada vez que se acuerda de que tiene ahí a algunos miembros de la Judicatura que él propuso, que además son mis amigos pero fuertemente amigos, y yo me pregunto lo mismo, pues qué hace la Judicatura con todo esto. ¿Qué, no está pendiente de que ese juez sigue dando sentencias marcianas? ¿Qué le pasa? No hay medidas de control, de sanción, de corrección, entonces es obvio que están fallando las dos cosas: el método de elección de los miembros del Poder y los sistemas de control”, critica.
- ¿Por dónde iría esta reforma? Porque eso es un tema no fácil, no cualquier gobierno se avienta a hacer una reforma judicial.
-Sería mirar hacia el futuro y hacia el pasado. En el pasado esos funcionarios, magistrados, jueces etcétera, fueron electos y funcionó bien. Sería volver a eso, claro y también hay países entre ellos hace un rato Bolivia, donde también se eligen a esos jueces. Hasta donde yo conozco y he estudiado esos casos, no ha habido problemas debido a que son electos. Los problemas son debido a los eternos problemas de los sistemas judiciales, que se acumulan casos, se retrasan los procesos, etcétera, pero eso no tiene nada que ver con que sean indígenas o no”, se refiere a una de las críticas que precisamente ha recibido el sistema boliviano.
Proponen que partidos vivan de sus militantes cuando no haya elecciones
Sobre la reforma electoral, Díaz Polanco dijo que se trata de perfeccionar el sistema, ya que actualmente está muy sobrecargado presupuestalmente.
“Se usan muchos recursos para un sistema que podría funcionar con menos y más eficientemente. Por ejemplo, la propuesta que incluye esta propuesta de que los partidos políticos reciban presupuesto público durante las etapas electorales, pero durante las etapas de receso que son muy largas, de meses, no es posible que estén recibiendo los recursos como si hubiera elecciones a la siguiente semana”, planteó.
“Los partidos tienen que empezar a aprender a funcionar de manera adecuada con los recursos de sus miembros afiliados, a los que se les puede pedir una cuota o ajustarse el cinturón en las etapas en que no haya elecciones”, propuso.
Otra cuestión es que en su opinión no se necesitan 500 diputados federales, tampoco tres senadores por estado y hay congresos locales muy sobrecargados.
Que los ricos contribuyan más
Díaz Polanco fue entrevistado luego de participar en un foro en el que habló de que con la Cuarta Transformación ha comenzado a aumentar el bienestar para los más pobres, también hay crecimiento económico, y reconoció que aún hace falta redistribución de la riqueza entre los mexicanos.
Se le preguntó sobre si dentro del Proyecto de Nación han recibido propuestas sobre alguna reforma fiscal que proponga que los más ricos contribuyan con más recursos para aliviar a quienes no están dentro de los programas sociales.
“Todo eso va a salir incluso con independencia de la voluntad de la Comisión Especial del Consejo Nacional que eso es lo que somos, un encargo, entonces nosotros ahí vamos a poner lo que creemos que es imprescindible y que no se puede dejar fuera, pero seguramente va a salir, por ejemplo, este asunto de la reforma fiscal, porque es evidente que hay una injusticia y un desequilibrio fatal en el país”, recalcó.
“Hay que agarrar los datos latinoamericanos para saber que la proporción con que contribuyen los que tienen el sartén productivo y de concentración de riqueza en el país, lo que pagan respecto a sus ingresos es absolutamente ínfimo en comparación con el resto de la población, que va desde clase media, como en mi caso, hasta un obrero o un campesino”, continuó.
“Nosotros como empleados públicos, trabajadores en clase media y funcionarios, pagamos alrededor entre 30 a 35 por ciento y a veces más de nuestros ingresos”.
- ¿Se podría pensar en más impuestos para los más ricos?
-No diría más impuestos, sino mayor contribución a la carga pública para atender las necesidades del país, pero no se está pidiendo algo como excepcional. Ah, es que queremos hacer que México sea un poco avanzado, de vanguardia, incluso seguramente algunos dirán medio socialista, medio comunistas.
“Son bobadas, tonterías del tamaño del mundo, de lo que se trata es de que sea más pareja la carga. Hay algunos que tienen unos ingresos por los cuales pagan 5 por ciento, 3 por ciento. En promedio en América Latina están pagando la mayoría de los países 17 por ciento. Nuestra clase empresarial paga 3 a 5 por ciento. Casi nada, bueno, ya sabemos que ni eso querían pagar entonces encontraban la manera de no pagarlo.
“Y claro, cuando se le fue acumulando parecen sumas bárbaras, dice uno pobre gente, cómo le van a cobrar 20 mil millones, pero es que llevan 20 años teniendo una carga impositiva de 3 por ciento y lo mismo 20 años sin pagar nada y más los intereses, pues se le convirtió en esa masa inmensa de dinero”.
Consideró que eso conviene hasta por razones políticas porque esos son los grupos que crean los problemas políticos constantemente en cuanto empiezan a exigirles que paguen, aunque no se les pide nada excepcional, solo que cumplan con su deber.
Que indígenas ejerzan su derechos
Díaz Polanco también se refirió que podría haber una reforma indígena para que los grupos originarios de México hagan valer sus derechos y no sólo estén plasmados en papel.
- ¿Cómo sería?
-En primer lugar, que puedan ejercer sus derechos universales reconocidos de autodeterminación. ¿Qué quiere decir? Que se pueden ocupar de sus asuntos internos, en tanto grupo. Eso no quiere decir que se van a independizar, todos esos tópicos que dice la derecha. Lo que quiere decir es que si tienen el derecho a la autodeterminación que le reconocen las Naciones Unidas y los órganos regionales, la propia Constitución del país y la de la ciudad, pues ¿cómo lo ejercen o es solo una declaración vacua?
“Entonces, ¿cómo lo van a ejercer? Eso es lo que hay que definir con un régimen de autonomía, como va a funcionar, de tal manera que el punto es que se sientan satisfechos los grupos con su inserción política en el país, que no se sientan excluidos y que no haya vivos que se sientan inclinados a aprovecharse de ellos para fastidiarles la vida, que es lo que hacen todos los días a todas horas, con despojos, abusos.
“Todo eso tiene que evitarse y debe reconocerse el valor de las culturas originarias, que no es un problema, ni una especie de carga como habitualmente lo concibe la concepción conservadora, algo que hay que extirpar del país como si fuera un estorbo, no, es una de las riquezas fundamentales del país y no ver lo distinto, lo diverso como problemas, sino al contrario, como ventaja”, concluyó.
MRV