Los presidentes de México han tenido varios aviones presidenciales: desde uno usado, pasando un uno austero solo para viajes al interior, hasta uno pequeñito pero lleno de lujos. Pero ninguno del tamaño del TP01 “José María Morelos y Pavón”.
De acuerdo con la revista Transponder 1200, especializada en aeronáutica, el primer avión presidencial mexicano se compró con la finalidad de “mostrar que México era un país moderno y de primer mundo”.
Antes de tener un avión exclusivo para su uso, los presidentes se trasladaban por carretera o en ferrocarril, por lo que los traslados eran muy lentos y hasta en cierto momento inseguros.
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Todos los aviones presidenciales han pertenecido a las Fuerzas Armadas y la mayoría de ellos fueron piloteados por un solo piloto, un soldado que llevaba a cabo esas tareas hasta su muerte.
Conoce los 10 aviones presidenciales que han tenido los presidentes mexicanos.
“El mexicano”
El primer presidente de México en tener un avión para su uso exclusivo fue Miguel Alemán Valdés, pues en 1946 el gobierno mexicano adquirió “El mexicano”, un avión de hechura estadounidense modelo Douglas DC-3.
“El mexicano” no era un avión nuevo, algunas versiones de medios de la época dicen que era parte de la flotillla de Aeroméxico, pero su modelo era propio de flotillas como las que usó el Ejército estadounidense en la Segunda Guerra Mundial.
Además del TP01 “José María Morelos y Pavón”, “El mexicano” es el único de los aviones presidenciales que conserva el Ejército mexicano, pues está tan bien conservado que es considerado una pieza de colección.
“El mexicano” actualmente está en la entrada del Hangar Presidencial, en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
“Francisco Zarco”
El avión conocido como “Francisco Zarco” se compró en el sexenio de Adolfo Ruiz Cortines, al entrar 1948. La aeronave era un modelo Douglas DC-6, la siguiente versión de “El mexicano”.
El presidente Ruiz Cortines lo usó poco, pues “El mexicano” era un avión con un uso y alcance de combustible más conveniente, aunque el “Francisco Zarco” tenía fama de ser más grande y tener mucha más potencia.
Casi nuevo llegó al uso del presidente Adolfo López Mateos, quien compró más aviones para tener una “flotilla presidencial”.
“El Ciudad de México”
Adolfo López Mateos llegó a la presidencia en 1958, además de usar el “Francisco Zarco” casi nuevo, compró dos aviones más de gran tamaño durante su administración. El primero fue un Bristol Britannia 302 al que bautizaron “El Ciudad de México”.
Los modelos Bristol Britannia 302 fueron reconocidos en su época por ser los aviones más silenciosos hasta ese entonces, además que tenían una gran potencia y gastaban poco combustible para vuelos internacionales.
Fueron introducidos a México por la empresa Aeroméxico en 1957. El primer Bristol Britannia 302 que salió del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) llegó a Nueva York y se le bautizó como “El Ciudad de Nueva York”.
Por ello, al siguiente modelo se le nombró “El Ciudad de México” y fue vendido al Ejército para uso exclusivo del presidente Adolfo López Mateos. Ese avión se usó para viajes internacionales y era idéntico al que usó Aeroméxico en su primera ruta hacia Nueva York.
“Tenochtitlan”
Para sus viajes al interior del país y para transportar a su gabinete, el presidente Adolfo López Mateos adquirió otro avión en 1959. Se trató de un Douglas DC-8, el siguiente modelo del “Francisco Zarco”, al que bautizaron “Tenochtitlan”.
El “Tenochtitlán” fue el primer avión de turbinas que tuvo la flotilla del Ejército mexicano y permaneció casi intacto hasta la administración del presidente Gustavo Díaz Ordaz.
“Benito Juárez” y “Morelos”
Para la administración de Díaz Ordaz, éste decidió disminuir la flotilla de aviones presidenciales y quedarse solo con el “Tenochtitlan” para viajes internacionales. En lugar de todos los grandes aviones que tenía a su disposición, decidió adquirir dos aviones pequeños que eran usados.
