SONORA

“Besé la tierra como el Papa y junto con Luis Donaldo volvimos a nacer”: Beltrones

La anécdota la cuenta el priista y exgobernador de Sonora. “(aterrizamos y) bajamos y yo me tiré como el papa al suelo, para besar la tierra… de ahí nos fuimos a emborrachar, a celebrar que habíamos vuelto a nacer”

La anécdota la cuenta el priista y exgobernador de Sonora. “(aterrizamos y) bajamos y yo me tiré como el papa al suelo, para besar la tierra… de ahí nos fuimos a emborrachar, a celebrar que habíamos vuelto a nacer”
Manlio Fabio Beltrones y Luis Donaldo Colosio Murrieta.La anécdota la cuenta el priista y exgobernador de Sonora. “(aterrizamos y) bajamos y yo me tiré como el papa al suelo, para besar la tierra… de ahí nos fuimos a emborrachar, a celebrar que habíamos vuelto a nacer”Créditos: Especial
Escrito en NACIÓN el

En 1988, Manlio Fabio Beltrones y Luis Donaldo Colosio Murrieta fueron candidatos al Senado de la República y durante su campaña, durante un vuelo en avioneta, casi pierden la vida, luego de que el radar de la aeronave se averió, por lo que estaban volando a ciegas.

La anécdota la cuenta el priista y exgobernador de Sonora. “(aterrizamos y) bajamos y yo me tiré como el papa al suelo, para besar la tierra… de ahí nos fuimos a emborrachar, a celebrar que habíamos vuelto a nacer”.

ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO

La anécdota la contó el sonorense durante la sesión extraordinaria del Consejo Político Estatal del PRI, celebrada la semana pasada en Sonora.

“En 1988, Luis Donaldo y yo éramos candidatos al Senado de la República. Colosio insistía mucho en que saliéramos de Magdalena (de Kino) hacia San Luis Río Colorado para hacer uno de los primeros recorridos de la campaña”, comenzó el relato.

Manlio Fabio Beltrones cuenta que después de desayunar, salieron al aeropuerto para viajar a San Luis Río Colorado. Había 4 avionetas para el equipo de campaña, partieron tres y en la cuarta, donde viajarían ellos, no prendía.

“Salen las tres primeras avionetas, despegan y nosotros no lo podemos hacer porque una de las hélices no prendía, no se movía. El piloto era un desconocido para mí y pidió que le llevaran una batería de auto para pasarle corriente”.

“Comienza a prender la hélice y el piloto dice, ‘súbanse antes de que se apague’”, el relato provocó risas de los asistentes.

“Un amigo me pidió de favor que se lo presentara a Colosio para presentarle un problema financiero y pedirle que le ayudara con un banco”.

Ya en vuelo, continúa el relato de Beltrones, el avión se mete a una nube y se empieza a mover mucho, lo que provoca preocupación en el sonorense, en tanto que Luis Donaldo se empezaba a poner nervioso por la presencia del amigo desconocido, que lo tenía enfrente.

  • “Me levanto y voy a la cabina del piloto, le pregunto ‘oye y ¿cómo vamos?’”
  • Pos vamos perdidos
  • Cómo vamos perdidos
  • Sí, estoy perdido
  • Cómo estás perdido, no es posible
  • No traigo radar
  • ¿Cómo es posible, no tienes radio?
  • Si hay radio, pero nadie me contesta

 

“Por fin alguien respondió y preguntamos quién es y dónde está, porque no sabíamos si estábamos en Estados Unidos o en México… y Luis Donaldo seguía preocupado por el (amigo) de enfrente”.

 

  • “Soy Pepe”, era un radioaficionado del otro lado de la radio.
  • ¿Qué andan haciendo?
  • Estanos perdidos ¿y usted?
  • Ps yo estoy en tierra
  • ¿Y cómo nos puedes ayudar?

“Por fin, este radioaficionado, que no era ni piloto, pero estaba en Puerto Peñasco, nos hizo aterrizar en un viejo aeropuerto, construido en 1942 por estadounidenses, para un tema de abastecimiento de la Segunda Guerra Mundial”.

“Bajamos y yo me tiré, como el Papa, al suelo, para besar la tierra y ahí invitamos a Pepe a irnos a emborrachar, a celebrar que habíamos vuelto a nacer”.

De acuerdo con el relato de Beltrones, se les olvidó avisar que habían aterrizado en Puerto Peñasco, se hospedaron en un hotel. Al día siguiente apareció la noticia en un medio local: “Mueren en avionazo los candidatos al Senado de la República”.

“Las esposas estaban llenas de preocupación, pero nosotros estábamos celebrando con Pepe, ya lo habíamos hecho capitán, era nuestro héroe”.

 

Polo de desarrollo

Manlio Fabio Beltrones narra que en ese entonces Puerto Peñasco era un bonito poblado de pescadores, con una bonita bahía, pero que sin futuro. En ese momento, Luis Donaldo y Beltrones acuerdan que el primero que llegara a la gubernatura de Sonora se encargaría de apoyar a Puerto Peñasco.

“La fortuna hizo que yo llegara a la gubernatura e implementé el programa ‘Peñasco, proyecto cero’, porque no había nada, solo unas cuentas viviendas de pescadores y de americanos que tenían casas irregulares”.

“Llevamos viviendas, regularizamos las casas, construimos una carretera, bulevares, le metimos dinero al pueblo. El único atractivo era que decían que al pueblo había ido Al Capone”.

“Y vimos nacer Puerto Peñasco y ahora es uno de los principales destinos turísticos de Sonora”.