Isaac Aroche, maestro cervecero, es ingeniero en sistemas computacionales. Si coqueteó con la idea de elaborar cervezas inspiradas en personajes políticos fue porque su amigo Fernando Rincón “le dio cuerda”. Rincón estudió negocios e hizo de la cerveza su gran aliado. “Tenía la inquietud de tener una marca propia de cerveza", recuerda.
Un día se reunió con Isaac y otros amigos para hilar este proyecto; el olfato los fue llevando y ahora son socios y creadores de Error de diciembre, la marca de una decena de cervezas artesanales inspiradas en políticos que van desde expresidentes, exgobernadores y ex líderes sindicales.
El proyecto cobró popularidad en solo 5 años; tanta, que ya es parte de internet en la llamada “Birripedia”. Una a una se desglosan allí las cervezas inspiradas por los ex presidentes Vicente Fox, Felipe Calderón, Carlos Salinas de Gortari, Enrique Peña Nieto y Gustavo Díaz Ordaz.
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También se encuentran las del hoy presidente Andrés Manuel López Obrador; la ex líder sindical de maestros Elba Esther Gordillo; el ex gobernador de Veracruz Javier Duarte; y el actual gobernador de Nuevo León, Samuel García.
El complemento de esta creación político-alcohólica es su etiqueta que, a manera de caricatura, retrata al personaje en cuestión con todo y un resumen de su historia y relevancia en la política mexicana.
Fernando Rincón recuerda cómo esta idea lo encontró en una caminata sobre la Avenida de los Insurgentes: “me topé con la portada en un diario donde aparecía un monito, una caricatura política. En mi casa siempre leí El Chamuco y cuando pensé en las etiquetas de las cervezas dije ‘güey, esto no existe en ninguna parte del mundo… vamos a poner a políticos en la etiqueta de las cervezas’”.
¿Cómo explicar que a Isaac Aroche no le gustaba la cerveza? No hay respuesta, pero así fue, y de la manera más extraña terminó involucrado con ella. “Fue porque me di cuenta que había otro tipo y cultura de cerveza en otros países”, relata a La Silla Rota.
Entonces inició un tour por diferentes países de producción cervecera y aprendió lo que necesitaba para hacer “sus pininos” en México.
“En general la cerveza está hecha con ingredientes no nativos de México como la malta y el lúpulo que es la flor que le da el sabor amargo; nace de la familia de las canábicas aunque no da ese efecto. Cebada sí encuentras en México, pero es exógena”.
Su primer proyecto, Cerveza Chingonería, lo creó con base en ingredientes mexicanos como chile y mole. Otras competidoras como Guayaba de México y Mango de México caminaron por la misma ruta.
“Después llegó Fernando y me preguntó ‘¿por qué no hacemos una cerveza que tenga identidad, pero con etiquetas de políticos mexicanos elaboradas por moneros?’ La idea me pareció bastante innovadora”. Y así comenzaron a trabajar.
¡Parir cerveza!
Fernando le envió un correo electrónico al monero Toño Helguera para proponerle hacer la etiqueta de las cervezas. Quería que alguien importante y reconocido en el medio tuviera esa misión.
“Le dije: ‘¿Cómo ves? Vamos a hacer unas cervezas con estas características ¿Te gustaría ilustrarlas?’ Nos conocimos, nos caímos muy bien y dijo que era muy interesante. Al final, término convirtiéndose en nuestro socio”.
Al mismo tiempo comenzó a trabajar con Isaac en el perfil de las recetas cerveceras que estuvieron cargadas de una peculiar creatividad. El maestro cervecero cuenta qué es lo que ocurre cuando Fernando se pone creativo.
“Me dice: ‘¿qué te parece si hacemos una cerveza sobre tal persona?’ y ya, empezamos a ‘pinponear’ la idea hasta que le hago una propuesta de ingredientes. Para mí, él ha tenido bastante imaginación; pone las ideas del personaje y yo desarrollo la receta. Ponemos entre los dos una base y sobre eso vamos sumando o restando elementos”.
