De acuerdo con analistas políticos, a un año de la detención de Rafael Caro Quintero en México, su extradición a los Estados Unidos se ha convertido en una de las monedas de cambio del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para presionar en sus negociaciones en materia de seguridad.
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Rafael Caro Quintero, el "narco de narcos", quien fuera el narcotraficante más buscado por la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA, en inglés), está a la espera de ser entregado a la Justicia estadounidense desde su captura en la sierra del norteño estado de Sinaloa en el 2022.
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No obstante, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador estaría dilatando el proceso para presionar a EU en negociaciones relacionadas con el tráfico de armas o de fentanilo, un opioide sintético que ha causado decenas de miles de muertes por sobredosis en EU, consideran analistas políticos.
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"Todo parece indicar que el Gobierno mexicano le está permitiendo a Caro Quintero avanzar en todos los recursos para frenar su extradición hasta que llegue a una negociación", explicó a EFE el especialista en seguridad pública David Saucedo.
Por otra parte, Javier Oliva, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), considera que la extradición del narcotraficante podría entrar dentro de un amplio paquete de medidas de seguridad entre ambos países, pero no servirá para resolver asuntos concretos.
"Caro Quintero por el fentanilo lo descarto. Pero en un acuerdo más amplio sí es posible esa opción", dijo en una entrevista a EFE.
Y agregó que la dilatación o estado de "punto muerto" en el que se encuentra la extradición de Rafael Caro Quintero a EU es común en casos mediáticos y se debe a los recursos dilatorios interpuestos por la defensa del delincuente, que aprovechan vacíos o contradicciones de la ley mexicana.
ENTRESIJOS DE LA NARCOPOLÍTICA
David Saucedo, afirmó que la extradición del narco de narcos a EU no se ha concretado por que el Gobierno de López Obrador teme que entregar a narcotraficantes de alto perfil que puedan facilitar información privilegiada acerca de la colusión del Estado mexicano con el narcotráfico.
"La llegada de Quintero a EU les proporcionaría información sobre lo que ocurre en la narcopolítica mexicana, por lo que intuyo que la extradición no se dará en este sexenio", aseveró.
Sin embargo, Javier Oliva, cuestionó la validez de la información obtenida de testimonios de narcotraficantes mexicanos que cumplen condena al otro lado de la frontera, y que han servido para encerrar entre algunos, al exsecretario de Seguridad Pública Genaro García Luna (2006-2012).
"No basta que lo digan delincuentes de esa ralea, que son capaces de vender a su hermana. La información que puedan tener puede resultar sensible, pero ¿cómo se valida?", apuntó.
Entre las leyendas que rodean a Caro Quintero en su amplio historial delictivo, se encuentra la que afirma que llegó a acumular una fortuna de casi 500 millones de dólares y que se ofreció a pagar la deuda externa de México a cambio de que lo dejaran operar.
JUSTICIA POR CAMARENA
Estados Unidos solicitó la extradición de Caro Quintero, para juzgarlo por el secuestro y asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena, crimen por el cual la dependencia estadounidense ofreció una recompensa de hasta 20 millones de dólares por su captura en 1985.
Ese mismo año, el fundador y líder del cártel de Guadalajara fue detenido en Costa Rica y sentenciado por la Justicia mexicana, sin embargo, en 2013 quedó libre después de que varias causas en su contra fueran desechadas.
Un error en el proceso por el homicidio de Camarena dejó sin efecto la sentencia y, dos años después, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) revirtió la decisión. Pero ya acampaba a sus anchas.
Este embrollo político, incidió Javier Oliva, abre la puerta a que pueda ser juzgado en EU por el mencionado asesinato, algo que acrecienta la presión para extraditarlo, además de delitos de narcotráfico y delincuencia organizada.
"Tengo dudas con respecto a que sea legal, en tanto ya fue juzgado en México por ello, pero me parece que EE.UU. tiene abierta la causa. Únicamente sabemos de manera genérica que hay una acusación por tráfico de drogas", agregó Saucedo, quien lamentó la opacidad alrededor del caso.
VGB