"La marcha de acarreados que se realizó en el Zócalo”, el sábado 18 de marzo no fue para defender la soberanía nacional, sino para defender la opacidad, las irregularidades, los conflictos de interés, para excusar el robo y los fraudes electorales, para tapar la corrupción característica de este gobierno encarnada en un solo hombre: Manuel Bartlett, actual director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
A través de un comunicado, el líder de Acción Nacional, Marko Cortés señaló que “vergüenza debería darle a López Obrador cobijar en una de las empresas más importantes del Estado mexicano", como es la CFE, al "principal protagonista del fraude electoral de 1988".
En referencia a las elecciones presidenciales de 1988, cuando el sistema de cómputo que se utilizó para la contabilidad de los votos "sufrió un problema". Entonces, las elecciones eran organizadas por la Secretaría de Gobernación, a cargo de Manuel Bartlett, a diferencia de ahora, que la responsabilidad es del Instituto Nacional Electoral (INE).
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El líder panista recordó que Bartlett fue el responsable del fraude electoral y caída del sistema en el conteo de los votos de la elección presidencial de 1988, que impidió el triunfo de la oposición y que en su momento fue denunciado conjuntamente por Manuel Clouthier, Cuauhtémoc Cárdenas y Rosario Ibarra de Piedra.
Acusaciones que pesan sobre Bartlett
En 1985, Manuel Bartlett fue acusado de ser presuntamente cómplice en el homicidio del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena y protector de delincuentes como Rafael Caro Quintero, Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo, de acuerdo con la información de Marko Cortés.
En el documento señala que ya como funcionario en el gobierno de López Obrador, el actual director general de la CFE fue señalado por ocultar en su declaración patrimonial la existencia de 12 empresas, algunas relacionadas con el sector eléctrico, registradas a nombre de sus familiares.
Por si fuera poco, entre octubre y diciembre de 2022, de acuerdo con el IMCO, la CFE reportó pérdidas por 172.6 mil millones de pesos, lo que equivale a 0.9 veces el presupuesto ejercido en ese mismo año, por la Secretaría de Salud.
“Qué le sabrá Bartlett al presidente o qué le debe el presidente a Bartlett, para que pese a todos estos testimonios, lo haya incluido en su gobierno y lo esté defendiendo a capa y espada permitiéndole que goce del manto protector de un cargo público y pueda seguir aumentando su riqueza de manera inexplicable. Está claro que con el gobierno morenista Bartlett no se toca”.
Ante el rotundo fracaso de su gobierno, fue muy evidente que el presidente necesita auto elogiarse, porque después de cada movilización social el realiza un acarreo gubernamental, el jefe nacional de los panistas lamentó que nuevamente se hayan utilizado a las clientelas dependientes de los programas sociales, para alimentar el ego presidencial y defender el pésimo trabajo de personajes como Bartlett.
“El gobierno y su partido, han caído ya literalmente en el delirio y se han colocado completamente fuera de la realidad, nada puede ser más falso que la supuesta soberanía energética”, señaló.
Marko Cortés señaló que es una “desfachatez” hablar de soberanía energética cuando México depende de un solo país para el abastecimiento de gasolina y gas, “una mentira monumental para acarrear clientelas al zócalo capitalino”.
Finalmente, Marko Cortés repudió las peligrosas expresiones de odio en contra de la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña durante la marcha del acarreo, que son consecuencia de un discurso que polariza, que divide y que busca condenar a quienes pensamos distinto.