Tras la muerte de Helguera, monero Rapé continuó con la elaboración de las etiquetas; considera a Helguera como uno de sus mentores y camina bajo una línea similar. Tanto Fernando como Isaac celebran que Error de diciembre les permitió conocer a todo el gremio monero que, de paso, degustó la decena de cervezas de corte político.
Receta por receta
La amarga de la familia –así la bautizaron– es la cerveza Tlatelolco inspirada en los sucesos de 1968 y el sexenio del ex presidente Gustavo Díaz Ordaz. De muy sabor amargo y seis grados de alcohol está cerveza tiene una peculiar combinación con mandarina.
“Por ejemplo la cerveza Peña Nieto: Despeñadero, es triplemente amarga y tiene 10 grados de alcohol. La del presidente Andrés Manuel López Obrador, La legítima, es una cerveza de 6.2 grados de alcohol, inspirada en la esperanza; tiene aromas a lúpulo que son frutales y también florales. Nosotros pensamos en una combinación de armonía, la transición a 'un cambio verdadero'”, cuenta Isaac.
La Calderona está inspirada en el sexenio del expresidente Felipe Calderón es la más alta en cuanto a porcentaje de alcohol.
“Es una Imperial Staut de 15 grados de alcohol añejada en barricas durante varios meses; y como dicen que el personaje bebía mucho tiene un alto porcentaje de alcohol".
La Sami, inspirada en el gobernador Samuel García, es una cerveza más ligera, pero es "muy pretenciosa". "Tiene amargor, aunque es menor; en realidad la quisimos hacer más fresa”.
El sexenio del expresidente Carlos Salinas de Gortari, conocido políticamente como “el innombrable”, también cuenta con su propia chela. Fue la primera cerveza que “parió” Error de diciembre y a la que llamó Carlitos.
Se trata de una Mint Stout con notas de chocomenta. A Fernando le llamó la atención la combinación que Isaac concretó: “un centro dulce que después te sorprende con la menta, porque fue lo que pasó en este sexenio. Estaba todo muy dulce al principio y después nos sorprendió algo que no esperábamos”, dice en referencia indirecta a la histórica devaluación de 1994.
La Javidu en “honor” al ex gobernador de Veracruz, el priista Javier Duarte. El maestro cervecero la define como una cerveza relacionada a un personaje impresentable.
La Comes y te vas, en recuerdo al expresidente Vicente Fox, cuya frase se hizo memorable durante su encuentro con el ex presidente cubano Fidel Castro. No tiene elementos mexicanos, pero es una cerveza obscura con 9 grados de alcohol, aromas a cacao, chocolate y cítricos, más especias del chai.
La ex lidereza sindical Elba Esther Gordillo no podía faltar. “Aunque ella es muy complicada su cerveza es muy sencilla, en contra peso a su personalidad ideamos una cerveza bastante ligera”, dice Fernando.
El único personaje extranjero en Error de diciembre es el ex presidente de los Estados Unidos Donald Trump. Se llama Cru Cru Amigous, tiene 9 grados de alcohol y su elaboración tuvo un éxito tal, que llevó a Fernando e Isaac a ser conocidos a nivel internacional. Recibieron solicitudes de entrevista de la prensa extranjera de Asia y Europa; por esto crear una cerveza sobre el presidente ruso Vladimir Putin juega ya entre sus ideas.
“Fue hecha en colaboración con otras dos cervecerías”, explica Isaac. “El cervecero Dave de Epic Brewing Company vino a México a hacerla en colaboración con Casa Cervecera Cru Cru. Es una de las cervezas que más nos chulean porque Helguera ideó poner al político norteamericano vestido de charro. Se trata de una cerveza súper amarga, aunque el inicio es muy frutal”.
Error de diciembre se elabora en Falling Piano, un restaurante de la colonia Roma; pero sus consumidores pueden adquirirla también en tiendas de autoservicio y bares de cerveza artesanal.
Y en camino… ¡Las cervezas de corcholateras!
