Los libros de texto de la 4T no son solamente libros con ideología sino que también hay eliminación de ideologías y metodologías de la enseñanza; además hay reducción de contenidos básicos como matemáticas, biología y lectoescritura.
Con este planteamiento arrancó el "Foro de análisis libros de texto gratuito para una educación con futuro" que convocó la diputada priista Ana Lilia Herrera. En el participaron académicos de renombre con especialidad en enseñanza. La principal conclusión a la que llegaron es que los libros de texto gratuitos fueron elaborados sin un programa de estudios ya que estos se publicaron apenas el 15 de agosto en el Diario Oficial de la Federación.
Los expertos que participaron expusieron de manera individual sus observaciones.
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¿Qué dijeron?
Máximo Aldana del Instituto de Ciencias Físicas de la UNAM, expuso que el tema no se reduce a errores tipográficos sino de conocimiento y conceptuales. Destacó que el modelo educativo que plantean los nuevos libros fue lo que causó preocupación.
David Black, investigador del área educativa en Cinvestav y con especialidad en matemáticas y experiencia en libros de texto; planteó que en el contexto de la Nueva Escuela Mexicana que se publicó ayer en el Diario Oficial de la Federación, "hay un fuerte desequilibrio en la sección de contenidos de matemáticas".
En su ponencia detalló que algunos temas de estadística se citan demasiadas ocasiones, mientras que desaparece la enseñanza de la geometría.
Contextualizó que las modificaciones de estos programas educativos en 2022 arrojaron que "hay un enfoque muy utilitario de las matemáticas que deja fuera la parte noble de la disciplina que tiene que ver con el pensamiento crítico, inducción, deducción, elaborar conjeturas, etcétera".
Y enfatizó que los nuevos planteamientos que se realizaron en enero pasado representarían un retroceso de 50 años. Sin embargo, dijo que la publicación de los programas ayer en el Diario Oficial de la Federación "muestra una gran mejoría en cuanto a desglose de contenidos en matemáticas y educación básica".
Alma Maldonado, miembro del Cinvestav con especialidad en enseñanza educativa expuso que es grave que se haya resguardado por 5 años la información relacionada sobre la elaboración de los contenidos de los nuevos libros.
Contextualizó que aunque el Diario Oficial de la Federación refiere que "se consultaron familias expertos niños y organizaciones sociales", no se precisa quiénes, cuántos, dónde y cómo.
Agregó que en el debate de contenidos se marginó otro debate respecto al modelo de capacitación docente y la condición en que se encuentra la educación después de la pandemia por coronavirus.
Explicó que entre otros temas las y los niños deben aprender de la escuela a diferenciar los temas de las creencias y de los conocimientos con base en hechos. "El Estado tiene la obligación de mostrar que la ciencia no se construyó solo en el mundo occidental, sino que la ciencia es también rebeldía ante la ignorancia, barbarie atraso y oscurantismo".
"Lo preocupante es que la responsabilidad va a recaer en maestros y maestras quiénes van a tener que encontrar estrategias de cómo van a aterrizar temas y cómo subsanar las carencias que identifiquen". Destacó que si bien hay profesores muy experimentados, también no lo son todos.
Irma Villalpando, pedagoga de la UNAM, expuso que no es difícil detectar errores en los libros de texto cuando saltan a la vista.
Ejemplificó que en estos libros se piden proyectos motrices a los niños para desarrollar destrezas manuales como lámparas de luz y alebrijes, inadecuados para ciertas edades. "Tendrán que ser entonces los adultos quienes los realicen en su lugar", dijo. "He sostenido la idea de que estos libros o la mayor parte de ellos no son para niños, en el mejor de los casos y si la familia se involucra, los adultos tendrán que estar presentes".
Numéricamente, dijo, hay un promedio de 60 proyectos lo que consideró es un exceso. "¿Por qué tres libros de proyectos y no uno?", preguntó.
Eduardo Backford, psicólogo con experiencia en educación y académico de la UNAM, detectó errores en planteamientos de ciertos temas y ejemplificó, "se afirma que la educación centrada en el individuo genera el individualismo y egoísmo que son indeseables socialmente por lo que el enfoque debe ser lo comunitario".
Refirió que en otro capítulo se afirma que el capitalismo y positivismo "ha provocado que el conocimiento se divida artificialmente en disciplinas, que ha generado el conocimiento fragmentado y por eso el conocimiento debe enseñarse de manera integrada".
Concluyó que "es una pena que estemos debatiendo la cantidad de errores pedagógicos y disciplinarios de estos nuevos libros cuando estos representan para la educación mexicana una herramienta indispensable para niños, profesores y familias". Y subrayó "los libros de texto son, en algunos casos, el único libro que hay en una casa".