Informes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) reconocen el riesgo latente para civiles y autoridades de los tres niveles de gobierno por el aumento de Artefactos Explosivos Improvisados (AEI) utilizados por cárteles y organizaciones criminales en diferentes estados del país. Incluso, en 2021, la Sedena presentó un informe en el Congreso de la Unión, en el cual aceptan la indefensión del Estado méxicano para combatir los AEI ante la falta de leyes para prevenir y sancionar, pues no se ha legislado al respecto.
Durante los últimos años, grupos criminales en México diversificaron el armamento utilizado en disputas contra autoridades, así como contra grupos antagónicos. Los registros de la institución identifican entre las víctimas a civiles, así como a soldados. Uno de los casos más recientes se presentó el pasado 28 de junio al estallar un Artefacto Explosivo Improvisado en un coche en Celaya, Guanajuato. Cinco militares fueron víctimas. Uno de ellos perdió una extremidad.
Aunque las áreas de inteligencia del gobierno federal reconocen el uso de AEI desde el año 2012, en 2017, el extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), hoy Centro Nacional de inteligencia (CNI), reconoció el uso de Artefactos Explosivos Improvisados por el crimen organizado, como una amenaza latente.
Uno de los métodos utilizados por el crimen organizado, identificados en el sexenio del entonces presidente Enrique Peña Nieto, son los “lanza papas”, artefacto creado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Documentos del Comité Especializado de Alto Nivel en materia de Desarme, Terrorismo y Seguridad Internacionales (CANDESTI), así como de la “Subsección de Contraterrorismo S-2 E.M.D.N”, ambas de la Secretaría de la Defensa Nacional, reconocen el aumento de Artefactos Explosivos Improvisados en México a partir del año 2020.
La indefensión del Estado mexicano ante Artefactos Explosivos Improvisados se encuentra documentada en diagnósticos de CANDESTI, así como de la Subsección de Contraterrorismo S-2 E.M.D.N”, los cuales fueron presentados en una reunión de trabajo con el Comando Norte (USNORTHCOM, por sus siglas en inglés) y ante agencias de seguridad de Estados Unidos a finales de 2022.
“Las agresiones con AA.EE.II. que llevan a cabo los grupos de la Delincuencia Organizada, representan un riesgo para la población civil y autoridades”, menciona una de las presentaciones hechas por la Sedena a las autoridades norteamericanas.
De acuerdo con los distintos informes, incluidos en la base de correos obtenida por los hacktivistas de Guacamaya, el uso de AIE se identificó por primera vez en México el 14 de diciembre de 2012. Hasta el 1 de septiembre de 2022, el Ejército tenía documentadas 377 agresiones con Artefactos Explosivos Improvisados en 19 entidades del país. De ellos, 288 ataques se han presentado en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
Los AEI en territorio nacional
Hasta junio de 2021, los documentos clasificados como “secreto” o “confidencial” del Comité Especializado de Alto Nivel en materia de Desarme, Terrorismo y Seguridad Internacionales, aseguraban que el uso de Artefactos Explosivos Improvisados, solo eran catalogados de “alto impacto mediático”, ya que no se consideraban “como una táctica sostenida por parte de algún actor no estatal, ni se advierte sofisticación técnica”.
Sin embargo, en los hechos, el uso de AEI en este sexenio ha proliferado, en comparación al gobierno de Enrique Peña Nieto (89 ataques), mandato donde se documentó el primer caso. La base de datos de la Secretaría de la Defensa Nacional obtenida por Guacamaya, solo tiene registros por entidad hasta el 28 de febrero de 2022. Hasta esa fecha, solo se documentaron 288 ataques, 39 menos de los efectuados hasta el 1 de septiembre de ese mismo año en el informe que se presentó al gobierno a autoridades de seguridad de Estados Unidos.
Los 288 ataques documentados en este sexenio (1 de diciembre de 2018 y el 28 de febrero de 2022) representan un aumento del 223.6% en comparación al sexenio anterior. Según la Sedena, en los 288 incidentes, registrados en este sexenio, se utilizaron mil 342 artefactos explosivos.
De acuerdo con la información, fechada hasta el 28 de febrero de 2022, se consideran a cuatro entidades como focos rojos. La primera de ellas es Guanajuato con 119 agresiones a través de 426 AEI. En esa entidad, uno de los casos más recientes, no incluidos en la base de datos, se presentó el pasado 28 de junio. Cinco militares resultaron lesionados por el estallido de una bomba casera colocada en el toldo de un vehículo. Uno de los elementos perdió una de sus extremidades.
En ese mismo estado, otro de los ataques con AEI, se registró en septiembre de 2021, cuando un paquete estalló a las afueras del restaurante “Barra 16.04”, ubicado en Celaya, Guanajuato. La detonación de la caja causó la muerte a dos personas. Autoridades de Guanajuato, así como la Fiscalía General de la República (FGR), iniciaron las investigaciones. Hasta el momento se desconoce el avance.
La segunda entidad con más ataques con Artefactos Explosivos Improvisados es Michoacán, donde se tiene el registro de 102 eventos a través de 634 AEI. En diferentes informes de la Sedena se reconoce un ataque con explosivos, a través de drones, en Aguililla, Michoacán, el 20 de marzo del 2021.
