"Para mí matar es sentir risa y a la vez lástima". Esto contestó en 1996 "El Pista" un niño de 15 años y 11 meses quien se hizo popular por ser el terror de Chimalhuacán, Estado de México. Abordo de su bicicleta y pistola en mano, se convirtió en un asesino. Buscó vengar la muerte de su padre "El Gato", líder de una banda de asaltantes que hace 27 años controló la zona oriente del Estado de México. Ahora, en 2023 la historia se repite, pero con "El Chapito".
Sin piedad, "El Pista" cobró venganza. Le apodaron así por su parecido con un personaje infantil de televisión, “Pistachón Zigzag”. Uno a uno, fue matando o causando lesiones graves a los integrantes de la banda rival que lo dejó huérfano de padre.
La procuraduría mexiquense emprendió entonces su búsqueda y tras un amplio trabajo de investigación logró su captura después de varias semanas. Durante la conferencia en la que el menor de edad fue presentado a la prensa se le preguntó:
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-¿Qué significa para ti matar?
Con frialdad, el adolescente que sólo llevaba puesto un pantalón de mezclilla y suéter oscuros, respondió:
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-Para mí matar es sentir risa y a la vez lástima.
Han pasado casi tres décadas de aquella historia. Ahora el detenido fue "El Chapito" cuyo perfil es similar al de "El Pista", excepto porque la bicicleta fue cambiada por una motocicleta. El escenario es el mismo Chimalhuacán Estado de México, una de las zonas con mayor rango de marginalidad y pobreza en un estado donde habrá elecciones para gobernador en junio.
"El Chapito" no fue detenido por la policía estatal sino por la secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana federal. Tenían antecedentes de que el menor asesinó en enero a los asistentes de una fiesta infantil por lo que, tras su captura, fue llevado al Centro Especializado en el Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes.
A pesar de su edad, se le dio trato jurídico como integrante de una banda de sicarios vinculada al crimen organizado.
No son casos aislados; en 2010 Edgar Jiménez "El Ponchis" fue detenido por el Ejército. Tenía también 14 años y relató que aprendió a matar a los 11. Según su testimonio relató a las autoridades que degolló a cuatro personas y en ese entorno, comenzó a consumir diversas drogas.
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El contexto
En 2020 una investigación interdisciplinaria realizada por organizaciones vinculadas a jóvenes en situación de riesgo, documentó con diversos testimonios la problemática de los niños que reclutó el crimen organizado para convertirlos en sicarios y halcones.
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Esta investigación arrojó que su objetivo son niños y adolescentes que surgen de la marginación social, la pobreza y falta de oportunidades. Se convierten en el perfil ideal para que grupos el crimen organizado les ofrezcan dinero fácil por desempeñar funciones que poco a poco los irán involucrando en estas bandas organizadas: ser halcones, narcomenudistas, consumidores de drogas y posteriormente convertirse en asesinos.
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La investigación arrojó que aquellos adolescentes que han logrado ser rescatados, atraviesan por una difícil reinserción social ya que la misma sociedad se los impide.
"Nosotros no dudamos ni un segundo que la reinserción social individual es posible, pero cuando los menores regresan a las mismas condiciones desfavorables, tanto de la sociedad como de gobierno, además de la falta de políticas públicas es cuando se compromete la reinserción", concluyeron.
VGB