Integrantes de los Consejos Técnicos de Humanidades y de Investigación Científica de la UNAM solicitaron al presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Santiago Creel abrir a audiencias públicas para debatir la iniciativa de proyecto de decreto de la Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación para intercambiar ideas en torno a la iniciativa que se encuentra en comisiones
El argumento, en la carta dirigida a Creel Miranda es que entre la comunidad académica existen inquietudes en relación con la política de humanidades, ciencia y tecnología e innovación. Entre los puntos motivo de preocupación se encuentran los siguientes:
1. Restringe la libertad de investigación al hacer de lado la ciencia básica y la apertura de nuevos campos de conocimiento.
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2. Presenta contradicciones con el marco legal existente referente a la propiedad intelectual de los desarrollos científicos y tecnológicos.
3. Genera desventajas para estudiantes (de acuerdo con su disciplina) en los criterios de asignación para el otorgamiento de becas.
4. No desarrolla criterios y políticas específicas y diferenciadas para el desarrollo de las humanidades, las ciencias, la tecnología y la innovación.
5. No establecen medidas presupuestales acordes con nuestra Constitución Política.
“Solicitamos que se lleve a cabo un ejercicio de participación amplia con las personas e instituciones a quienes va dirigida la iniciativa a fin de que pueda construirse una propuesta que contemple las necesidades y características que requiere nuestro país en materia de ciencia y tecnología”, firmaron más de 110 consejeros e invitados al consejo.
Proyecto de Ley de Ciencia frena formación de científicos y alienta fuga de cerebros, advierten
Estudiantes mexicanos en Reino Unido advirtieron que la iniciativa de la Ley General en Materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación, dificulta la integración de una nueva generación de investigadores por lo que urgieron a que la comunidad de becarios y jóvenes investigadores sean integrados a los procesos de consulta para la reforma a dicha ley; además, alertaron que dicha propuesta de ley es particularmente adversa para el desarrollo y permanencia del talento científico joven en México.
Los estudiantes exigieron a los legisladores que consideren las condiciones de estudio y las perspectivas de largo plazo para jóvenes en formación y que tengan en cuenta que la discusión actual está alejando a un número significativo de estudiantes de la carrera científica.
“La incertidumbre que genera el debate actual también tiene un costo. Sin la participación de becarios Conacyt y de investigadoras e investigadores, no es posible considerar la discusión de la actual propuesta de ley, mucho menos buscar su aprobación en el Poder Legislativo. Frente a esta situación es necesario acercarse a las universidades. Piensen en las/os jóvenes”.
En un comunicado, advirtieron que “Nuestra comunidad está convencida de que la ciencia, la tecnología y la innovación, así como el fortalecimiento de la educación superior, son instrumentos centrales e insustituibles para el desarrollo de nuestro país”.
La Sociedad de Estudiantes Mexicanos en el Reino Unido dio cuatro ejemplos:
“El primero es la reducción de los fondos destinados por el gobierno a la ciencia, la tecnología y la innovación. La reducción presupuestal ha sido muy seria y deja a México en una situación de profundo rezago en relación con otros países. De igual forma, reduce las oportunidades laborales y crea una creciente incapacidad para generar los conocimientos científicos que resuelvan los problemas nacionales”, indicó.
Advirtió que como referencia, el número de becas otorgadas ha disminuido de forma crítica y sostenida en los últimos años. Por ejemplo, para el periodo que va del 2018 al 2021, las becas para estudios de posgrado en el extrajero, clave para la transferencia de habilidades científicas y tecnológicas, han sido reducidas en cerca de un 50%.
“Además, los montos de los tabuladores de becas al extranjero que otorga el Conacyt no sólo no han sido actualizados desde 2013, sino que disminuyeron en la última convocatoria, lo cual ignora por completo la alza en el costo de vida y precariza la labor científica de las/os jóvenes investigadoras/es becarias/os”, criticó la sociedad.
El segundo problema, informó la sociedad de estudiantes, son los cambios sucesivos en el reglamento del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), que retrasan la carrera de investigadores y generan incertidumbre sobre la continuidad de los apoyos que acompañan a las distinciones académicas al condicionarlos a la negociación presupuestal anual.
“Un tercer ejemplo es la creciente dificultad para estudiantes de instituciones particulares de educación superior de participar en becas de posgrado, y la exclusión de investigadores adscritos a esas instituciones para participar en los esquemas de apoyo del SNI.
“También se pretende llevar esto a la Ley, lo cual generaría un sistema excluyente. Es inaceptable que las/os jóvenes investigadoras/es en instituciones de educación superior privadas no tengan derecho a percibir la beca del SNI, que es el principal incentivo a la investigación en México”.
Un cuarto ejemplo es la reducción y posible desaparición de las Cátedras CONACYT para la incorporación de doctoras/es jóvenes de alto potencial y talento a proyectos en curso en instituciones públicas en áreas prioritarias. Esto elimina una ruta y una oportunidad de incorporación laboral después de largos años de formación. Si bien la desintegración en los programas de desarrollo científico-profesional en México era evidente, la eliminación de las Cátedras CONACYT (en lugar de su reforma y fortalecimiento) profundizan la precarización del o de la científica/o mexicana/o joven.