ELECCIONES 2024

Así fue el “dedazo” en el PRI de 1987

La designación del candidato del PRI, dada la importancia del partido en la historia de México, había sido un suceso considerado clave para la vida política del país

En 1987, el presidente Miguel de la Madrid Hurtado eligió a Carlos Salinas de Gortari como el candidato del PRI a la presidencia de la República para los comicios de 1988
Elecciones 2024.En 1987, el presidente Miguel de la Madrid Hurtado eligió a Carlos Salinas de Gortari como el candidato del PRI a la presidencia de la República para los comicios de 1988Créditos: Cuartoscuro
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Históricamente, el PRI ha utilizado diversos métodos de elección para seleccionar a su candidato presidencial, aunque por muchos años el presidente de la República en turno era “el gran elector”, al margen del mecanismo que se eligiera que era letra muerta.

Elección directa, consultas a la base, que luego terminaban en candidato único o convención de delegados son los métodos que ha utilizado el tricolor para elegir a su abanderado presidencial en sus 88 años de existencia, donde no estuvo exento de fracturas, sobre todo a partir de 1987-88 donde se combatió el llamado “dedazo” del presidente en turno.

La designación del candidato del PRI, dada la importancia del partido en la historia de México, había sido un suceso considerado clave para la vida política del país.

El mayor cisma que ha sufrido el PRI fue en 1988, con la salida de la corriente Democrática, encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, quienes se inconformaron con el entonces presidente Miguel de la Madrid, quien se inclinó por Carlos Salinas de Gortari como candidato del tricolor para los comicios de 1988.

En 1987, el método de elección fue consulta a la base donde participarían Ramón Aguirre Velázquez, Manuel Bartlett, Alfredo del Mazo, Sergio García Ramírez, Miguel González Avelar y Carlos Salinas de Gortari.

Sin embargo, no era en las urnas, sino que tenían que desfilar por cada uno de los sectores del PRI. Una vez que terminó esa pasarela de precandidatos, fue De la Madrid quien tuvo la última palabra y se inclinó por Salinas de Gortari, lo que desembocó en la salida de la Corriente Democrática.

A partir de esta fractura, el PRI se vio obligado a modificar la designación de su candidato para evitar que se reeditara esa situación. Conforme la competitividad electoral fue avanzando, el partido se vio en la necesidad de ir modificando sus procesos de selección de candidatos y buscar legitimar la decisión de quien era el nominado, principalmente en lo que a la designación del candidato presidencial se refiere.

La Corriente Democrática proponía lograr una mayor vida democrática, acabar con la sumisión presidencial y hacer respetar los acuerdos institucionales del partido, como era el caso de los procedimientos para la designación del candidato presidencial del partido.

Sin embargo, pese a que inicialmente los lideres del partido aceptaron escuchar las propuestas de los democratizadores, al final se terminó mostrando la cara autoritaria que lo había caracterizado.

Una elección interna que marca un hito en la historia del PRI es la del 2000, pues Francisco Labastida Ochoa pierde la elección y por primera vez en 71 años, entrega la Presidencia de la República al PAN en la persona de Vicente Fox.

LA MUERTE DEL DEDAZO

La última crisis importante que sufrió el tricolor fue la de 2006 cuando Roberto Madrazo —sin presidente de la República priista de por medio— se impuso a Arturo Montiel con todo y el llamado TUCOM (Todos Unidos contra Madrazo) para quedarse con la candidatura a costa de fracturar al PRI, lo que derivó en que ese partido cayera al tercer lugar en las elecciones presidenciales del 2006.

En esa ocasión el método fue elección interna entre Madrazo y Everardo Moreno, quien realizó una participación considerada simbólica, pues el tabasqueño ya tenía la candidatura en la bolsa.

Seis años más tarde, el PRI se inclinó por elección directa y abierta de militantes y simpatizantes para la elección de su candidato a la Presidencia de la República en el 2012.

El proceso fue terso pues Enrique Peña Nieto se convirtió en candidato único luego de que ningún otro priista se presentó al proceso de elección ya que Manlio Fabio Beltrones renunció de último momento a contender.