CD. JUÁREZ.- La tragedia en un centro de detención de migrantes en Ciudad Juárez, Chihuahua, dejó a su paso las historias de Oscar y Miguel, dos jóvenes de nacionalidad venezolana, víctimas del siniestro. Hasta el momento, ninguna de las personas que los conocieron durante su paso hasta llegar a la frontera, tienen la seguridad de que sus familiares estén enterados de lo que les paso. El primero de ellos murió y el segundo convalece en un hospital de la ciudad.
Elereth Medina, originaria de Venezuela, quien los conoció durante el éxodo que iniciaron hasta llegar a Ciudad Juárez, los recuerda con afecto y cariño. En las inmediaciones de las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM) que se incendiaron, evoca a Oscar como una persona que tenía la ilusión de ayudar a sus familiares.
La amistad que tuvo con el joven de 23 años, comenzó en la selva de Colombia, cuando conversaron por primera vez en octubre del año pasado en la búsqueda del sueño americano.
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"A Oscar lo conocí desde la selva, en Colombia desde el mes de octubre pasado. Él quería pasar para tener un mejor futuro, comprarse una casa, un carro, tener un negocio, ayudar a su familia.
Con la voz cortada y sus ojos cristalinos, recuerda que su amigo Oscar, decidió salir de Venezuela para llegar a Estados Unidos por las necesidades que enfrentaba en su país de origen. Falta de trabajo, alimentos y oportunidades para salir adelante, son parte de la precariedad.
"Él decidió venir por la falta de comida, las personas piensan que exageramos, pero la verdad no tenemos comida o incluso medicamentos. Él era muy risueño con mucha alegría, un ser de luz, espectacular".
De Miguel, el joven y padre de familia hospitalizado por las quemaduras en su cuerpo por el siniestro, lo evoca con aprecio al recordar que le decían el "Manco".
"A Miguel le decíamos el Manco, porque tenía un pie malito y le costaba trabajo caminar. Le dolía la rodilla. Era muy amigable y cercano con todos. A él no le importaba su problema de salud. Tenía su cabello largo y tatuajes. Yo le peinaba su cabello y le hacía trenzas. Le gustaba que lo peinara".
Al conocer que Miguel era una de las personas lesionadas, trató de pedir informes para ayudarlo, sin embargo, ninguna autoridad le proporciona datos porque no es familiar directo de Miguel. El personal de salud le menciona que hasta que presente una identificación puede tener datos de él.
"Nadie nos quiere decir su estado de salud. Nos niegan la información porque no somos sus familiares. Las únicas personas autorizadas para que les digan su avance son familiares, pero todos ellos, su esposa e hija de siete años viven en Venezuela".
La joven tiene presente que la última vez que habló con Miguel fue cerca de las 13:00, cuando los detuvieron durante un operativo. En la charla recuerda que Miguel le pidió que no se preocupara.
"Concha la madre, nos agarrón pues, pero no importa, nos vemos en una semana cuando subamos a México. Los quiero mucho, cuídense, cuídense, esas fueron sus palabras para nosotros".
Hasta el momento Elereth Medina, la joven venezolana que busca llegar a Estados Unidos y amiga de Oscar y Miguel, pide que se haga justicia para que sean detenidas las personas que originaron el incendio, así las autoridades que lo permitieron.
“Es necesario que sean castigadas las personas que originaron el incendio y las autoridades que no permitieran a todas las personas que murieron salir o resultaron con lesiones. Esto tiene nombre y apellido y se debe de castigar. También es importante que se tengan programas entre ambos países para 3gitar este tipo de problemas y hechos lamentables”.
Hasta el momento las autoridades mexicanas han informado que ya fueron presentadas ante el Ministerio Público funcionarios para deslindar responsabilidades por el incendio que ha dejado hasta el momento 39 muerte, así como a otros lesionados con quemaduras originadas por el siniestro.