El Colegio de Medicina Interna de México dio a conocer este domingo el sensible fallecimiento del doctor Alberto Frati Munari, a quien calificó como un excelente médico, una gran persona y un digno ex presidente de nuestra institución.
La institución médica lamentó la muerte de Frati Munari, al tiempo que se unió a la pena que embarga a su familia y amigos. También, deseó que encuentren pronto la tranquilidad y consuelo por la pérdida de su ser querido.
“Descanse en paz”, cerró su mensaje publicado en diarios el Colegio de Medicina Interna de México, donde el personaje fue presidente en el periodo que fue de 1987 a 1988.
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Alberto Frati Munari es italiano de nacionalidad, ya que dio sus primeros pasos en un pueblito campesino que se llama Azzola, cerca de Mantua.
Aquel joven estudió hasta quinto año de primaria en Milán, para luego de eso mudarse a México en el año de 1954.
Al conocer el prestigio internacional de la máxima casa de estudios, Frati Munari toma la decisión de arrancar una carrera universitaria en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Considera a la Medicina Interna como carrera completa
Este personaje consideró en su experiencia profesional a la Medicina Interna completa como carrera.
“Una carrera preciosa con muchas ventajas sobre otras, y tiene algunas desventajas. La desventaja es que no es tan fácil profundizar o mantenerse al tanto con la misma profundidad de algunas áreas. No se ven cuatro enfermedades toda la vida, sino se ven muchísimas más y tiene muchas satisfacciones de integración, de diagnóstico”, explicó el médico.
Otra de sus destacadas actividades profesionales fue desempeñarse como doctor en el Centro Medico La Raza del Seguro Social.
En la Secretaría de Salud, dentro de la denominada Comisión Federal para la Protección Contra Riesgo Sanitario, como director de Evaluación de Medicamentos, también fue asesor del Comisionado encargado de diseñar la política farmacéutica nacional.
Su relación con la Asociación de Medicina Interna de México (AMIM) se inició desde que se fundó la AMIM, desde el primer día fue Miembro Titular de la Asociación, fue al primer Congreso y ha ido absolutamente a todos.
Fue presidente de la AMIM de 1988 a 1989, a la cual consideró como una sociedad sólida muy grande, académica sin intereses políticos, ni de poder.