Un juez federal aprobó una suspensión definitiva que frena una parte de la Ley General en Materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación, que desapareció el Conacyt y creó el Consejo Nacional de Humanidades Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), según información de “Uniendo Caminos México”.
En comunicado, la organización dio a conocer que las autoridades no tienen facultad de realizar procesos administrativos que afecten al gremio científico, hasta que el caso no concluya.
“La suspensión no pone fin al juicio, sólo suspende los procesos que han estado realizando como parte de la asignación de la nueva Ley de Humanidades, Ciencia, Tecnología e Innovación”, expuso.
En declaraciones al medio Latinus, Joan Ochoa Sada, vocero y abogado de “Uniendo Caminos México, afirmó que la medida cautelar tiene el poder de frenar las acciones que afecten al gremio científico.
“Uniendo Caminos México” y “Ciencia Plural MX” promovieron al menos 41 amparos en contra de dicha ley que fue publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el pasado 9 de mayo.
Contexto
La aprobación de Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación, ha generado opiniones muy divididas, aunque la mayoría de los investigadores han manifestado su rechazo y esto no solo por su contenido, sino por la forma en la que fue aprobada.
Brenda Valderrama, investigadora en el Instituto Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), integrante de la Academia de Ciencias de Morelos y de la Red Pro Ciencia, asegura que la reciente aprobación de la Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación, es una muestra de que “La ciencia en México está muy dañada, pero aún la podemos reparar”, aclara que para ello se debe tomar en cuenta la voz de quienes están involucrados en la creación de conocimiento y desarrollo tecnológico.
La investigadora sostiene que era necesario contar una Ley en materia de ciencia, aunque las reglas para los integrantes del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) ahora no son muy claras, antes se contaba con los parámetros de producción científica que toma en cuenta estos rubros: publicaciones de artículos y libros, participación en conferencias y congresos nacionales e internacionales, divulgación de la ciencia y más.
Brenda Valderrama, sostiene que los integrantes del SNI tenían claridad respecto a los criterios que debían cumplir para ser evaluados; “sabíamos que si teníamos productividad en esas áreas nosotros podíamos pertenecer al Sistema Nacional de Investigadores, ahora todo cambia porque vamos estar regidos por la pluralidad epistemológica”.
Aunque las y los científicos han señalado de manera particular el concepto de pluralidad epistemológica, debido a que no se les ha aclarado en qué consiste para medir el desempeño de su trabajo. Por su parte Alma Maldonado, investigadora del Departamento de Investigaciones Educativas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) menciona que lo ideal sería que la Ley de Ciencia cuente con un glosario para explicar este y otros conceptos.
En una columna del periódico La Jornada, el escritor Francisco López Barcenas explica que la pluralidad epistémica no es otra cosa que el reconocimiento que en la producción de conocimientos existen más de una racionalidad y formas de hacerlo. En este aspecto sobresale con fuerza propia el conocimiento de los pueblos indígenas, que obedece a su propia cosmovisión”.
Las autoridades del extinto Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) han defendido este nuevo criterio de evaluación. La funcionaria pública María Elena Álvarez - Buylla Roces, sostiene que el mencionado mecanismo para evaluar a los investigadores tiene el objetivo de “garantizar su ejercicio efectivo con base en el rigor y la pluralidad epistemológicas". En ella se precisa la función social, los principios y fines de la política de Estado”.