ELEFANTA ELY

Elefanta Ely: Corte atrae amparo que puede salvar su vida

La Suprema Corte de Justicia de la Nación planea discutir el amparo relacionado con la Elefanta Ely, bajo el código SEFA 249/2023 dirigido por el ministro Juan Luis González Alcántara

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La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) lleva la discusión sobre el amparo que podría determinar el futuro de la Elefanta Ely. Esta resolución, identificada con el código SEFA 249/2023, tiene al ministro Juan Luis González Alcántara como principal responsable. La resolución plantea el traslado de la elefanta “Ely” del zoológico de San Juan de Aragón a un santuario de Brasil donde se tienen mejores condiciones para su desarrollo y cuidado.

La periodista Ruth Barrios compartió la información a través de un tuit mencionando que el caso de Ely sería tratado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Agregó que este hecho marcaría la primera vez que el caso de un animal llegaría hasta esas instancias. 

La decisión de la Corte de abordar este caso ha generado expectación en diversos sectores de la sociedad. El desenlace del proceso no solo afectará el destino de Ely, sino que también podría establecer precedentes jurídicos en materia de derechos animales en el país.

La dinámica de votación para atraer la discusión del caso evidenció posturas divididas entre los integrantes de la Suprema Corte. Juan Luis González Alcántara, Ríos Farjat y Gutiérrez Ortiz Mena mostraron una inclinación favorable hacia el análisis del amparo. Por otro lado, Zaldívar y Pardo expresaron su desacuerdo con llevar el caso a discusión.

La determinación de la Primera Sala de la SCJN fue avalada por tres de los cinco ministros a través de un proyecto presentado por el Ministro Juan Luis González Alcántara. La petición fue hecha por organizaciones animalistas, quienes solicitaron a la Suprema Corte de Justicia de la Nación la atracción del caso al considerar que existen condiciones inadecuadas para su desarrollo en el zoológico.
 
La elefanta ha permanecido durante 11 años en cautiverio. Fue vendida en 3.4 millones de pesos al gobierno de la Ciudad de México. Fue ingresada al zoológico de San Juan de Aragón donde permanece. Los peticionarios de la atracción, argumentaron que el cautiverio ha disminuido su salud por el encierro, así como por el poco espacio que tiene. 
 
 Los solicitantes realizaron presentaron el recurso a partir de la sentencia de un juez en Materia Administrativa de la Ciudad de México quien, en noviembre de 2022, negó otorgar el cambio, al afirmar que no hay elementos para confirmar el maltrato a la elefanta.

De acuerdo con el expediente, el asunto fue solicitado por Susana Evelia Ramírez Terrazas, integrante de la organización animalista “Va por sus Derechos”, una de las diferentes organizaciones que piden el traslado del paquidermo.
 
 El litigio que iniciaron a favor de la elefanta “Ely” comenzó con el amparo 1092/2021 ante un juzgado en la Ciudad de México. Al analizar la petición, el juez determinó negar.

“No existen datos objetivos para poder afirmar que Ely sea objeto de malos tratos, tortura, egoísmo, crueldad o condiciones semejantes que pongan en riesgo su salud, su integridad o su vida y, en cambio, existe una gran diversidad de elementos verificables que dan cuenta de condiciones de alojamiento, salud, cuidado, atención, alimentación, medicación, vivienda y hasta esparcimiento que, valga reconocer, llegan a ser mejores que las que tienen millones de personas en este país”.


 La organización que solicitó la atracción, también ha hecho pública la defensa de la  Gipsy, la cual fue trasladada del centro de Conservación Zofari, ubicado en el estado de Morelos al mismo espacio donde se encuentra “Ely”.

Contexto

Dentro del zoológico de Aragón, habita Ely, la única elefanta en toda la metrópoli. Esta situación ha llevado a activistas y organizaciones a levantar la voz, con el propósito de que se reubique a Ely en un santuario especializado en Brasil.

Las condiciones actuales donde se encuentra Ely se han puesto en tela de juicio. Se argumenta que el espacio no cumple con las necesidades específicas de un elefante africano. Los especialistas sostienen que es complicado para un zoológico replicar el ambiente necesario para estos majestuosos animales. De hecho, estudios indican que los elefantes experimentan un daño considerable en cautiverio.

Antes de llegar al zoológico, Ely formó parte del elenco del Circo Hermanos Vázquez durante dos décadas. En este entorno, realizaba actos y entretenía al público. No fue hasta 2011 cuando la Secretaría del Medio Ambiente decidió adquirirla, desembolsando 3 millones 460 mil pesos. Vale la pena mencionar que esta adquisición se realizó antes de que la legislación mexicana prohibiera la presencia de animales en circos.

En los esfuerzos por defender el bienestar de Ely, activistas han realizado seguimientos independientes al elefante. Informan que muestra síntomas asociados al estrés por cautiverio y posibles secuelas de su tiempo en el circo. Uno de los problemas identificados es la zoocosis, una enfermedad que se manifiesta en movimientos repetitivos debido a la falta de estímulo físico, mental y social. Esta situación se ve agravada por la soledad de Ely, ya que en 2016, su compañera, Maggie, fue sacrificada a causa de problemas de salud.

La longevidad de los elefantes en estado silvestre se extiende hasta los 70 años. Por ello, existe un esfuerzo colectivo para que Ely pueda experimentar un ambiente más natural y disfrute de la compañía de otros elefantes.

El santuario propuesto para Ely se especializa en cuidados para elefantes, tanto africanos como asiáticos. En este espacio, se prioriza el bienestar de los animales, dividiéndolos y tratándolos de acuerdo con su especie. La misión principal del santuario no se centra en la reproducción, sino en la recuperación integral de los elefantes, considerando sus aspectos físicos, mentales y sociales.

Mencionan que la posibilidad de enviar a Ely allí no solo proporcionaría un ambiente más adecuado, sino también una oportunidad para una vida más plena y enriquecedora.

Con información de Marcos Muedano. 

DJC