Se trató de dos modelos Fokker F-27, uno nombrado “Benito Juárez” y el otro “Morelos”. Eran aviones pequeños que utilizó para sus giras al interior del país. En uno solía volar él con su gabinete y en el otro los medios de comunicación que cubrían sus actividades.
“Miguel Hidalgo”
De acuerdo con la revista Sentinel, especializada en indumentaria y herramientas de las Fuerzas Armadas, el “Miguel Hidalgo” fue el primer avión con motores jet, de hechura inglesa, que llegó a México, bajo la presidencia de Luis Echeverría.
Además, es considerado como el primer avión presidencial que fue acondicionado con "lujos" en su interior.
“El avión (…) estaba pintado en color blanco con una franja dorada y otra roja a lo largo de su fuselaje, misma que se repetía en la parte superior del empenaje, además del emblema de la Fuerza Aérea Mexicana en los costados de ambos motores, el escudo de la aviación presidencial en dorado a los costados, matrícula sobre el empenaje y su timón vertical con una franja tricolor”.
El modelo Hawker Siddeley HS 125 contaba, además, con el nombre de "Miguel Hidalgo" debajo del parabrisas y de sus alas. Tenía capacidad para 12 personas y era comúnmente conocido como “Topo Gigio” por su tamaño pequeño.
El avión fue vendido en 1981, pero antes de eso fue remodelado por el presidente José López Portillo, a quien “le gustaba de adornar las aeronaves presidenciales con figuras de estilo mexicano o prehispánico”.
“Quetzalcóatl”
Al llegar a la presidencia, José López Portillo consideró que el “Miguel Hidalgo” era un avión demasiado pequeño –según reportes de la época–, por lo que mandó comprar dos Boeing 727 usados, que antes eran propiedad de Mexicana de Aviación. A ambos aviones se les llamó “Quetzalcóatl I” y "Quetzalcóatl II”.
Algunas revistas de aeronáutica la consideraron un avión “ideal” para la altura de la ciudad de México, pues tenía un potente despegue con tres turbinas. Otros reportes no consolidados afirman que López Portillo los compró para “competir” con empresarios de la época que también tenían un avión propio.
“Presidente Benito Juárez”
El presidente Miguel de la Madrid realizó una de las compras más polémicas de aviones presidenciales. Reportes periodísticos de la época aseguraron que “en medio de la crisis económica”, el exmandatario mandó comprar un Boeing 757, al que bautizaron como “Presidente Benito Juárez”.
El avión se vendió nuevo, en cuanto se entregó, sin estrenarlo, por las críticas que recibió el entonces presidente. Pero una falla en el “Quetzalcóatl I” fue el argumento perfecto para que el gobierno lo adquiriera de nuevo.
“Un año después al despegar para un vuelo entre Cozumel y Cancún, una de las turbinas del ‘Quetzalcóatl I’ dejó de funcionar, unos minutos después falló una segunda turbina (…) los pilotos militares lograron llevar a la comitiva presidencial sana y salva a Cancún con una sola turbina funcionando, incidente ante el cual, el presidente ordenó volver a comprar el nuevo avión”.
El “Presidente Benito Juárez” sirvió a los presidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto –al menos durante la mitad de su sexenio– y fue retirado en 2016 como el avión presidencial más longevo.
TP-01 “José María Morelos y Pavón”
En 2010, el “Presidente Benito Juárez” se desestabilizó al intentar aterrizar en Estados Unidos y ese fue el argumento del gobierno el entonces presidente Felipe Calderón para adquirir el TP-01 “José María Morelos y Pavón”.
El avión es un modelo Boeing 787 Dreamliner, que consume menos combustible que otras aeronaves de su ramo. Además de haber costado 218 millones de dólares, es mundialmente conocido por los lujos con los que cuenta, mismos que incluyen un dormitorio principal y un baño con acabados de mármol.
El avión ha intentado venderse, pero por no poseer características comerciales ninguna aerolínea ha estado interesada en comprarlo. Algunos usuarios privados han mostrado su interés, pero la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador ha fracasado con dicha venta.