Los cárteles de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación (CJNG) han encontrado la forma de vender fentanilo hacia Estados Unidos a través de las redes sociales, principalmente Snapchat e Instagram. El mercado que han explotado es entre adolescentes que buscan analgésicos y antidepresivos y que son engañados por otros jóvenes que operan en la zona fronteriza con México y que transportan el opioide dentro de simples mochilas por la garita de Tijuana.
Al menos 88 jóvenes usuarios de estas redes sociales han muerto luego de adquirir por esta vía y consumir fentanilo, según muestran demandas civiles, informes del Departamento de Justicia de Estados Unidos y testimonios de padres de familia, muestra una investigación de Milenio.
En algunos videos subidos a Snapchat o a historias de Instagram, material que se elimina de manera automática luego de 24 horas de su publicación, se muestra la droga ser empaquetada en cuadros del tamaño de una hoja oficio y envuelta en papel celofán.
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Los "dealers" son jóvenes que además de conocer a la perfección el funcionamiento de Snapchat deben tener visas fronterizas o Green Card, como se conoce comúnmente a la tarjeta de cruce de los residentes permanentes en esta frontera con Estados Unidos.
Uno de los usuarios que engañan a jóvenes para consumir fentanilo ha sido identificado como "Niño”, pero cuyo nombre es Osvaldo Mendivil, un joven de 20 años de edad que fue reclutado por un cártel de la droga en Tijuana y tenía la instrucción de convencer a jóvenes como él de traficar el opioide. Así, consiguió como "socios" y "clientes" a estudiantes de preparatoria.
Entre las órdenes que estos jóvenes narcotraficantes recibieron está la de una vez que la droga era vendida a través de la aplicación móvil, había que mandarla de Tijuana a San Diego. Algunas de las preguntas obligatorias para reclutar a los jóvenes traficantes son: "¿Cruzas con mamá o papá? ¿Vas a la escuela en Estados Unidos?" La organización criminal traficó sobre todo fentanilo, pero también heroína y metanfetamina.
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La organización civil Social Media Victims Law y medio millar de padres de familia interpusieron una demanda colectiva en la que acusan que las redes sociales no se han hecho responsables de impedir que se promueva la venta de drogas en sus plataformas. Los integrantes de esta ONG han contactado a que han perdido a sus hijos tras ser enganchados vía Snapchat e Instagram.
A través de casi 300 páginas contiene conversaciones de los traficantes con los nuevos consumidores, así como imágenes que muestran la manera en que promocionan las sustancias ilegales.
Contexto
El asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena conocido como “Kiki” a manos del Cártel de Guadalajara comandado por Miguel Ángel Félix Gallardo “El Jefe de Jefes” recluido en Puente Grande; Rafael Caro Quintero “El Narco de Narcos”, preso en el Altiplano y Ernesto Fonseca “Don Neto”, de 92 años y ya en libertad total luego de cumplir su condena, pudo haber sido emulado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que lidera Nemesio Oseguera “El Mencho”, ya que cocinó el atentado el mismo día del atentado al jefe de la policía en la Ciudad de México, Omar García Harfuch, pero en Texas, en Estados Unidos. Todo ello pese a que la historia revela que el crimen del agente de la DEA, Kiki, en 1885 fue el principio del fin para el Cártel de Guadalajara.
Dos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación, uno en la Ciudad de México y otro en la ciudad de Johnson, Texas, se contactaron por videollamada y en las pantallas mostraron una fotografía para confirmar la identidad del agente de la DEA objetivo. Como en el caso del Cártel de Guadalajara y el crimen de Camarena, la venganza para el CJNG era lo primordial para llevar a cabo el crimen. El precio de su cabeza fue 20,000 dólares, reveló Laura Sánchez Ley en Milenio Diario
El asesinato del agente de la DEA era para evitar que testificara en contra de Manuel García, operador mexicano del CJNG en narcolaboratorios de Texas y detenido en marzo de 2020; además de subalterno de José Albino Valdovinos Jiménez, alias La Roca, quien implementó un sofisticado entramado financiero para enviar dinero a México, utilizando pequeñas empresas y montos pequeños de envíos de remesas como los que envían diariamente miles de mexicanos en Estados Unidos.