En esa entidad, se tienen identificados 19 municipios en los que se han registrado agresiones con AEI. Tepalcatepec, Aguililla, Buenavista Tomatlán y Zamora, concentran la mayor incidencia. Entre los artefactos fabricados con Artefactos Explosivos Improvisados, se encuentran el uso de drones; tubos de metal prefragmentado con mecha lenta y/o cápsula fulminante; tubos de P.V.C con mecha lenta; granadas de fabricación casera, tipo mortero con cápsula fulminante; así como cajas de metal con detonador, entre otros.
“Tipo granada de mano de fabricación casera, a través de la deflagración de una mecha iniciada manualmente por el operador que conecta a la carga explosiva. Contenedores metálicos con un sistema de iniciación electrónico y vía remota (ondas de radio). Se han detectado cajas de herramientas que en su interior cuentan con explosivos activados vía inalámbrica (teléfono celular)”, son parte de los distintos artefactos con AEI utilizados por el crimen organizado.
Jalisco y Guerrero con 10 casos, son las otras dos entidades con más ataques con AEI. En Jalisco se tiene el registro del uso de 185 artefactos, mientras que, en Guerrero, 22. Uno de los ataques registrados en Jalisco, se presentó a finales de noviembre de 2022 en el municipio de Encarnación de Díaz. El crimen organizado atacó a los elementos con drones, sin embargo, fue repelida por el personal. Dos agresores murieron.
“Hoy el crimen organizado intentó generar miedo y someter a la autoridad en la región Altos Norte, pero se toparon con pared. En un enfrentamiento en Encarnación de Díaz, oficiales de la @SSeguridadJal abatieron a 2 delincuentes armados al repeler una agresión”, escribió el gobernador Enrique Alfaro en su cuenta de Twitter.
En Guerrero, dos de los casos más recientes, no incluidos en la base del Ejército, se registraron en la comunidad El Caracol, municipio de Heliodoro Castillo. De acuerdo con las autoridades de la entidad, los ataques se efectuaron el 3 y 8 de mayo de 2023 contra pobladores. De acuerdo con el Centro de Derechos Humanos de las Víctimas por la Violencia Minerva Bello, los habitantes huyeron al municipio de Tlacotepec.
“El 3 de mayo nuevamente se percataron de los drones, pero esta vez fueron lanzadas seis bombas, lo que ocasionó que la gente saliera de sus casas de manera inmediata para proteger la vida de los niños y las mujeres”. Cinco días después, un nuevo ataque se presentó “a pesar de que la gente ya no estaba en su comunidad”.
Armando Rodríguez Luna, especialista en temas de seguridad nacional, considera el incremento de Artefactos Explosivos Improvisados, como grave, al no existir una regulación.
“La gravedad es de amplio espectro. Primero porque al no haber una regulación, permite es que existan empresas que puedan vender este tipo de artefactos y que la producción a partir de los insumos tampoco está regulada. Hay empresas que pueden empezar a importar exportar hacia México los insumos para generar esos explosivos. Por otra parte, el tema de los drones, tampoco está regulado en ningún aspecto desde la exportación o la importación. El uso está a las manos de cualquier postor que pueda pagar eso, desde grupos criminales hasta empresas privadas.
El también consultor en Strategic Affairs, señala que las autoridades municipales son las más expuestas e indefensas ante AEI, pero incluso, también el Ejército se encuentra vulnerable a los ataques.
“En Chiapas estamos viendo eso obviamente ya se ha visto en Michoacán se ha visto también en Zacatecas, pero en Chiapas empezamos a ver también en la proliferación de este tipo de artefactos, entonces. Otro impacto importante, con respecto a los grupos criminales, es que incrementa su capacidad de daño contra las autoridades. Las más vulnerables siempre serán las municipales en primer lugar y las estatales después, pero incluso también pueden generar daño contra las fuerzas armadas”.
El especialista considera que, en el corto tiempo, “más grupos criminales pequeños podrán acceder a los explosivos”, generando que “autoridades de seguridad municipal y comunidades tengan un mayor riesgo”.
AEI sin regulación en México
Los documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional, incluidos en los correos obtenidos por los hacktivistas de Guacamaya, mencionan la creación del “Subgrupo de sustancias explosivas y Artefactos Explosivos Improvisados” para hacer frente a la amenaza.
También, ha propuesto reformas a cinco leyes, así como dos iniciativas de ley denominadas “Ley de Protección del Espacio Aéreo Mexicano” y “Ley sobre la regulación de RPAs, (naves piloteadas a desfinancia) a fin de fortalecer el marco legal para proteger el espacio aéreo nacional e inhibir los vuelos ilícitos de aeronaves tripuladas y no tripuladas por parte de la delincuencia organizada.
Los cambios permitirían: facultar a la Sedena establecer acciones para garantizar que las operaciones aéreas no se realicen con fines ilícitos; establecer zonas de vigilancia y protección del espacio aéreo; ejercer sus atribuciones en materia de seguridad en el espacio aéreo con otras autoridades; -así como- imposición de penas por el empleo de drones con explosivos” entre otras.
El Ejército también busca cambios al Código Penal Federal, para que se pueda tipificar como delito el uso, posesión y fabricación de Artefactos Explosivos improvisados.
“El uso de Artefactos Explosivos Improvisados es de alto impacto mediático, ya que se están empleando como una táctica por parte de los grupos de la delincuencia organizada. Se advierte sofisticación técnica en confección, por lo que es necesario actualizar el CPF para tipificar como delito el uso, posesión y fabricación de AEI”.
MRV