El pasado 4 de abril, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la firma de un convenio para comprar a Iberdrola 13 plantas de generación de energía eléctrica que dijo formarán parte del patrimonio público y serán operadas por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que comanda Manuel Bartlett. A esto fue lo que llamó: "La nueva nacionalización" de la industria eléctrica.
AMLO dijo que se trata de un "día especial e histórico". Acompañado de Ignacio Sánchez Galán, presidente global de Iberdrola, Enrique Alba, gerente de Iberdrola en México y David Misionero, director general de desarrollo de Iberdrola, así como Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda, Manuel Barlett, director de la Comisión Federal de Electricidad y Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda, el presidente López Obrador dijo que se consuma una operación muy importante en beneficio del "pueblo de México".
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, este acuerdo de compra no va a agregar a la deuda pública presupuestal de México porque el FONADIN está fuera del balance público y es un vehículo capaz de salir al mercado para refinanciar esta transacción.
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De acuerdo con especialistas, siete de las 13 plantas adquiridas de Iberdrola tienen ya entre 15 y 24 años de operación, por lo que ahora su vida útil dependerá de la cantidad de recursos que destine CFE para su mantenimiento.
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Analistas: críticas y cuestionamientos a una supuesta “nacionalización”
Sin embargo, Ramsés Pech, analista experto en el sector energético destacó que el FONADIN se utiliza para proyectos de infraestructura, por lo que se quedará fuera cualquier proyecto de los estados como carreteras, escuelas o puentes, por ejemplo.
"La compra de las 13 plantas de Iberdrola se realizó vía el FONADIN, este fondo que se utiliza para infraestructura, por lo que los 6 mil millones de dólares (que suponen unos 120 mil millones de pesos) significa que ese dinero ya no estará disponible para los estados para el desarrollo de infraestructura, como carreteras, puentes o escuelas", dijo el especialista en temas energéticos.
Ramsés Pech explicó a La Silla Rota: "Recordemos que el FONADIN parte de este es para generar infraestructura en estados y municipios, algunos proyectos tendrán que esperar".
Y entonces remató: "Un buen negocio para Iberdrola o una inversión de corto plazo para la nación en función de la vida útil de cada planta".
Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Grupo Financiero Base, explicó que al ver los detalles pues resulta que no es nacionalización, no será propiedad del gobierno pero el dinero sí saldrá del gobierno. ¿Para que comprar a un privado en la parte de generación de energía siendo que hace falta inversión en transmisión, donde tiene monopolio el gobierno?
Gonzalo Monroy, experto en el sector energético explicó en un video que NO se trata de una nacionalización como advirtió el presidente López Obrador.
"CFE no está comprando ningún activo, sino Mexico Infrastructure Partners (MIP) y este "fondo de fondos" basado en España, está comprando casi el 80% de las capacidades de Iberdrola en México. CFE se hará cargo de la operación, pero no será dueño", dijo.
Sobrecostos para el pago a Iberdrola por sus 13 plantas
Mauricio Flores en su columna Gente detrás del Dinero, publicada en el periódico La Razón advierte que el gobierno mexicano pagará un sobreprecio de casi 40% del valor de mercado a Iberdrola, si hubiera comprado plantas eléctricas sin litigios legales
De acuerdo con el documento “La Nueva Iberdrola México”, citada por Mauricio Flores, la empresa hispana estima que el Gobierno mexicano pagará una relación 11 veces a flujo de efectivo (unos 550 millones de dólares anuales de EBITDA).
“Es el gran negocio de vender en 6 mil millones de dólares 13 plantas generadoras de 8,500 MW, de las cuales 60% tiene más de 16 años de operación y 16% inoperante”, remató el columnista.