Fernando parte de la idea de que, en realidad, chelear no está peleado con la reflexión política. “Los expresidentes continúan en boga, quizá las nuevas generaciones no conozcan quién fue Díaz Ordaz, pero cada etiqueta de cerveza incluye textos que invitan a chelear con reflexión: por qué estamos aquí, cómo llegamos acá y hacia dónde vamos”.
“Y todas son críticas fuertes a estos personajes”.
Sin embargo, este proyecto político-alcohólico podría, en un futuro inmediato, comenzar una segunda etapa con la elaboración de cervezas corcholateras en referencia a las “corcholatas” como denominó el presidente Andrés Manuel López Obrador, a los interesados en sucederlo en la presidencia en 2024.
“¡Sí! Estaría padre ponerlos, pero en las corcholatas de las cervezas, porque estamos en la entrada de las elecciones", imagina Fernando.
"Quizás serían cervezas que solo sacaremos una vez, como la colección de los presidenciables. Por un lado, ya está muy marcados quiénes van a ser los gallos: Sheinbaum sí va a tener su cheve y será la segunda mujer que la tenga, después de Elba Esther Gordillo. El canciller va a tener la suya, y ¡Noroña! Lo podríamos poner como 'Cerveza Changoleón'”.
¿Un negocio con futuro?
Dentro de las expos cerveceras Fernando relata que el estand de Error de diciembre es uno de los más concurridos.
“Se hace una romería impresionante de gente que quiere chelas de políticos. No quieren una, sino probar varias. Hay quienes nos dicen oye quiero la colección".
En este escenario el negocio no termina solo en la cerveza sino también en la mercadotecnia que se amplió a sudaderas, gorras, playeras, estampas, vasos y botones. “Todavía no traemos ferraris”, juega Fernando, “pero ahí vamos”.
Paradójicamente, este proyecto tiene un adversario en frente y se llama Secretaría de Hacienda. “El impuesto IEPS es algo que afecta a la cerveza artesanal. Nos pega porque hace que no seamos competitivos; una cerveza de marca Corona la puedes encontrar en 11 pesos, la de nosotros cuesta 60. Es decir, con una chela de nosotros te compras un six”, compara Fernando.
Por eso consideró sería benéfico para el sector si el Congreso aprueba que el precio de la cerveza se determine en torno a su grado de alcohol lo que les permitiría un mejor precio. “A lo mejor nuestra cerveza puede tener mucha exposición, pero el tema de los impuestos pega. México es de los pocos países que conservan que la cerveza se pague por el valor de la factura. A todos nos atora muchísimo”.
Fernando contextualiza que para el mercado de la cerveza industrial Error de diciembre no existe como competencia.
“Para que te des una idea: la planta de Corona en Zacatecas elabora 20 millones de cervezas en un día, nosotros ni siquiera hemos hecho tantas en los años que llevamos. Como marca no somos competencia para ellos, empezamos a hacer más ruido como industria de cerveza artesanal ya que el 1% del mercado, aunque puede parecer poco en volumen y fuentes de empleo, ha sido un gran avance. Pero todavía tenemos un largo camino por recorrer”.
Isaac resalta que, en realidad, las grandes industrias no se meten en temas políticos y se limitan al tema comercial; por eso, dice, carecen de creatividad en las etiquetas y su contenido.
Hasta la fecha, ambos desconocen si alguno de los políticos retratados ha probado ya su propia cerveza. “Que sepamos, no”, dicen.
“Si hubiéramos desarrollado este proyecto en Noruega nos morimos de hambre porque ¿A quién ponemos?”.
“No tenemos competencia, nadie hará este proyecto porque muchos no se quieren meter con esos temas de política. Los moneros son calientes, se arriesgan ellos mismos. Sabemos que aquí en México el periodismo es difícil, y esto también es una parte de nuestro tributo a la libertad de expresión. Que las nuevas generaciones conozcan qué hicieron estos personajes y por qué nosotros hacemos esta sátira: porque queremos que gracias a la cerveza se difunda ese mensaje. Si la gente además se emborracha pues ya es un plus”.