En los años 40, la antigua Dirección Federal de Seguridad (DFS) ejecutaba su propia versión de Pegasus, de la mano de la empresa telefónica Telmex, con la cual podía intervenir teléfonos para nutrir de información al gobierno federal mexicano.
La cuenta de Twitter “Archivero” mostró diversas imágenes de la ya citada Dirección Federal de Seguridad en las que se da cuenta de datos que se recabaron en aquellos años de comunicaciones telefónicas.
Se detalla que, con la constitución de la DFS, a fines de la década de los 40, las actividades de espionaje a opositores políticos se expandieron por diversos medios, entre ellos, la intervención de teléfonos, en la cual la naciente Telmex cumplió un papel clave.
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En uno de lo documentos expuestos, se da cuenta de la siguiente información de documentos de espionaje vinculados a la telefonía.
“Tengo el agrado de dirigirme a Ud. para suplicarle atentamente que de no haber inconveniente sea servido ordenar sean censurados los teléfonos Nos. 19-25-04 y 19-31-52 en virtud de ser necesario este procedimiento por estar relacionado con una investigación que practica el Servicio Secreto dependiente de esta Jefatura de Policía a cargo del suscrito, haciendo extensiva esta suplica en el sentido de que los datos que se adquieran sean proporcionados a los CC. Agentes Nos. 43 y 121, ADOLFO ARREDONDO CELEDON y SALVADOR MEJIA HERNANDEZ, respectivamente”, se lee.
La relación de la DFS y Telmex
“Archivero” describe que las oficinas de Telmex, localizadas en calle Madrid número 4, de la colonia Tabacalera, así como la sucursal ubicada en el número 115 de la calle Culiacán, de la colonia Hipódromo, en el entonces Distrito Federal, la Dirección Federal de Seguridad estableció sus bases operativas para intervenir los teléfonos, espiar y ejecutar las llamadas censuras telefónicas.
La forma de trabajo que ahí se realizaba era dar órdenes a Telmex para que interviniera números telefónicos, peticiones que dirigía a las líneas que la DFS disponía para esta finalidad, de modo que los agentes pudieran escuchar y grabar el contenido de las llamadas.
“La vigilancia sobre los números telefónicos sería en el horario de 6:00 a 24:00 hs y estarían a cargo de 3 agentes, los cuales cumplirían turnos de 6 horas cada uno, distribuidos en las oficinas de calle Madrid y Calle Culiacán de la compañía telefónica.
“Según dicta el oficio n°635 de la Dirección de Telecomunicaciones de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas y por mandato de la Presidencia, sería la Dirección Federal de Seguridad la única dependencia autorizada para ordenar la intervención de las llamadas telefónicas.
“Si bien se desconoce por cuánto tiempo se ejecutó esta modalidad de espionaje, llama la atención la tutela que se le puso encima a Federico Mariscal, arquitecto que se encargó de la terminación del Palacio de Bellas Artes y la construcción del Palacio de Gobierno del antiguo DF".
Contexto
Tras la polémica revelación sobre el espionaje llevado a cabo por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en contra del defensor de derechos humanos Raymundo Ramos, a través del software espía Pegasus en esta ocasión el diario The New York Times presenta una entrevista a Natalie Kitroeff, jefa de la corresponsalía en México y Ronen Bergman quienes reportaron como el ejército mexicano espía a ciudadanos.
De acuerdo con Natalie Kitroeff es preocupante que el ejército mexicano pueda estar espiando, el software Pegasus uno de los sistemas de espionaje más usado por los gobiernos mundo, tanto en países democráticos como autocráticos han comprado esta herramienta al NSO Group, una compañía israelí. La empresa asegura que exige a sus clientes que acepten usar el programa informático espía solo para combatir el terrorismo o delitos graves. Y hay ejemplos de eso: investigadores europeos han utilizado Pegasus para desactivar una red mundial de abuso infantil.
Sin embargo, los últimos reportajes han revelado una y otra vez, como los gobiernos han utilizado a Pegasus para espiar a periodistas, activistas y defensores de los derechos humanos.
Lo nuevo es que ahora sabemos cómo el ejército está espiando a civiles. Un grupo de hackers identifican como Guacamaya hackeó millones de correos electrónicos del ejército y desenterró una cantidad de datos impactante. Entre todos esos documentos estaban estos archivos recién descubiertos que revelaron los detalles de cómo México utilizó Pegasus contra un defensor de los derechos humanos y periodistas que investigaban acusaciones de que militares habían ejecutado a personas inocentes.
El caso de Ramos ofrece por primera vez un rastro bien documentado de como el Estado, a través del ejército mexicano, quería ver en el celular de un defensor de los derechos humanos. De acuerdo con Natalie, un investigador le explicó que el documento muestra cómo los operadores del programa informático espía tomaron la vida digital privada de una persona, la analizaron y seleccionaron las partes con las que podían hacerle más daño.
Y aunque la periodista comenta que tras la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador al gobierno se pronunció en contra de la corrupción y prometió no espiar a la gente a casi 5 años de mandato, el espionaje por parte del gobierno ha continuado durante su sexenio.
Como comandante supremo de las fuerzas armadas, esto también indica que López Obrador sabía sobre este espionaje y lo permitió, o que no sabía y sus propias fuerzas armadas lo estaban desobedeciendo. Esto ha generado un temor creciente en torno al poder cada vez mayor del ejército.