Este domingo, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sostuvo una reunión privada con 15 congresistas de Estados Unidos y el embajador Ken Salazar en Palacio Nacional, liderados por el senador republicano por Texas, John Cornyn, para tratar diversos temas, como seguridad, economía, energía y relaciones exteriores. También abordaron el tráfico de armas, migración y fentanilo.
El presidente López Obrador fue acompañado por destacados miembros del gabinete, incluyendo a la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, el canciller, Marcelo Ebrard, la Secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, la secretaria de Energía, Rocío Nahle y el titular de Pemex, Octavio Romero Oropeza. Además, también asistieron el Secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, y el Secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán.
En la reunión, López Obrador reconoció el trabajo que el presidente Joe Biden y el gobierno de Estados Unidos realizan en materia de migración; tras celebrar la decisión de otorgar permisos humanitarios a personas migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, opciones que no existían antes.
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Esta reunión ocurre en medio de críticas del presidente López Obrador hacia los congresistas estadounidenses que han propuesto que las fuerzas armadas de Estados Unidos se encarguen de combatir a las organizaciones criminales en México, ya que les responsabilizan del tráfico de fentanilo, una sustancia que provoca la muerte de más de 100,000 estadounidenses cada año debido a sobredosis.
Este sábado, el mandatario mexicano aseguró que desde Estados Unidos podrían amenazar a México, pero que no permitirán que se viole la soberanía ni la dignidad del pueblo mexicano.
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“México es independiente y libre, no una colonia, no un estado más, no un protectorado de Estados Unidos. Y podrán amenazarnos con cualquier atropello, pero jamás permitiremos que violen nuestra soberanía y pisoteen la dignidad de nuestra patria” declaró el presidente en un evento realizado en el Zócalo de la Ciudad de México para conmemorar los 85 años de la expropiación petrolera.
Cabe destacar que la visita de los congresistas estadounidenses a México es vista como una señal de acercamiento y fortalecimiento de las relaciones entre ambas naciones, a pesar de las tensiones generadas por las diferencias en temas de política exterior y migración.
Esta reunión privada con congresistas estadounidenses no es la primera que sostiene el presidente mexicano desde que asumió su cargo en diciembre de 2018 pero sí la más significativa ante el contexto que se vive en los últimos días. Se espera que en los próximos horas o días se den a conocer más detalles sobre los acuerdos alcanzados en la reunión y las acciones que tomarán ambas naciones para abordar los temas de interés común.
DJC