Especialistas en seguridad coincidieron en que es necesario acercar las visiones de militares y civiles, por lo que se abre una oportunidad de debate en el Congreso y en el gobierno federal, con el que se pueda conformar un marco legal más robusto que se traduzca en un fortalecimiento de la inteligencia y la seguridad nacional de México.
En la mesa de opinión de El Heraldo de México y La Silla Rota, que conducen los periodistas Alfredo González y Jorge Ramos, los expertos comentaron que no ven una crisis en la Fuerzas Armadas mexicanas, pero sí ven que están siendo afectadas por filtraciones ante la cercanía de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Los especialistas hablaron este miércoles en El Heraldo Radio sobre el tema “¿Espionaje o inteligencia? La crisis del modelo civil y militar en México”.
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En su participación, Javier Oliva Posada, especialista en temas de seguridad por la UNAM, apuntó que la seguridad nacional tiene que ver con la unidad y el uso de los recursos del país, ya que es una condición que aporta los elementos de certeza y autoridad para que se pueda desarrollar un país.
Recordó que Agencia Central de Inteligencia fue la primera institución de este tipo en México y se creó en 1947. Comentó que desde entonces se recurrió a los militares para labores de inteligencia.
Oliva Posada indicó que todos los presidentes de México, ya documentado desde el sexenio de Miguel de la Madrid hasta la actualidad, se han realizado diversos cambios en ámbitos de inteligencia, como ha sido afectaciones a las corporaciones de seguridad pública, como sucedió con la reciente desaparición de la Policía Federal y la creación de la Guardia Nacional.
“No veo una crisis en la Sedena ni en las Fuerzas Armadas (…) estamos en horas muy bajas en cooperación e intercambio de información con los Estados Unidos, la ruptura es por las formas en que la DEA ha participado en el combate al crimen organizado”, explicó.
Además, comentó que, en su opinión, el tema de Guacamaya Leaks sí fue un asalto informático, un verdadero delito, la utilización de esa información entra durante las campañas políticas que coinciden en México y EU.
Consideró que es una buena noticia la evolución de las relaciones militares y civiles, la creación de nuevos reglamentos, ajustes presupuestales, entre otras acciones, ya que las Fuerzas Armadas gradualmente se han establecido en un baluarte para sostener democracias o permitir cambios en el poder de diversos países.
En su turno, Gerardo Rodríguez Sánchez-Lara, especialista en temas de seguridad por la Universidad de las Américas Puebla, explicó que todos los gobiernos en el mundo requieren de instituciones de inteligencia que los provean de información ante un planeta convulso y terriblemente confrontado.
Coincidió con sus colegas en que las agencias de inteligencia son importantes para el desarrollo nacional, pero también se vuelve importantes que se tengan controles democráticos, legislativos y judiciales, ya que en ocasiones se han convertido en herramientas de espionaje político, incluso, en México este tipo de instituciones llegaron a estar involucradas en asesinato de periodistas.
Comentó que cuando el Cisen se transformó en el Centro Nacional de Inteligencia en el sexenio de AMLO, solo hubo un cambio de nombre, ya que la institución creada por Jorge Tello sobrevive hasta el día de hoy porque la hizo con visión de Estado.
Apuntó que en el tema de la Ley de Seguridad Nacional, que le dio un marco legal al Cisen durante el sexenio de Vicente Fox, no ha tenido cambios, salvo lo ocurrido en este sexenio para limitar la participación de agencias estadounidenses.
Agregó que ve una extraordinaria oportunidad para que se debata en el Congreso y en el gobierno el tema, con una visión de entendernos mejor entre civiles y militares por el bien del país.
“Tenemos que entender lo que ellos viven y ellos deben entender el momento histórico y democrático del país”, expuso.
A su vez, Armando Rodríguez Luna, especialista en temas de seguridad, consideró que la inteligencia de un país es un instrumento, que tiene una función relacionada al concepto que tenga cada país de seguridad nacional y cómo conseguirla.
Agregó que la inteligencia tiene la función de recabar información clave para mantener la seguridad nacional en México o cualquier país del mundo, pero son los personajes públicos quienes finalmente se encargan de decidir qué hacen con esa información.
Destacó a Jorge Tello, desde su contexto histórico, como el artífice de reconstruir un andamiaje institucional en materia de inteligencia y qué tipo de instrumento tenía que ser para la realidad política de México.
Comentó que fue pieza clave ante un cambio político internacional, que fue la desaparición de la URSS, ya que los instrumentos de inteligencia tuvieron que repensarse.
Destacó que la presencia de los militares en servicios de inteligencia en estados democráticos ha estado siempre presente en todos los países del mundo, por lo que consideró que los controles para el uso de los servicios de inteligencia es el punto de mayor relevancia.
“Hay una deuda pendiente desde que se creó la Ley de Seguridad Nacional en 2005, es buen momento para tener una discusión sobre un marco legal más robusto, puede ayudar al fortalecimiento de las instituciones de inteligencia, que no solo se dedican a torturar personas, podría tener una reivindicación ante la opinión pública”, remarcó el analista.