El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, señaló que el incendio en el centro del Instituto Nacional de Migración de Ciudad Juárez donde murieron 40 migrantes en la frontera entre ambos países es un "recordatorio" de "los riesgos de la migración irregular".
"Es un recordatorio a los Gobiernos de la región de la importancia de componer un sistema de migración quebrado y los riesgos de la migración irregular", indicó Salazar en sus redes sociales.
en un segundo tuit, Salazar dijo:
Con nuestros socios humanitarios, enfaticé compromiso con migración segura, ordenada y humana, y con principios de protección internacional. Un gusto colaborar con ellos para ayudar a cubrir necesidades de los más vulnerables.
Antes, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, responsabilizó a una protesta de migrantes por el incendio de la noche del lunes en una estación del Instituto Nacional de Migración (INM) de Ciudad Juárez, donde al menos 28 de las víctimas eran de Guatemala y se suman 40 muertos.
"Esto tuvo que ver con una protesta que ellos iniciaron, a partir, suponemos, de que se enteraron de iban a ser deportados, movilizados, y como protesta, en la puerta del albergue pusieron colchonetas y les prendieron fuego", declaró el mandatario.
Al igual que López Obrador, el embajador estadounidense lamentó los hechos en la estación del INM, donde había 68 hombres mayores de edad de Centro y Suramérica, según el instituto.
"Nos unimos al dolor de los familiares de personas migrantes que perdieron la vida y de lesionados en incendio en Ciudad Juárez", indicó Salazar.
Antes del incidente, los agentes del INM habían hecho un operativo para remover de las calles a migrantes que piden limosna en Ciudad Juárez, fronteriza con El Paso, Texas (Estados Unidos).
La presencia de migrantes en la zona se ha intensificado este año desde que Estados Unidos anunció nuevas restricciones migratorias, que incluyen la deportación inmediata de migrantes de Haití, Venezuela, Nicaragua y Cuba que lleguen por tierra bajo el Título 42.
El gobierno también ha afrontado críticas de organizaciones de derechos humanos por aceptar las políticas estadounidenses y desplegar a más de 20,000 elementos de las Fuerzas Armadas en las fronteras para tareas migratorias.
Según organizaciones civiles mexicanas, 2022 fue el año más trágico para los migrantes en México, pues unos 900 murieron en el intento de cruzar sin documentos desde el país hacia Estados Unidos.
La región vive un flujo migratorio récord, con 2.76 millones de indocumentados detenidos en la frontera de Estados Unidos con México en el año fiscal 2022.